Honda sustituye el Jazz, que apareció en 2001, por un modelo con el mismo nombre. Es un coche completamente nuevo, ya que utiliza una plataformadiferente a la del modelo anterior. Ya está a la venta, aunque las entregas no comenzarán hasta noviembre.
Lo mejor de este modelo es la funcionalidad del habitáculo y del maletero (más información del habitáculo). También por lo agradable que resulta de conducir por cuidad debido a la suavidad y el poco ruido que hacen los motores, y al poco espacio que necesita para maniobrar. Tiene la longitud de un Fiat Idea, pero su carrocería es más baja (parecida a la de un Nissan Note).
Está a la venta desde 13.950 € hasta 17.050 €, una cantidad mayor que la que hay que desembolsar por modelos como el Opel Agila/Suzuki Splash o el Mitsubishi Colt. Un Mercedes-Benz Clase A es mucho más costoso.
Hay disponibles dos motores, ambos de gasolina. Uno es un 1,2 l de 90 CV y el otro tiene 1,4 l de cilindrada y 99 CV (Honda se refiere a él como 100 CV). Son motores nuevos (entre otras cosas, tienen cuatro válvulas por cilindro en lugar de las dos válvulas por cilindro que tienen los del anterior Jazz).Los dos motores nuevos van acoplados a un cambio manual de cinco velocidades.
He conducido las dos versiones por ciudad con lo que no tengo una opinión clara sobre las ventajas de uno sobre otro. Desde el punto de vista de la seguridad sí tengo claro que hay que optar por el más potente que es el único de los dos que tiene control de estabilidad «VSA».
Me parece sobresaliente el trabajo que ha hecho Honda con el aislamiento del motor. Detenido en un semáforo es realmente dificil saber si está en marcha o apagado porque no vibra ni se oye (de hecho es más fácil oir el ruido de los coches de alrededor).
Con el cambio manual hay un testigo en el salpicadero («SIL», del inglés Shift Indicator Light) que indica el momento óptimo, desde el punto de vista del ahorro de combustible, para cambiar de marcha. Es algo que estreno el Honda Accord.
Opcionalmente, el de 99 CV puede tener un cambio automático: es una caja manual con automatismos en el embrague y los mandos del cambio, llamada «i-SHIFT». Por lo tanto, Honda deja de usar el cambio de variador continuo que tiene el Jazz de 2001 («CVT»).
Este nuevo cambio tiene seis marchas. Según Honda, tiene una gestión electrónica prevista para que reduzca marchas de forma automática en bajadas pronunciadas (para dar retención) o en zonas de curvas. Se puede manejar manualmente, mediante la palanca que hay entre los asientos o desde unas levas en el volante.
Con este cambio automático, el Jazz de 1,4 l tiene un consumo medio menor que la variante manual, pero sus prestaciones son inferiores (ficha comparativa). De este modo, el Jazz 1.4 con cambio manual gasta 5,3 l/100 km, mientras que el automático tiene un consumo de 5,1 l/100 km (el mismo que el del Jazz 1.2 de 90 CV). Sea con un cambio o con otro, el consumo de combustible del Jazz es más bajo que el de cualquier otro monovolumen de un tamaño semejante.
El cambio «i-SHIFT» es una evolución del que tiene el Honda Civic. Según Honda, ahora hace los cambios con mayor suavidad y rapidez, y la lógica de funcionamiento ha sido mejorada.
No he conducido un Civic con este cambio pero en el Jazz, desde luego, no cambia de marchas con rapidez. Más bien todo lo contrario, la aceleración queda interrumpida durante unos instantes que, en ocasiones se hacen demasiado largos. Creo que conviene probarlo antes de decirse por él.
Con este cambio automático, el Jazz lleva un sistema que ayuda al arranque en pendientes («HSA»). Sería deseable que las versiones con cambio manual también contaran con este dispositivo, porque suele ser más necesario que en los coches automáticos.
El Honda Jazz modelo 2009 mide 3.900 mm de largo, 1.695 mm de ancho y 1.525 mm de alto. La altura no ha cambiado, pero ahora es más largo y ancho. Respecto al Jazz anterior ha crecido 55 mm, 50 de ellos en la distancia entre ejes, lo que repercute en un habitáculo con mucho espacio para las piernas. El diámetro de giro es 9,8 m; es decir, es un coche que maniobra mejor de lo habitual.
Este modelo continúa teniendo el depósito de combustible en el centro del bastidor, bajo los asientos delanteros.
Tiene alguna solución para limitar el daño que se produce a los viandantes en caso de atropello. Una es que los pivotes de los limpiaparabrisas se desacoplan en caso de fuerte impacto. Otra es que entre el capó y el motor queda un vano suficientemente amplio para amortiguar el impacto del cuerpo de un peatón.
Las fotos del modelo rojo que acompañan a esta información son de la versión Sport que no se comercializa en España (tiene un paquete de elementos de aspecto deportivo).
Los pilotos tienen diodos para el alumbrado de posición y freno.
El equipamiento puede ser abundante con elementos como el climatizador, el ordenador, un techo panorámico de cristal que ocupa casi toda la superficie del techo, un navegador sobre el salpicadero o sensores de ayuda al aparcamiento delante y detrás (algunas opciones se montan en el concesionario). Entre las cosas que se pueden echar en falta están un sistema de entrada y arranque sin llave o un sistema de alumbrado más avanzado.