La impresión que me han dado los motores del XJ es casi la misma que tuve al probar el S-Type: todos parecen buenos, desde el punto de vista de la potencia y la facilidad de uso, y el 4,2 atmosférico litros es el mejor.

Si comparamos los tres, la diferencia de fuerza que hay entre el 3,6 y el 4,2 atmosférico parece mayor que la que hay entre este último y el 4,2 sobrealimentado, cuando realmente no es así.

Los dos motores atmosféricos tienen una buena respuesta al acelerador y funcionan bien principalmente en régimen alto. El 3,6 litros no parece tan enérgico como el 3,2 del Phaeton y sí mejor que el 3,5 del Serie 7, pero es difícil asegurarlo sin medir las prestaciones.

El 4,2 litros da una gran reserva de aceleración en cualquier régimen, incluso en marchas largas. Es el motor con el que no hay que preocuparse del motor, porque responde de forma contundente en cualquier momento.

El motor sobrealimentado tiene aún más fuerza, pero en condiciones normales es difícil aprovechar esa diferencia. Aunque menos que en el S-Type, al motor sobrealimentado lo distingue del atmosférico el silbido del compresor.

La caja de cambios de seis velocidades ZF es muy suave y rápida. Es la misma que hay en otros modelos de esta categoría, como el BMW Serie 7. En el XJ se distingue porque no tiene mandos secuenciales, Jaguar mantiene su característica palanca en «J». Con esta palanca se pueden eliminar marchas; por ejemplo, si se coloca en la posición «3», solo entran las tres primeras y no se engrana la cuarta aun cuando el motor llegue a su limite de régimen.

El margen para manejar manualmente este cambio es muy pequeño, por tanto. Es posible, por ejemplo, eliminar una o dos marchas si se circula por carreteras medias o lentas, para no tener que usar el kick-down a menudo. En sexta todos van muy largos de desarrollo.

La situación donde más echo de menos poder seleccionar marchas manualmente es al circular, detrás de otro vehículo, preparado para adelantar. En esas condiciones, y aunque esté seleccionado el programa «Sport», el cambio selecciona la marcha más larga posible. Si no se puede anticipar el adelantamiento, se pierde un poco de tiempo al acelerar mientras el cambio selecciona alguna marcha más corta.