Ford Mustang Shelby GT350R (2017) | Información general

08/05/2017 |Enrique Calle (@QuiqueCalle)

Los Ford Mustang GT350 y GT350R son las versiones más potentes disponibles del Ford Mustang 2015. Tienen un motor atmosférico V8 de 5,2 litros de cilindrada con 533 CV que es capaz de girar a un régimen muy elevado.

Sólo están disponibles con carrocería de tipo cupé (la descapotable queda reservada a los Mustang de menor potencia), el cambio de marchas es manual y la tracción es en las ruedas posteriores. No se comercializan en España y no está previsto que lleguen más adelante. En EEUU su precio es 56 100 y 63 600 dólares respectivamente.

Ambos comparten no sólo el motor, la caja de cambios o el diferencial autoblocante trasero. También el chasis y la suspensión. Son, por lo tanto, muy similares técnicamente, siendo la diferencia más significativa la mayor ligereza del «R». Para conseguirlo, Ford ha eliminado los asientos posteriores (imagen), muchos elementos de equipamiento y ha puesto unas llantas de fibra de carbono. Visualmente, la diferencia más significativa del Mustang Shelby GT350R es que lleva un alerón posterior de gran tamaño y fabricado con fibra de carbono (imagen). En el apartado Información técnica hay más información.

He conducido el Ford Mustang Shelby GT350R en circuito. Mi impresión es que se trata de un modelo claramente más orientado a la conducción deportiva que cualquier otro Mustang. Se nota que Ford ha hecho cambios profundos para que sea efectivo, veloz y sea un poco más ágil (ficha comparativa del V8 de 421 CV y del Shelby GT350R). Los neumáticos, de tipo semislick, son exclusivos y contribuyen a que la adherencia sea muy elevada.



Me ha gustado mucho la entrega de potencia y el sonido de su motor, su capacidad de tracción, el cambio de marchas o la frenada. Este coche tiene cierta similitud con los cupés potentes de hace unos años. Se parece tanto por disposición mecánica (motor delantero, tracción trasera y cambio manual) como por lo que transmite. La entrega de potencia de su motor atmosférico no tiene nada que ver con la del motor turboalimentado de, por ejemplo, un BMW M4. Tampoco se parece a este porque las ayudas electrónicas a la conducción no intervienen tanto ni de forma tan evidente.

Parece que la conexión con el asfalto está poco filtrada. Se notan con claridad los deslizamientos de la zaga (si el conductor los provoca, algo fácil por otra parte), el contacto de las ruedas con el piso, el elevado y agudo sonido del escape, las vibraciones del motor y el endurecimiento de la palanca de cambios al engranar cada relación. Todo ello hace que el conductor viva grandes sensaciones al volante; aunque eso esí, según nuestras mediciones, en recta no es particularmente veloz para su potencia.

El Ford Mustang Shelby GT350R es para aquellos que no les importe ceder unas décimas por vuelta en un circuito y que no necesiten lo último en tecnología o la máxima calidad de acabado. Si se busca un deportivo perfecto (o casi), un Porsche 911 Turbo es mejor compra, aunque su precio supera varias veces al del Ford. Quizá también sea objetivamente mejor un Audi R8, aunque a algunos les parece poco excitante, demasiado «fácil» de llevar. Bajo mi punto de vista, un Mercedes-AMG GT es peor que el Mustang si el objetivo es disfrutar al volante: es menos predecible y da menos confianza, aunque no discuto que pueda ser más rápido. El Mustang tampoco tiene mucho que ver con un BMW M6, que es mucho más lujoso, al igual que ocurre con un Mercedes-Benz AMG C 63 S Coupé. Actualmente, en el mercado español no hay coches con un planteamiento similar al de este Mustang.