El Ford Ranger es un pick-up con tracción total que está disponible con dos motores Diesel —de 170 y 213 CV— y que tiene un precio de partida —26 984 euros— inferior al de la mayoría de sus alternativas; listado de precios de la gama Ranger. Hay tres tipos de carrocería: Cabina Sencilla (una fila de asientos; 5,28 metros de longitud), Super Cab (dos filas de asientos, la trasera con transportines; 5,36 metros de longitud) y Doble cabina (dos filas de asientos convencionales; 5,36 metros de longitud). Además hay una versión con multitud de cambios enfocada a conseguir unas prestaciones off-road sobresalientes, llamada Raptor, que tratamos por separado en este artículo.
Desde su lanzamiento al mercado en agosto de 2019, Ford ha ido modificando la gama y poniendo a la venta varias versiones especiales. Las dos últimas datan de octubre de 2021 y se llaman Wolftrak y Stormtrak. La primera de ellas —Wolftrak— está basada en el acabado XLT, al que añade varios detalles de la carrocería en color negro mate, un revestimiento de plástico para el espacio de carga, unos neumáticos todoterreno, un diferencial trasero con bloqueo manual y el sistema multimedia SYNC3 con pantalla de ocho pulgadas. Solo se puede pedir con el motor de 170 caballos y la caja de cambios manual, y tiene un precio de 31 404 € (1350 € más que el XLT; ficha comparativa).
La versión Stormtrak está basada en el acabado Wildtrak, pero tiene detalles estéticos y de equipamiento específicos: pegatinas de color negro en los laterales de la carrocería, capó y portón, parrilla con insertos en color rojo, unas llantas de 18 pulgadas con diseño específico, asientos de piel, umbrales de las puertas iluminados, faros de ledes o una caja de carga forrada de plástico con paneles divisorios y cubierta con accionamiento eléctrico. Únicamente está disponible con el motor de 213 CV y la caja de cambios automática de diez velocidades; su precio es de 42 606 € (1780 € más que el Wildtrak; ficha comparativa).
En mayo de 2020, Ford puso a la venta la versión «Thunder», que estaba limitada a 4500 unidades para toda Europa —todas ellas ya vendidas— y tenía el motor de 213 CV. Estaba basada en una Ranger Wildtrak, sobre la que aportaba cambios estéticos: el color Gris Marino de la carrocería combina con el Negro Ébano de la parrilla, los tiradores de las puertas, el arco de la caja, los paragolpes y los marcos de los faros antiniebla, y contrasta con el rojo —detalles en el arco de la caja, la parrilla (imagen) y la inscripción Thunder de las puertas (imagen)—. Las llantas también son negras de 18" (imagen) y los faros y pilotos están oscurecidos.
Además de las mencionadas versiones especiales, en la gama «convencional» del Ranger hay cuatro niveles de equipamiento: XL, XLT, Limited y Wildtrak. Ficha comparativa de los cuatro.
Respecto al Ranger 2016, el Ranger modelo-año 2019 tiene un cambio automático distinto (de diez velocidades), más equipamiento tecnológico y más moderno y un aspecto, exterior e interior, ligeramente diferente. En este listado aparecen todos los pick-up con los que compite el Ford Ranger en el mercado español por tamaño y potencia. El más asequible es el propio Ranger, seguido del Nissan Navara y el Isuzu D-MAX N60.
La gama de motores está compuesta por los dos Diesel ya citados —no hay de gasolina, ni otro sistema de propulsión alternativo—, ambos pertenecientes a la familia que Ford denomina EcoBlue: tienen cuatro cilindros y 2,0 litros de cilindrada (tienen menos cilindrada y más potencia que los del Ford Ranger 2016). El de 170 CV tiene un turbocompresor con álabes de posición variable (o de geometría variable) y genera un par máximo de 420 Nm. Reemplaza al motor 2.2 TDCi de 160 CV y 385 Nm del Ranger 2016.
El más potente, de 213 CV, tiene dos turbos de diferente tamaño. El más pequeño es de geometría fija y su trabajo es efectivo a bajas revoluciones, mientras que el más grande es de geometría variable y está pensado para trabajar a medias y altas revoluciones. Este motor produce un par máximo de 500 Nm, 30 Nm más que el 3.2 TDCi de 200 CV del Ranger 2016, que tenía cinco cilindros.
Los dos motores tienen un funcionamiento parecido, que me ha parecido agradable en términos de suavidad y solo regular en términos acústicos (el ruido que genera es bastante feo y además llega con claridad al habitáculo). La diferencia de potencia entre ambos es evidente, sobre todo cuando giran a bajas vueltas (el de 213 CV se siente más «lleno»), pero ninguno hace del Ranger un coche especialmente rápido. Con el coche cargado, circunstancia en la que no lo he probado, es muy posible que haya que trabajar intensamente con el cambio para mantener un ritmo medianamente ágil (más con el del 170 CV que con el de 213, lógicamente).
La caja de cambios puede ser manual de seis relaciones o automática de diez con convertidor de par. Con esta última, Ford asegura que el consumo es un 4 % más bajo «en condiciones reales de conducción» que en el Ranger 2016 equivalente, algo que no hemos podido comprobar por nuestras carreteras habituales (solo lo hemos probado durante una breve toma de contacto en una presentación). En cualquier caso, dicha caja tiene un funcionamiento correcto; no es especialmente rápida, pero sí que realiza los cambios con suavidad.
El sistema de tracción total tiene reductora y es conectable manualmente —el conductor elige cuándo circular con tracción a un solo eje, el trasero, o a los dos—. Es un sistema muy eficaz que, si se acompaña de unos unos neumáticos adecuados, permite circular con facilidad por caminos complicados. La principal carencia del mismo es que no tiene un diferencial central, y por lo tanto, las ruedas delanteras y traseras giran solidarias cuando se selecciona el modo de tracción total (es decir, solo se puede circular de ese modo cuando la superficie es resbaladiza). Algunas versiones tienen un diferencial posterior con bloqueo manual, un elemento interesante si se va a circular habitualmente fuera de la carretera.
El sistema multimedia SYNC 3 sustituye al SYNC 2 del Ranger 2016. Tiene un procesador más rápido, se ve en una pantalla de más calidad (de ocho pulgadas) y es compatible con aplicaciones como Android Auto, Apple CarPlay y FordPass. Esta última permite ver en un dispositivo móvil datos sobre el vehículo como el nivel de aceite y la presión de los neumáticos. También da la posibilidad de bloquear y desbloquear las puertas desde cualquier lugar en que se tenga acceso a internet.
Es novedad en el equipamiento de seguridad el sistema de frenado de emergencia, que detecta tanto vehículos como a peatones y un limitador de velocidad inteligente, el cual fija el valor de velocidad máxima en función de los datos que reciba del sistema de reconocimiento de señales de tráfico, otro elemento novedoso en el Ranger 2019.
El acceso y el arranque puede ser manos libres (es decir, sin necesidad de pulsar ningún botón del mando-llave) y está disponible un sistema de ayuda al aparcamiento (mueve el volante, mientras que el conductor ha de encargarse de acelerar y frenar), una alerta por abandono involuntario de carril, un asistente para mantenerse dentro del carril y un programador de velocidad activo. El control electrónico de estabilidad (ESP) tiene una programación específica para cuando se tira de un remolque.
Los cambios en el diseño afectan a elementos como ambos parachoques y la rejilla frontal. En el interior son diferentes algunas molduras decorativas y los estampados en los asientos y puertas. Hay dos nuevos colores para la carrocería: Plata Luna y Azul Lightning.