El Jazz 2015 es un monovolumen de pequeño tamaño con el que Honda sustituye al Jazz de 2011. Su plataforma es completamente nueva (y más ligera), por lo que se trata de una nueva generación, la tercera de este modelo. Honda ya adelantó en septiembre de 2014 su aspecto casi definitivo con un prototipo homónimo (imágenes del Honda Jazz prototipo).
Honda ya admite pedidos de este modelo, aunque las primeras unidades se entregarán en octubre de 2015. Según Honda, el Jazz tendrá un descuento promocional, aunque por el momento no lo ha definido. Sin dicho descuento, la versión más asequible cuesta 15 900 euros, un precio más bajo que el de un Hyundai ix20 o un Nissan Note (ficha comparativa), pero más elevado que el de un KIA Venga o un Citroën C3 Picasso (ficha comparativa).
Su carrocería mide 3,99 metros de longitud, 1,69 metros de anchura y 1,55 metros de altura, por lo que es ligeramente más largo, igual de ancho y un poco más alto que el Jazz 2011 (ficha comparativa). La batalla también es ligeramente más grande (30 mm), circunstancia que redunda en una leve mejora en la habitabilidad frente al modelo anterior —que ya se encontraba entre los mejores en este aspecto—. Según nuestras mediciones, la cota más sobresaliente es el espacio disponible para las piernas de los ocupantes de las plazas posteriores, superior a la de coches de longitud mucho mayor, como por ejemplo un Peugeot 5008, un KIA Carens o un Renault Scénic. La altura libre hasta el techo y anchura entre puertas es similar a las de sus principales rivales.
El maletero tiene 354 litros de capacidad, 17 más que el modelo al que sustituye. Tiene unas formas muy regulares y un borde de carga situado a 61 centímetros del suelo (que es muy poco), por lo que las maniobras de carga y descarga se realizan con facilidad. Abatiendo los asientos posteriores, el volumen aumenta hasta 1314 litros y la superficie restante queda completamente enrasada con el piso del maletero (imagen).
Al igual que en el modelo anterior y en varios de la gama Honda (el HR-V y el Civic, por ejemplo), tiene un sistema, denominado «Magic Seat System» mediante el cual se pueden colocar las banquetas de los asientos posteriores en posición vertical (como algunas butacas de cine) para así poder transportar objetos de hasta 1,30 metros de altura aproximadamente (imagen).
Todos los materiales con los que está recubierto el habitáculo son duros y tienen un aspecto sencillo, aunque el ajuste entre las distintas piezas parece bueno y no se escuchan ruidos malsonantes al circular por carreteras en mal estado. Hay muchos huecos portaobjetos repartidos por el habitáculo, pero ninguno de ellos es especialmente grande ni está recubierto de material antideslizante.
El único motor disponible en la gama Jazz es de gasolina y funciona bajo el ciclo Atkinson, un ciclo que favorece el rendimiento a medio régimen (más información del ciclo Atkinson). Tiene 1,3 litros de cilindrada, 102 CV de potencia máxima a 6000 rpm y 123 Nm de par a 5000 rpm. Funciona con mucha suavidad y, cuando gira al ralentí, cuesta distinguir si está encendido o no. Por el contrario, bajo fuertes aceleraciones o cuando gira por encima de 3000 rpm, la cantidad de ruido que llega al habitáculo es muy elevada; ruido que además no es agradable. Responde con mucha rapidez a los movimientos del acelerador y mueve con cierta agilidad al Jazz, pero para ello es necesario utilizar la palanca de cambios con mucha frecuencia y reducir varias marchas para obtener una aceleración más o menos intensa.
De serie tiene una caja de cambios manual con seis velocidades (el Jazz de 2011 tenía una de cinco) cuyo funcionamiento resulta agradable porque los recorridos están bien definidos y tiene un tacto correcto. Opcionalmente se puede pedir una caja de cambios automática de variador continuo (1000 €) que resulta especialmente recomendable para aquellas personas que vayan a utilizar el vehículo en ciudad o vías de circunvalación. En estos ámbitos, funciona con una suavidad poco usual y permite salir desde parado con rapidez y sin tirones. En carretera abierta, en cambio, no resulta tan agradable porque cuando se requiere una aceleración más o menos intensa (por ejemplo, al subir un puerto o al realizar un adelantamiento), el motor se revoluciona mucho y se mantiene en un régimen fijo, que no guarda relación con la aceleración que experimenta el vehículo. Para tratar de evitar esto, es posible bloquear el variador en siete posiciones fijas (que imitan a siete marchas) desde las levas que hay tras el volante. El resultado no me ha parecido del todo satisfactorio porque no permite mantener la marcha seleccionada si pisamos el pedal del acelerador con cierta intensidad (aunque la seleccionemos manualmente, la gestión electrónica interpreta que necesitamos acelerar con la mayor rapidez posible y vuelve a funcionar en modo completamente automático).
Frente a modelo anterior, Honda ha realizado ajustes en la dirección, que ahora tiene una desmultiplicación distinta (14,1:1 frente a 18,1:1 del modelo anterior) y en la suspensión (la barra estabilizadora delantera tiene un diámetro de 25,4 mm por 18,23 del Jazz 2011). No he conducido el Jazz de 2011, por lo que no puedo establecer diferencias frente al nuevo modelo. Este último tiene una suspensión más bien blanda que absorbe bien las irregularidades de la carretera y que, por lo tanto, ofrece un buen confort a los ocupantes. En carreteras de curvas reacciona siempre con seguridad, pero no invita a circular a mucha velocidad porque la carrocería balancea ostensiblemente. El diámetro de giro es 9,8 metros entre bordillos, por lo que su capacidad de maniobra es mejor que la de un Citroën C3 Picasso o un Hyundai ix20 (necesitan 10,6 y 10,4 metros respectivamente en la misma medición).
El Jazz 2015 está disponible con tres niveles de equipamiento: Trend, Comfort y Elegance (de menos a más equipado). En todos ellos forman parte del equipamiento de serie elementos como el aire acondicionado, el sistema de ayuda al arranque en pendientes, el ordenador de viaje, los elevalunas eléctricos en las cuatro puertas o el sensor de lluvia y de luz. Elementos como el sistema de acceso y arranque sin llave, la alarma antirrobo, la cámara trasera de ayuda al estacionamiento o los faros antiniebla únicamente están disponibles para las versiones con el nivel de equipamiento más alto.
En la consola puede haber dos tipos de pantalla. Una de tipo LCD de cinco pulgadas (de serie con el nivel de equipamiento Trend) y otra TFT táctil de siete (niveles de equipamiento Comfort y Elegance; imagen). La de siete es la que ha estrenado recientemente el Honda CR-V 2015, funciona bajo el sistema operativo Android y permite comunicar teléfonos inteligentes para utilizar algunas aplicaciones que lleven instaladas (imagen). Su funcionamiento me ha parecido mejorable, ya que en ocasiones tarda más tiempo del deseado en ejecutar una función y sus menús tienen una estructura poco clara.
También estrena algunos elementos de equipamiento relacionados con la conducción y la seguridad. Son el frenado automático de emergencia en ciudad y el aviso de colisión frontal —ambos tratan de evitar o reducir las consecuencias de un golpe por alcance; el primero es capaz de actuar sobre los frenos de manera autónoma; el segundo solo avisa al conductor para que reaccione—, la advertencia por abandono involuntario del carril, el sistema de reconocimiento de señales de tráfico y el cambio automático de luces cortas a largas.
Por el momento, el Jazz 2015 no aparece en nuestro comparador de seguros, pero el precio de una póliza no debería ser muy distinto al del Jazz de 2012. Hemos realizado una simulación para un Jazz 1.4 de 99 CV de la generación anterior con el nivel de equipamiento Elegance. El tomador es una mujer de 35 años, con 10 de carné, que recorre unos 10 000 km anuales, aparca en la calle y reside en Valladolid. La compañía que ofrece un seguro a todo riesgo más barato es Nuez Seguros y cuesta 377 euros al año. Se trata de una póliza con una relación entre calidad y precio buena (7,4 puntos sobre 10) y una calidad regular (5,41 puntos sobre 10).