El Hyundai i10 tiene un interior bien presentado y deja buena sensación. La calidad de construcción me parece correcta. Los materiales que Hyundai ha utilizado en el interior no son lujosos, pero tienen un tratamiento para que sean agradables a la vista y al tacto. Además, las uniones entre ellos parecen estar bien hechas y no se escuchan crujidos cuando se pisa asfalto bacheado. No he localizado piezas con bordes afilados o mal cortadas.
El interior está bien aprovechado. Entre sus alternativas, sólo el Chevrolet Spark ofrece un espacio notablemente más grande para las piernas de los pasajeros de la segunda fila, aunque no sucede lo mismo por anchura para los hombros ni por altura libre al techo. En general, las cotas del habitáculo del i10 son más próximas a las de modelos de mayor tamaño exterior que a otros de tamaño parecido (tabla comparativa de mediciones del interior). Además, el acceso al interior es cómodo porque las puertas abren en un ángulo grande, son altas y por lo tanto dejan un buen hueco para entrar al interior o colocar a un niño en su silla infantil.
Salvo con el nivel de equipamiento básico, el asiento del conductor tiene regulación en altura (imagen del mando que la acciona). En todos los i10, el volante también se puede ajustar en altura, pero no en distancia al cuerpo. La banqueta de la segunda fila de asientos (imagen) cuenta con dos anclajes ISOFIX (en las plazas de los laterales) y con tres reposacabezas regulables en altura.
Durante las primeras horas a los mandos del i10, los asientos delanteros me parecieron algo duros, en especial su respaldo. Con el paso de los kilómetros esta sensación ha desaparecido y he ido cómodo en largos desplazamientos. La consola está muy bien aprovechada con huecos para dejar objetos pequeños de uso cotidiano que se suelen llevar encima. Algunos de ellos tienen el fondo cubierto con una pieza de fieltro. Los ocupantes de las plazas posteriores también pueden dejar objetos en la prolongación de la consola que hay entre los asientos delanteros y en sus propias puertas (imagen). En la parte posterior de los respaldos delanteros no hay ningún bolsillo para dejar, por ejemplo, una revista.
La instrumentación se lee con facilidad y tiene termómetro de la temperatura de líquido refrigerante (imagen), un elemento que cada vez es más difícil de encontrar en los coches.
Hay dos tomas de corriente de 12 voltios, y opcionalmente, una entrada AUX, otra para dispositivos USB (estos dos últimos elementos son opcionales en la versión más básica, imagen) y conexión bluetooth (tanto como conexión telefónica como para reproducir archivos de audio desde un dispositivo externo).
El maletero tiene un volumen de 252 litros. Es prácticamente lo mismo que un Seat Mii (251 litros) y más grande que el de un Renault Twingo (230 litros) y un Ford Ka (224 litros). También es más grande que el del i10 al que reemplaza (225 litros). Los respaldos de los asientos traseros se pueden abatir en dos secciones (un tercio y dos tercios; imagen). La superficie resultante no es plana sino que queda un escalón producido por los respaldos de los asientos (imagen) y el volumen de carga de queda es 1046 litros. Debajo del suelo del maletero hay una rueda de repuesto de medidas de emergencia (imagen).