El salpicadero del Hyundai IONIQ 6 no es idéntico al del IONIQ 5, pero sigue los mismos trazos maestros de diseño: líneas horizontales, un volante de dos brazos, dos pantallas contiguas de 12,3 pulgadas y un módulo de climatización con superficie sensible al tacto. También hay partes que son completamente distintas. Por ejemplo, en el IONIQ 6 los mandos de los elevalunas están en la consola central y no en las puertas (imagen), y esta consola central es fija, no móvil como en el IONIQ 5 (imagen). Bajo ella hay un gran hueco donde cabe con holgura una botella de dos litros (imagen). La guantera, de tamaño generoso, se abre como un cajón (imagen).
El guarnecido de las puertas tiene un aspecto más sofisticado que en el IONIQ 5. En las delanteras no hay botones (tan solo el tirador), el altavoz ocupa una gran superficie y adquiere una curvatura cóncava, el tabique del hueco inferior es traslúcido y la parte superior tiene un estriado decorativo (imagen). Las puertas traseras son menos espectaculares, pero van muy bien servidas de huecos (imagen). Además, hay un llamativo sistema de iluminación ambiental que permite combinar varios colores y ajustar su intensidad (imagen).
El puesto de conducción es cómodo. El asiento tiene un mullido y una forma que resulta confortable incluso después de mucho tiempo tras el volante. Es probable que haya personas a las que les gustaría poder colocarlo un poco más cerca del piso, como en un BMW i4. En cualquier caso, la ergonomía es buena y se requiere poco tiempo para tener todos los mandos y controles bien localizados, al menos los más habituales. Con todo, la pantalla del sistema multimedia aglutina muchas funciones e inicialmente puede abrumar (para algunas de ellas hay que pasar por muchos menús, quizá demasiados). Nos gusta que el climatizador se pueda controlar sin tener que pasar por la pantalla: debajo de las salidas de aire centrales hay una superficie realizada en plástico negro brillante que contiene todos los mandos (imagen).
Las dos pantallas de 12,3 pulgadas (instrumentación y multimedia) están unidas bajo una misma cubierta de plástico para dar la impresión de ser una única. Los gráficos que se generan en ellas tienen buena resolución, se mueven con fluidez y son bien visibles incluso en días luminosos. La instrumentación cambia de aspecto según el modo de conducción seleccionado (Eco, Normal y Sport; imagen), aunque se puede deshacer esta vinculación para que se vea siempre igual. El nivel de personalización es escaso, pues de las tres regiones en las que está dividida, solo se puede jugar con la información que se ve en la parte central. En la izquierda siempre se mostrará la velocidad y, en la derecha, la autonomía (imagen).
Los IONIQ 6 con acabado Star y Energy (intermedio y alto), incluyen un sistema de información proyectada en el parabrisas que muestra datos esenciales como la velocidad y otros adicionales como las instrucciones del navegador (imagen). Esto último es así siempre que se emplee el navegador del coche, si utilizamos el de nuestro móvil a través de Android Auto o Apple CarPlay, no veremos nada.
Los retrovisores de cámara proyectan su imagen en unas pantallas de alta definición que van situadas en los extremos del salpicadero (imagen). Es un sistema llamativo, muy vistoso, pero que requiere de un periodo de adaptación por dos motivos: en primer lugar, porque la vista apunta instintivamente hacia el lugar donde normalmente suele estar el espejo retrovisor (y aquí no lo hay, pues su lugar lo ocupa una cámara) y no a la pantalla; y en segundo lugar, porque en una pantalla se pierde mucho la percepción de profundidad, lo que dificulta el cálculo de la distancia de separación con los vehículos que vienen por detrás. No obstante, también tienen ventajas, mejoran el coeficiente aerodinámico y reducen el ruido.
Habitabilidad y maletero
El diseño de la carrocería, en forma de cuña en la parte posterior, compromete un poco el acceso a las plazas posteriores. Las puertas traseras son grandes y liberan un hueco generoso, pero como la curvatura del techo desciende rápidamente en ese punto, es necesario tener precaución para no golpearse la cabeza contra el marco superior. No es un aspecto crítico, pero en un Mercedes-Benz EQE, cuya carrocería tiene una silueta parecida, este tema está mejor resuelto.
Una vez dentro, en estas plazas llama mucho la atención el espacio disponible en sentido longitudinal, que es sobresaliente. Hemos medido 85 centímetros, un dato que supera el del Škoda Superb berlina (83 cm), uno de los mejores coches en este sentido de entre los que tenemos mediciones. Por ponerlo en contexto, modelos como el Mercedes-Benz EQE y el Porsche Taycan, ambos con una carrocería ligeramente más larga que la del IONIQ 6, tienen respectivamente siete y once centímetros menos en esta cota. Si los asientos delanteros están colocados en su posición más baja, los pasajeros de las plazas traseras apenas pueden meter los pies bajo los mismos, pero dada la cantidad de espacio disponible en este sentido, es un mal menor.
La altura libre al techo en estas plazas, en cambio, no es tan brillante. Aquellas personas que midan más de 1,83 metros de altura, aproximadamente, rozarán con la cabeza contra el guarnecido. Tampoco la anchura entre puertas es excepcional, aunque se sitúa en un punto intermedio frente a los dos modelos citados en el párrafo anterior: tiene cinco centímetros más que el Taycan y ocho menos que el EQE. En estas plazas hay dos tomas USB de tipo C, dos salidas de aire entre los asientos delanteros, varios huecos portaobjetos y, según el nivel de equipamiento, calefacción para los asientos laterales y un enchufe de tipo Schucko (como los de casa) en la parte inferior de la banqueta. Lo que echamos en falta es un climatizador independiente de la zona delantera.
Al maletero principal del IONIQ 6, el posterior, se accede mediante una tapa de accionamiento automático. Tiene una capacidad de 401 litros, que es poco en relación con el tamaño de la carrocería. Un Mercedes-Benz EQE, que tampoco es excepcional en este sentido, tiene 430 litros y un BMW i4, que es más pequeño por fuera que el Hyundai, 470. Las formas del espacio de carga no son regulares (imagen), por lo que no siempre será fácil aprovechar todo el volumen disponible (imagen). Bajo el piso hay un pequeño hueco adicional (imagen). Si se requiere de más espacio, se pueden abatir los respaldos de la segunda fila, que están divididos en dos partes (imagen). Un punto que nos ha sorprendido positivamente ha sido que la parte superior del área de carga está tapizada (imagen), algo infrecuente hoy en día, incluso en modelos de la categoría de un Mercedes-Benz Clase S.
Delante hay otro pequeño maletero que, en función de la versión, tiene más o menos capacidad: 45 litros en las de tracción trasera (sobrado para guardar los cables de recarga, imagen) y 15 litros en la de tracción total (en este último caso es escaso incluso para guardar los cables de recarga).
Muchos de los materiales de recubrimiento que Hyundai ha empleado para el habitáculo del IONIQ 6 tienen algún tipo de connotación ecológica. Por ejemplo, el cuero de los asientos (sintético) está tratado y coloreado bajo criterios ecológicos (es decir, con compromisos como la reducción al mínimo de trozos de cuero para desperdiciar o la aplicación de productos químicos no contaminantes). Para la tapicería de tela Hyundai utiliza fibras procedentes de plástico PET reciclado y también de este mismo tipo de plástico son muchas de las piezas del salpicadero. La sensación de calidad en general es correcta y los ajustes entre las piezas son precisos. En este campo está parejo con el Tesla Model 3, pero lejos de lo que ofrece un BMW i4.