La cuarta generación de Santa Fe está a a la venta desde 33 000 euros (todos los precios). Mide 4,77 metros de longitud y en nuestro mercado solo se puede pedir con siete plazas (en otros también con cinco pero, según Hyundai, las ventas en España del modelo anterior en variante de cinco asientos eran testimoniales). Algunas de sus alternativas son el KIA Sorento, el Mitsubishi Outlander, el Škoda Kodiaq y el SsangYong Rexton (listado de todoterrenos con siete plazas y carrocería de entre 4,65 y 4,80 metros de longitud).
Esta generación de Santa Fe ha ganado algo en refinamiento y confort de marcha pero, sobre todo, en agilidad en curva. Ahora es un todoterreno mejor adaptado al uso en carreteras de doble sentido, que permite circular a ritmo ligero con mayor sensación de control y precisión. El motor Diesel de 200 caballos responde con solvencia y lo mueve desahogadamente (Impresiones de conducción). El habitáculo es amplio en comparación con sus alternativas, puede tener mucho equipamiento de confort y, sobre todo, una presentación notablemente más lujosa y esmerada que antes.
La gama de motores es más amplia que la del modelo precedente. En el inicio de la comercialización está disponible con dos Diesel —2.0 CRDi 150 CV y 2.2 CRDi 200 CV— y uno de gasolina —2.4 GDi 185 CV—. Este último va siempre asociado a una caja cambios automática de seis velocidades, mientras que el resto tiene una manual de seis relaciones u, opcionalmente, una automática de nuevo desarrollo con 8 velocidades. Está previsto que más adelante también se ponga a la venta una versión Diesel de potencia intermedia, 2.0 CRDi de 182 CV.
La tracción, como en el modelo anterior, puede ser delantera o total conectable de manera automática mediante un sistema al que Hyundai denomina HTRAC. A través de un botón en el salpicadero, también se puede conectar la función 4x4 hasta 40 km/h. Posteriormente, pasa a funcionar como tracción delantera salvo que las condiciones de adherencia requieran potencia en el eje posterior. El reparto (delante/detrás) puede pasar de la proporción 100/0 a 50/50.
Tomando como referencia la versión Diesel básica (33 000 euros), el Santa Fe tiene un precio alto entre las versiones equivalentes de las alternativas mencionadas más arriba. El Mitsubishi Outlander de idéntica potencia es el menos costoso (está disponible desde 26 750 euros), mientras que el KIA Sorento con un motor mucho más potente, de 200 CV, cuesta menos (32 042 euros). El Škoda Kodiaq de 150 CV (32 202 euros) tiene un precio similar al Santa Fe (ficha técnica comparativa).
El habitáculo es muy amplio para cuatro ocupantes de estatura generosa. Cinco viajarán correctamente y, si es necesario disponer de las siete plazas, la tercera fila tiene una muy buena cota de anchura a nivel de hombros, altura suficiente para acomodar a personas de hasta 1,75 m de estatura sin que rocen en el techo y espacio suficiente para las piernas con la condición de ir en una posición en la que las caderas quedan más bajas que las rodillas. En las Impresiones del interior contamos estos y otros detalles.
El maletero del Santa Fe 2018 de siete plazas tiene 547 litros, 31 más que el modelo anterior. Frente a sus alternativas, está en una posición intermedia; por ejemplo, el Volkswagen Tiguan Allspace, el KIA Sorento y el Škoda Kodiaq tienen un maletero más grande (685, 605 y 560 litros, respectivamente), mientras que el Mitsubishi Outlander y el Nissan X-Trail tienen uno más pequeño. En este listado mostramos todos los todoterrenos rivales del Santa Fe, ordenados por el volumen de su maletero. Las versiones de cinco plazas, que no están previstas para el mercado español, tienen 625 litros de capacidad. Hyundai dice que el espacio destinado para las piernas en la segunda fila de asientos es mayor que en el modelo anterior y el acceso a la tercera fila es más cómodo y amplio. Según nuestras mediciones del interior, las plazas traseras tienen una amplitud similar y donde sí hay mejoría es en la anchura para la tercera fila. En esta tabla de mediciones comparativas también lo comparamos con el Grand Santa Fe 2013.
La carrocería del Santa Fe de cuarta generación tiene una rigidez torsional mayor que la del modelo precedente gracias, entre otros motivos, a un chasis fabricado con un 57 % de acero de alta resistencia (un 15 % más) en el que se han practicado soldaduras de mayor diámetro en algunos puntos. La suspensión mantiene los mismos esquemas (McPherson en el eje delantero y paralelogramo deformable en el trasero), pero ahora tiene unos amortiguadores más firmes que, además, están colocados en una posición más cercana a la vertical (según Hyundai, esto permite un mayor recorrido de la suspensión y reduce los ruidos y vibraciones producidos al circular).
El Santa Fe 2018 puede tener mucho equipamiento de seguridad y ayuda a la conducción englobado dentro de un paquete al que Hyundai denomina «SmartSense». Este incluye, entre otros elementos, un aviso de tráfico cruzado al dar marcha atrás con función de frenado automático (hasta ahora sólo alertaba al conductor, pero no intervenía en los frenos), «Safe Exit Assist», que advierte al pasajero que está a punto de abrir una puerta de la posible presencia de un vehículo aproximándose por detrás (y mantiene la puerta cerrada), o «Rear Occupant Alert», un asistente que detecta movimiento de personas o animales en las plazas traseras y alerta al conductor si cierra el coche con ellos dentro (está diseñado para evitar despistes trágicos como olvidar a un bebé o una mascota en el vehículo. Nosotros lo hemos probado y hace actuar el claxon y los intermitentes). También puede tener elementos como el sistema de frenada de emergencia en ciudad con detección de peatones, una alerta por cambio involuntario de carril y un detector de vehículos en el ángulo muerto.
Hay cinco niveles de equipamiento disponibles: Essence, Klass, Tecno, Style y Style Limited. En las versiones Limited la presentación es particularmente lujosa, con cuero de color burdeos, inserciones en madera y techo tapizado en Alcantara. Para la carrocería se pueden elegir 10 colores.
El sistema multimedia con más prestaciones (que es opcional) tiene una pantalla táctil de ocho pulgadas, es compatible con los sistemas Android Auto y CarPlay e incluye una suscripción gratuita durante siete años a los servicios LIVE de TomTom (permiten consultar la previsión meteorológica, el precio del combustible, la situación de las cámaras de control de velocidad o el estado del tráfico). Para los dos niveles de equipamiento inferiores no está disponible navegador, pero la compatiblidad con teléfonos móviles les permite mostrar en pantalla las aplicaciones de navegación (con el consiguiente consumo de datos).
Otras de las novedades en el Santa Fe son la posibilidad de instalar un sistema de información proyectada en el parabrisas (Head-up Display) con una superficie de visualización de ocho pulgadas —proporciona información sobre la velocidad a la que circula el vehículo, las indicaciones del sistema de navegación o el funcionamiento de los asistentes a la conducción— y un sistema de recarga inalámbrica para algunos dispositivos móviles.
Esta generación está desarrollada sobre la misma plataforma que el anterior, aunque convenientemente evolucionada. La batalla es 65 mm mayor. Su carrocería mide 4,77 m de longitud, 1,89 m de anchura y 1,68 m de altura. Es, por lo tanto, ocho centimetros más largo, uno más ancho e igual de alto que el modelo al que sustituye, el Santa Fe de 2016 (ficha comparativa). Las llantas de aleación pueden ser de 17, 18 o 19 pulgadas de diámetro. Hyundai también dice que la luneta posterior (la de la tercera fila) tiene un 42 % más de superficie. Dado el crecimiento que ha sufrido, Hyundai ha descartado comercializar en el futuro una variante Grand Santa Fe.