El motor de gasolina que lleva el CR-Z está derivado del que tienen algunas versiones del Honda Jazz no destinadas a Europa. Es un 1.5 i-VTEC de cuatro cilindros distinto al que tienen los otros dos modelos híbridos de Honda, el Civic Hybrid y el Insight (llevan uno de 1,3 l de cilindrada).
Respecto al que lleva el Jazz, Honda ha tenido que cambiar en este motor los conductos de admisión y el filtro de aire para hacerlo menos alto. De esa manera cabe bien debajo del capó y el CR-Z puede cumplir la normativa actual de protección de ocupantes (que, entre otras cosas, exige que haya una determinada distancia libre entre el capó y el motor para amortiguar el impacto de un posible peatón).
Otro de los cambios de este motor respecto al Jazz que se vende en algunos países está en el sistema de distribución. A bajo régimen una de las dos válvulas de admisión de cada cilindro se abre muy poco; favorece que el aire de admisión entre con una turbulencia mayor y permite que la combustión sea más rápida y limpia.
El motor eléctrico da 14 CV y 78 Nm de par. Es el mismo que lleva el Insight y está situado entre el motor de gasolina y la caja de cambios. A diferencia del Insight y del Civic Hybrid, el CR-Z no puede circular a una velocidad muy baja utilizando únicamente el motor eléctrico.
La batería del CR-Z tiene 100,8 V y es de níquel e hidruro metálico y va colocada debajo del maletero. También es la misma que tiene el Insight. Según Honda, al final de la vida útil del vehículo los concesionarios se pueden encargar de recoger las baterías de los vehículos híbridos para enviarlas a los centros de reciclaje.
El CR-Z comparte ciertos elementos de su plataforma con el Insight (que a su vez los comparte con el Jazz). La mayor diferencia entre ambos es que la distancia entre ejes es 115 mm menor en el CR-Z, mientras que las vías son más anchas (20 mm la delantera y 25 mm la trasera). Al aumentar la vía delantera, también aumenta la palanca que hace el brazo inferior de la suspensión (McPherson); para compensarlo esta pieza (imagen) está fabricada de aluminio forjado que es más resistente y por otra parte pesa menos (unos 4 kg) que la de acero estampado que lleva el Insight.
Pesa 1.222 kg en condiciones de homologación, que es más bien poco para un vehículo de casi 4,1 m de longitud. Su coeficiente aerodinámico (Cx) es 0,30. Honda no ha facilitado la superficie frontal de carrocería, con lo cual no es posible determinar si el CR-Z tiene una resistencia aerodinámica (que es producto de la superficie frontal por el coeficiente aerodinámico) alta o baja.