El Infiniti QX30 es una variante del Q30 que se caracteriza por tener una suspensión distinta que deja la carrocería 30 milímetros más alejada del suelo (45 milímetros respecto a las versiones del Q30 con nivel de equipamiento Sport), unos parachoques con un diseño que le dan un aspecto de vehículo más preparado para circular fuera del asfalto y un sistema de tracción a las cuatro ruedas.
Está a la venta desde 2015 con un motor Diesel de 170 CV (su precio de partida es 37 632 euros). Desde mediados de 2018, Infiniti añade a la gama un motor de gasolina de 211 CV (cuesta 42 600 euros). Todos los QX30 tienen tracción total y cambio de marchas automático de siete velocidades. El Q30, modelo del cual deriva el QX30, no puede tener tracción total.
En marzo de 2019, Infiniti anunció que dejaría de vender sus coches en Europa un año después, en marzo de 2020. Durante ese periodo asegura que dará cobertura a clientes y nuevos propietarios y que, posteriormente, también garantizará la cobertura, pero los detalles sobre cómo lo hará los dará a conocer más adelante. Publicaremos aquí lo que sepamos.
El QX30 no es un coche concebido para circular de manera intensiva por vías en las que hay muchos obstáculos, pero los 20,2 centímetros de altura libre al suelo y el sistema de tracción total le dan cierta ventaja frente a los turismos convencionales o incluso frente a algunos todoterrenos (un Honda CR-V 2015 tiene 16,5 cm de altura libre al suelo y un Mercedes-Benz GLA con el paquete Off-Road, 16,4 cm).
Se puede pedir con un motor Diesel de 2,1 litros de cilindrada y 170 CV o con uno de gasolina de 2,0 litros. Ambos van sobrealimentados. El Diesel funciona con suavidad y que mueve con relativa agilidad al QX30, pero que emite un ruido poco agradable cuando gira a ralentí o cuando se apura hasta un número de revoluciones elevado; a velocidades sostenidas pasa prácticamente desapercibido. De momento, no hemos probado el QX30 con el motor de gasolina.
La caja de cambios automática (de doble embrague y con siete relaciones) tiene un funcionamiento especialmente bueno porque engrana las marchas con mucha suavidad y, por lo tanto, permite maniobrar con precisión al circular a baja velocidad (por ejemplo, a la hora de realizar un aparcamiento). También resulta rápida en el paso de una marcha a otra, aunque quizá no tanto como la DSG que utilizan algunos modelos de Volkswagen o Audi.
Infiniti ha endurecido la suspensión frente al Q30 convencional, algo que se nota claramente al circular por carreteras en las que el asfalto no está en perfecto estado (el filtrado es un poco peor). Aún así, el compromiso entre estabilidad y comodidad está muy bien logrado, el vehículo no balancea demasiado ante curvas pronunciadas y transmite una sensación de solidez muy elevada. El aislamiento acústico también es bueno gracias (en parte) al «Active Noise Cancellation», un sistema de cancelación de ruido que forma parte del equipamiento de serie y que funciona a través de los altavoces del sistema de sonido (emiten una señal de la misma frecuencia que la que se quiere eliminar, pero con un pequeño desfase temporal).
De acuerdo con nuestras mediciones, no hay cambios en las dimensiones del habitáculo respecto al Q30, por lo que estas Impresiones del interior son plenamente aplicables al QX30. En general, es un coche en el que cuatro personas se pueden acomodar con cierto desahogo, aunque algunos de sus rivales son mejores en este aspecto (por ejemplo, el BMW X1). La visibilidad hacia el exterior, especialmente hacia los tres cuartos traseros, es mala porque el pilar posterior es muy grueso; además, la superficie acristalada es pequeña, por lo que es posible que algunas personas sientan cierta sensación de claustrofobia. La mayor altura libre al suelo respecto al Q30 da como resultado un acceso al habitáculo ligeramente más cómodo, ya que no es necesario agacharse demasiado para sentarse en los asientos (tampoco hay que hacer un esfuerzo extra para salir).
La capacidad del maletero tampoco varía con respecto a la del Q30: tiene 368 litros —430 contando con el doble fondo—, un volumen pequeño si se compara con vehículos de aspecto todoterreno de tamaño similar (listado de todoterrenos de entre 4,3 y 4,5 metros de longitud, ordenados por volumen de maletero). Frente a turismos equiparables, en cambio, queda en una posición más ventajosa (listado comparativo).
Todos los materiales con los que Infiniti ha recubierto el habitáculo del QX30 proporcionan una sensación de calidad notable, tanto a la vista como al tacto. Además, parecen bien ajustados entre sí, pues no se escuchan ruidos por desajustes, incluso al circular por carreteras en mal estado. Todos los QX30 vienen de serie con un sistema multimedia que se puede manejar desde un mando giratorio situado entre los dos asientos delanteros o desde la pantalla táctil de 7 pulgadas que hay en la parte superior del salpicadero (imagen). Es un sistema que funciona con fluidez, aunque tiene unos menús farragosos y la resolución de la pantalla no es muy buena.
Los principales cambios de aspecto respecto al Q30 vienen dados por la instalación de unos nuevos paragolpes, unas protecciones de plástico negro en el perímetro inferior de la carrocería, unas barras longitudinales en el techo y unas llantas de aleación con un diseño distinto. Además, la parrilla tiene un entramado diferente y las cubiertas de los espejos retrovisores estám pintadas en color negro brillante.
Hay dos niveles de equipamiento disponibles: Premium y Premium Tech. El primero de ellos incluye de serie elementos como la alerta por cambio involuntario de carril, el sistema multimedia «InTouch» con pantalla táctil de siete pulgadas, el sistema de reconocimiento de señales de tráfico, la alarma antirrobo o las llantas de aleación de 18 pulgadas. El nivel Premium Tech añade a todo lo anterior los faros de ledes con cambio automático entre luces cortas y largas, el sistema de acceso y arranque sin llave, los asientos delanteros tapizados en piel con ajustes eléctricos y memoria o la cámara trasera de ayuda al estacionamiento.
Infiniti anticipó con fidelidad el aspecto y algunas soluciones técnicas del del QX30 con el QX30 Concept, un prototipo que presentó en el Salón del Automóvil de Ginebra de 2015.
De acuerdo con nuestro comparador de seguros, la póliza a todo riesgo sin franquicia más asequible para un Infiniti QX30 con el nivel de equipamiento Premium la ofrece Nuez Seguros y cuesta 454 euros al año. El tomador es una mujer de 34 años que reside en Málaga, recorre unos 20 000 kilómetros al año y aparca en un garaje comunitario.