Ford S-MAX (2021) - Prueba | Impresiones del interior
Apenas hay diferencias entre el habitáculo de un Ford S-MAX 2015 y un S-MAX 2021. El cambio de mayor relevancia es la actualización del sistema multimedia SYNC 3, que comprende una renovación de la interfaz de manejo (imagen del SYNC 3 en el S-MAX de 2015 y del SYNC 3 en el S-MAX 2021) y la incorporación de nuevas funcionalidades, como una conexión permanente a internet que permite realizar acciones a distancia, por ejemplo, la consulta de datos del estado del vehículo a través de un teléfono móvil (la conexión con Android Auto y Apple CarPlay sigue siendo mediante cable). Otra novedad es la sustitución del selector del cambio mecánico de palanca (imagen) por uno electrónico circular (imagen).
En el resto de aspectos, el interior del S-MAX 2021 es idéntico al S-MAX 2015, por lo que toda la información que publicamos en su momento para el modelo 2015 conserva su vigencia (puede leerse aquí). No obstante, en este texto vamos a hacer un resumen de los puntos más destacables.
El Ford S-MAX viene de serie con siete asientos, aunque se puede pedir que solo tenga cinco (Ford resta 760 euros al precio del coche). Yo he probado uno con el nivel de equipamiento Vignale, que incluye unos asientos delanteros con multitud de ajustes adcionales a los habituales: se puede modificar el abultamiento lateral de la banqueta y el respaldo, así como personalizar el apoyo del respaldo a tres alturas distintas (imagen) y cuentan con funciones de masaje, ventilación y calefacción. Además, van tapizados en piel natural y tienen la trama decorativa en hexágonos típica de los Ford Vignale (imagen). Son cómodos, unos buenos asientos para viajar y hacer muchos kilómetros.
Desde el puesto de conducción, los principales mandos están a la vista y quedan cerca de la mano. La nueva interfaz del sistema SYNC3 es más clara y fácil de manejar. Cuesta poco aprender dónde está cada cosa y enseguida uno se habitúa a ella. Se agradece que para realizar algunas funciones (como cambiar el volumen del audio o la temperatura del climatizador) haya unos botones mecánicos en el salpicadero.
La instrumentación se nota desfasada, tanto por calidad de gráficos como por posibilidades de personalización. En realidad, da toda la información que se necesita, en eso no hay queja, pero visualmente no tiene el atractivo de otras más actuales como la del Ford Kuga (imagen). Para navegar por sus diferentes menús hay que utilizar una cruceta que hay en la parte superior del radio izquierdo del volante (imagen). No es una buena ubicación porque esta cruceta tiene un poco de curva y es incómoda de pulsar. Ford ha resuelto este problema en otros modelos desde hace algún tiempo, ya que los botones para controlar la instrumentación (que ahora están en el radio derecho) son planos y quedan frente al conductor (imagen del volante de un Ford Kuga).
Al acceder a las plazas posteriores (segunda y tercera fila) conviene tener cuidado para no golpearse la cabeza, tanto al entrar como al salir, sobre todo aquellas personas de una estatura de en torno a 1,80 metros o más.
Las tres plazas de la segunda fila son idénticas (imagen), por lo que en el S-MAX el pasajero del centro irá más cómodo que en otros vehículos con una banqueta corrida. Cada una de esas plazas se puede mover en sentido longitudinal (15 cm), ajustar la inclinación de su respaldo (imagen) y extraerse del habitáculo (aunque cada asiento pesa en torno a 30 kilogramos). En su posición más retrasada, el espacio para las piernas es generoso. También lo es la anchura entre puertas, que da para que tres adultos de corpulencia normal viajen bien o para meter tres sillas infantiles (la plaza central tiene ISOFIX, como las laterales, imagen). La cota más crítica es la de altura hasta el techo. Conviene no pedir el techo de cristal si detrás van a viajar personas de 1,85 metros o más. Se pierden tres centímetros que son fundamentales para que las personas más altas no tengan que ir encogidas.
En la última fila hay dos asientos, sin regulaciones (solo la altura del reposazabezas) ni posibilidad de ser extraídos (imagen). Si no se necesitan, tirando de unas cintas se pliegan y quedan enrasados con el resto del maletero (imagen e imagen). El proceso de pliegue y despliegue es sencillo y no requiere de mucho esfuerzo. Estas son una plazas en las que hay poco espacio y que requieren de un poco de colaboración por parte de los pasajeros de la segunda fila (corriendo sus asientos un poco hacia delante) para que una persona de talla media pueda ir con un confort soportable.
Con las siete plazas en posición de servicio, el maletero tiene un volumen de 185 litros. Como se puede ver en esta foto, da para meter un carrito infantil plegado y una maleta de pequeñas dimensiones. O bien, para meter una maleta mediana y otra pequeña (imagen). En la misma configuración, un SEAT Alhambra tiene 267 litros (imagen) y un Renault Espace, 247 (imagen).
Si se pliega la tercera fila y se pasa a configuración de cinco plazas, el volumen de carga es de 630 litros. En esta imagen se observa como además del carrito y las maletas citadas en el párrafo anterior, cabe además una maleta de tamaño grande. Y sobra espacio. No obstante, el maletero del Alhambra sigue siendo más capaz (658 litros; imagen), no así el del Espace, que es un poco más pequeño (614 litros; imagen).
El piso del maletero del S-MAX no se puede colocar a distintas alturas, pero sí que hay bajo él un pequeño hueco para meter herramientas, chalecos u otros objetos de utilidad (imagen). El borde de carga está cerca del suelo, por lo que no hay que levantar mucho los objetos para introducirlos dentro. La tapa del maletero tiene accionamiento eléctrico.