Plazas delanteras
El puesto de conducción tiene dos aspectos que destacan por encima de otras cualidades. Uno es que los asientos (imagen) van más bajos de lo habitual en un turismo de este tipo (esto no es bueno ni malo, sino que dependerá de los gustos y necesidades de cada uno). Siempre van calefactados y en la versión más costosa van tapizados en cuero y tienen regulaciones eléctricas. Dos, que los pilares del parabrisas son más estrechos de lo normal y por ello molestan poco en las curvas cerradas: esto sí es indudablemente bueno.
El salpicadero tiene un diseño moderno y limpio, sin los artificios de, por ejemplo, un DS 4 o unPeugeot 308. Todos los mandos quedan a mano y el tacto de los mismos es muy bueno, especialmente el de las ruletas del sistema de climatización.
La pantalla del cuadro de instrumentos (imagen) que forma parte del equipamiento de serie con el acabado Advance (el más sofisticado) muestra la información de una manera más o menos sencilla, clara y se ve bien en todas las condiciones de luz. No tiene muchas posibilidades de personalización pero, en general, se maneja bien. Por delante de esta pantalla hay una lámina de plástico que no produce reflejos pero me parece poco resistente a las rayaduras: el Honda Civic que hemos probado tenía 700 kilómetros al inicio de la prueba y esta lámina ya estaba ligeramente estropeada.
Las versiones con los acabados Elegance y Sport tienen una instrumentación más sencilla, con dos indicadores de agujas separados por una pantalla a color. No podemos dar opinión sobre ella porque no la hemos probado.
El sistema multimedia es similar al que Honda estrenó en el HR-V. Se maneja desde una pantalla de nueve pulgadas situada en la parte alta del salpicadero y su funcionamiento es sencillo, rápido y bastante intuitivo, aunque puede parecer que los menús tienen un aspecto poco vistoso y quizá algo anticuado (imagen). Esta pantalla se puede configurar de forma parecida a los Widgets de un teléfono móvil: se pueden elegir qué accesos directos aparecen, cuáles no y en qué orden. Además, en la parte inferior hay varios iconos que dan acceso directo a determinadas funciones. A la izquierda, hay varios mandos físicos, incluída una ruleta para subir y bajar el sistema de sonido. Gracias a todo ello, es muy sencillo tener un acceso rápido a la mayor parte de las funciones del vehículo.
El sistema multimedia es compatible conAndroid Auto yCarPlay (en este último caso sin necesidad de cables) y tiene un sistema de reconocimiento de órdenes vocales que admite un lenguaje natural (no es tan bueno como el de Mercedes-Benz, ni como el que llevan los vehículos que utilizan el sistema operativo Android Automotive, pero resulta útil para activar o desactivar algunas funciones).
En contra de la corriente actual, los mandos del climatizador (imagen) siguen siendo ruletas y botones físicos, algo que nos parece todo un acierto (es mucho más sencillo, rápido y seguro que interactuar con una pantalla, especialmente en marcha).
Uno de los puntos más peculiares del interior del Honda Civic es que no hay una palanca selectora de marchas (como tiene el HR-V) sino cuatro pulsadores (imagen; como el CR-V). Esta solución quizá requiera un tiempo de adaptación si se viene de un coche con la típica palanquita. En dos ocasiones me ha sucedido que he puesto la marcha atrás cuando quería circular hacia delante. Esto se debe a que la marcha atrás se elige empujando un botoncito hacia detrás, en la misma dirección en la que se pone marcha adelante (D) en los coches automáticos con la habitual palanquita selectora.
Delante de los botones selectores de la posición de marcha está la zona de recarga inalámbrica (imagen), que es muy amplia (según Honda, cabe un móvil del tamaño de un iPhone 15 Pro Max, que es de 6,7 pulgadas).
Solo hay plástico blando en la zona superior del salpicadero y de las puertas delanteras, en el resto son duros, aunque tienen buena presencia. Hay algún detalle mejorable, como la ausencia de un fondo de goma o textil en las bolsas de las puertas o los huecos de la consola (solo tiene uno de goma el cajón que hay bajo el apoyabrazos central). La guantera que hay frente al asiento del pasajero es más pequeña que la del modelo anterior, pero es suficiente para guardar el libro de instrucciones y alguna cosa más (imagen).
Plazas traseras
Aunque la carrocería del Civic describe una curvatura muy pronunciada en la zona de las plazas traseras, el acceso al habitáculo no es especialmente complicado (apenas hay que agachar la cabeza para ello). No es tan sencillo como en unHR-V o unCR-V, que son SUV que tienen puertas más grandes y unos asientos colocados a mayor altura, pero en este sentido, el Civic no es peor (ni mejor) que sus principales alternativas.
En general, el Civic sobresale frente a la competencia porque es más ancho entre puertas y porque tiene más espacio para las piernas que la media (mediciones del interior). Sin embargo, está un poco por debajo por espacio libre al techo en las plazas posteriores. Si alguien de 1,85 metros de estatura se sienta atrás más o menos erguido, quizá note que su cabeza queda un poco encajada entre el techo y el lateral de la carrocería. Por lo demás, irá cómodo. Aunque el Honda Civic es un coche ancho por dentro, no lo es lo suficiente como para que tres adultos quepan de manera cómoda durante un desplazamiento medianamente largo, pero es algo que ocurre en mayor o menor medida en todos sus rivales.
Frente al modelo al que reemplaza, que ya era bueno en este sentido, el Civic 2023 tiene unas plazas posteriores con más espacio para las piernas (hemos medido 75 cm), más anchura entre puertas (hay dos centímetros de diferencia) y menos del altura libre al techo (hemos medido dos centímetros de diferencia en unidades con techo solar instalado). Tabla comparativa de mediciones del interior del Civic 2023 y Civic 2020.
Al final de la consola central hay salida de aire y tomas de corriente USB de las grandes (imagen).
Maletero
En contra de lo que suele ser habitual, el maletero del Civic 2023 (imagen) es más pequeño que el del modelo al que reemplaza: pasa de 478 a 410 litros, que es una diferencia notable. No es pequeño en términos generales, pero frente a otros modelos de características similares no destaca como sí lo hacía el del modelo anterior: listado de turismos de entre 4,3 y 4,6 metros de longitud, ordenados por volumen del maletero.
No obstante, las formas del mismo son bastante regulares (exceptuando la parte que está más pegada a los asientos, que tiene un pequeño escalón). El portón, al ser tan largo, deja un vano de carga amplio. Debajo del piso caben objetos que no ocupen mucho (en el modelo anterior había un hueco mucho mayor), como los triángulos de emergencia (imagen). El kit de reparación de pinchazos va situado en uno de los laterales del maletero (imagen). También en los laterales hay una de corriente y ganchos para colgar bolsas (imagen).
El sistema para ocultar el equipaje es curioso (e ingenioso): hay una bandeja que se mueve solidaria con el portón y una cortinilla que ocupa el espacio entre esa bandeja y los respaldos; lo llamativo es que la cortinilla se enrolla en un lateral (imagen) en vez de hacerlo en un carrete tras los asientos. La pieza en la que se recoge se puede extraer y ocupa tan poco espacio que se puede dejar en cualquier sitio del coche.