El habitáculo del Tucson es amplio. En él, hay espacio suficiente para que una persona de 1,85 metros de estatura se pueda sentar detrás de otra de la misma altura. La distancia entre la banqueta y el techo es amplia, incluso con el techo solar panorámico de cristal (es una opción).
En la fila trasera del Ford Kuga, Nissan Qashqai y Renault Kadjar hay menos espacio para las piernas, menos anchura entre las puertas y menos altura libre hasta el techo, si bien las diferencias no son grandes (tabla comparativa de mediciones del interior). Con respecto al Hyundai ix35 (el modelo al que sustituye), el Tucson también tiene un habitáculo ligeramente más grande.
Las plazas laterales posteriores pueden tener un sistema de calefacción en la zona de la banqueta y del respaldo, una prestación inusual en otros todoterreno de similar tamaño y precio. El grado de intensidad del calor se puede regular en dos niveles (en el ix35 sólo había uno). Además, hay dos salidas de aire colocadas en el centro, algo que el ix35 no tenía y que tampoco tienen el Qashqai y el Kadjar; el Kuga sí.
La banqueta trasera no se puede desplazar en sentido longitudinal, pero los respaldos, que están divididos en dos secciones —1/3 y 2/3—, tienen regulación en inclinación (imagen). Este ajuste se hace mediante una palanca que hay situada en la base de la banqueta (imagen) y que también sirve para abatir los respaldos y dejarlos enrasados con la superficie del maletero (imagen).
El volumen del maletero es 488 litros en todas las versiones excepto en la Diesel 1.7 CRDi de 116 CV con la opción de techo solar y en la de gasolina 1.6 GDi de 132 CV, que es 513 litros. Esto se debe a que estas dos versiones llevan un kit de reparación de pinchazos bajo el maletero en vez de una rueda de repuesto de tamaño completo (la que se puede ver en esta imagen tiene una llanta del mismo tamaño, 19 pulgadas, y diseño que el resto). En cualquier caso, el maletero del Tucson es más grande que el de los modelos citados unos párrafos más arriba: Kuga (456 litros), Qashqai (439 l) y Kadjar (472 l). De hecho, es más grande que el de todos los todoterreno de entre 4,35 y 4,55 metros de longitud que actualmente se venden en España, a excepción del nuevo Volkswagen Tiguan (615 litros) y el Land Rover Range Rover Evoque 5p (575 litros), aunque éste modelo no es un competidor directo del Tucson por precio (listado comparativo ordenado por volumen de maletero). El portón se acciona manualmente, excepto en el nivel Style que tiene un motor eléctrico para abrirlo y cerrarlo.
Nosotros no medimos el volumen del maletero sino que tomamos las mediciones mínimas de profundidad, anchura y altura de éste (es decir, no tenemos en cuenta, por ejemplo, los huecos adicionales que suele haber por detrás de los pasos de rueda). El maletero del Tucson es 1 centímetro más ancho, 1 cm menos profundo y 3 cm más alto que el del ix35. El borde de carga está 3 centímetros más alto que en el ix35 (73 cm frente a 76), lo que significa que hay que elevar los bultos a esa mayor altura para introducirlos en el maletero. El del Kuga está más bajo (67) y el del Qashqai a casi la misma altura (77 cm).
Me ha resultado sencillo encontrar una postura de conducción cómoda porque las regulaciones del asiento (entre ellas la de altura de la banqueta y el apoyo lumbar del respaldo para el conductor, no para el pasajero) y del volante (en altura y profundidad) son amplias. Una vez posicionado, es fácil localizar y manejar los mandos de los principales sistemas, como los de la radio y el climatizador (esto último puede parecer fútil, pero se agradece enormemente entrar en un coche en el que todos los mandos se hallan donde uno espera encontrarlos y en el que no es necesario perderse por los menús y submenús de un sistema multimedia para hacer acciones tan simples como cambiar una emisora o la temperatura del climatizador). La visibilidad hacia delante es buena; hacia atrás es peor porque el último pilar del techo es grueso, pero no es un problema alarmante. El volante puede tener calefacción.
El nivel Style incluye dentro del equipamiento de serie unos asientos delanteros con regulaciones eléctricas. Con ellos, la banqueta está casi 2 cm más alta que la de los asientos con regulación manual. Es una diferencia que se nota al instante de cambiar de una unidad a otra, pero a la que rápidamente uno se acostumbra (al menos a mí me ha pasado así). Los asientos eléctricos tienen más posibilidades de regulación, vienen tapizados en cuero y tienen un sistema de ventilación regulable en tres niveles (además del de calefacción, que es de serie desde el nivel Tecno con asientos de tela; imagen de las teclas para activar y desactivar la calefacción y ventilación de los asientos).
Conductor y pasajero disponen a su alrededor de múltiples huecos para dejar objetos como botellas, billeteras, llaves o teléfonos móviles. Las versiones con el cambio automático tienen un hueco adicional en la consola central porque el freno de mano es eléctrico (se activa mediante un botón, imagen), en vez de palanca (imagen). En cualquiera de los casos, en el espacio que hay delante de la palanca del cambio hay dos tomas de mechero de 12 voltios, una entrada para dispositivos USB y otra AUX (imagen). En la guantera —que tiene iluminación y una salida de aire— cabe bien la carpeta de la documentación del vehículo y el manual de usuario. Se puede meter también un chaleco de alta visibilidad, pero no mucho más (imagen).