Desde julio de 2013, Hyundai deja de comercializar el ix55. Es un todoterreno de 4,84 m de longitud que tiene siete plazas distribuidas en tres filas de asientos. Se distingue por su gran espacio interior, el equipamiento abundante y la comodidad de la suspensión. El precio que tenía cuando se dejó de vender era de 43 070 €, con un motor Diesel de 239 CV.
Aunque en un principio pueda parecer un coche muy costoso, entre otros modelos semejantes sólo son más económicos un Jeep Commander y un Jeep Grand Cherokee, que están menos equipados y tienen una calidad de acabado peor. Un Toyota Land Cruiser tiene una relación entre precio y equipamiento similar al ix55 (ficha comparativa).
Respecto a otros modelos más lujosos, como un Volkswagen Touareg, un Mercedes-Benz ML y un BMW X5, sigue siendo mucho más recomendable por su precio y su equipamiento, ya que tiene de serie muchos elementos que en estos otros coches son opcionales (ficha comparativa).
Tiene tracción total y no reductora; por ello, por sus neumáticos de carretera y porque su altura libre al suelo no es grande (185 mm), no está pensado para circular por zonas abruptas. Sí puede circular con cierta facilidad fuera de la carretera, por caminos que no estén muy bacheados y en los que no haya desniveles pronunciados.
Motor y conducción.
Es un todoterreno muy cómodo, no tanto como un Volkswagen Touareg con suspensión neumática, pero sí más que un BMW X5. La suspensión absorbe bien los baches (tanto en conducción por carretera como fuera de ella). No obstante, algunas pequeñas irregularidades, como las juntas de dilatación, se dejan notar con claridad en el interior.
El ix55 lleva un nuevo motor Diesel CRDi con seis cilindros en «V», inyección directa por conducto común, 3,0 l de cilindrada y 239 CV de potencia máxima a 3.800 rpm. El par motor es 451 Nm, constante entre 1.750 y 3.500 rpm. Va unido a un cambio automático de seis velocidades.
Puede acelerar desde parado hasta 100 km/h en 10,4 s y tiene una velocidad máxima de 200 km/h. Su consumo medio homologado es 9,4 l/100 km (que equivalen a unas emisiones de 249 g de CO2 por km). Respecto a otros todoterrenos de similares características, el ix55 tiene unas prestaciones malas y un consumo moderado (ficha comparativa).
Con este motor Diesel, el ix55 es muy agradable de conducir. Tiene suficiente fuerza desde un régimen bajo, subiendo de vueltas con suavidad y con una relativa fuerza hasta casi 4.500 rpm. A pesar de los casi 2.300 kg que pesa, es capaz de moverlo con mucha agilidad en casi cualquier circunstancia, si buen puede echarse en falta algo de potencia en adelantamientos en poco espacio.
El cambio automático tiene un funcionamiento correcto: cambia con la suficiente rapidez para un coche de este tipo y sin tirones notables. En general, siempre engrana la marcha más larga posible en cada momento y sólo reduce si se disminuye mucho la velocidad (o pisamos el acelerador haciendo «kick-down»).
No es un coche particularmente silencioso. El motor Diesel se escucha claramente al ralentí en el interior. Una vez en marcha, el ruido del motor queda ocultado por el aerodinámico, que es elevado (sobre todo el que provocan los espejos).
El tacto de la dirección nos ha parecido mejorable. Resulta demasiado sensible cuando circulamos a una velocidad alta y tampoco transmite adecuadamente cómo pisa el coche en cada momento.
Interior y equipamiento.
El ix55 tiene siete plazas, con tres asientos en la segunda fila y dos en la tercera. Destaca sobre otros coches parecidos, por el gran espacio interior del que disponen los ocupantes (es de los mejores todoterrenos en este sentido) y lo bien que está acabado (más impresiones de interior).
El equipamiento de serie es muy abundante. Entre otros muchos elementos, lleva seis airbags, control de estabilidad, reposacabezas delanteros activos, faros de xenón, acceso y arranque sin llave, portón con apertura y cierre automáticos, tapicería de cuero, cargador de CD, asientos delanteros con ajuste eléctrico, suspensión autonivelante y llantas de aleación de 18” (lista completa de equipamiento).
Las únicas opciones disponibles son la pintura metalizada y el navegador con conexión Bluetooth (que es un accesorio de concesionario y cuesta unos 2.500 €).
Técnica y detalles.
El ix55 mide 4,84 m de longitud, 1,94 m de anchura y 1,75 m de altura; su distancia entre ejes es 2,80 m. Es decir, tiene unas dimensiones exteriores parecidas a las de un BMW X5. Un Volkswagen Touareg es algo más corto.
Es básicamente el mismo coche que el Hyundai Veracruz, un modelo que se vende en EE.UU y en Corea. Según Hyundai, tiene unas suspensiones menos flexibles y una respuesta de la dirección más directa que el Veracruz.
Tiene tracción total conectable automáticamente (mediante un embrague multidisco). En condiciones normales, las ruedas delanteras reciben toda la fuerza del motor. En caso de que las ruedas delanteras patinen, se envía fuerza a las traseras. Además, se puede conectar un modo «Lock», que hace un reparto equitativo de la fuerza entre ambos ejes.
El chasis del ix55 es de tipo monocasco o autoportante, que es la configuración más frecuente en los todoterrenos que no están pensados para un uso intenso por zonas abruptas.
La suspensión es independiente: delante es de tipo McPherson, mientras que detrás tiene un paralelogramo deformable. Además, lleva barras estabilizadoras en ambos ejes. La suspensión trasera es autonivelante; es decir, mantiene constante la distancia al suelo del eje trasero, aunque el maletero vaya muy cargado.