Ford Fiesta (2013) | Impresiones del interior
Las diferencias entre el interior del Ford Fiesta de 2008 y el de 2013 son muy pequeñas, tan solo algunas molduras decorativas, el tapizado de los asientos y pequeños detalles de equipamiento. Todo lo que cuenta Enrique Calle del interior del Fiesta de 2008 en esta información es aplicable al Fiesta de 2013.
El interior transmite una buena impresión porque muchas superficies están recubiertas con plásticos blandos. Además, los ajustes entre las distintas piezas son buenos y transmiten sensación de solidez al circular por carreteras bacheadas o por asfalto adoquinado. Carece de algunos elementos útiles, como por ejemplo asideros en el techo (en ninguna plaza) o luces en los parasoles.
En las mediciones interiores del Fiesta de 2013 hay ligerísimas diferencias con respecto a las del Fiesta de 2008, pero no tienen nada que ver con cambios en el coche, sino con la dificultad de medir con precisión el interior. En cualquier caso, el Fiesta no es de los coches con mayor amplitud entre los de su tamaño. Se sitúa en la zona media de la tabla prácticamente en todas las mediciones relativas a los asientos posteriores: espacio para las piernas, altura y anchura (tabla comparativa de mediciones interiores).
Tiene un buen número de huecos portaobjetos repartidos por el habitáculo. Entre los dos asientos delanteros hay un hueco profundo (donde se sitúan las tomas USB y Aux) y dos posavasos (uno de ellos ocupado por el cenicero en el caso en que pidamos el paquete fumador). Frente a la palanca de cambios hay otro hueco donde cabe una cartera, unas llaves o un teléfono móvil y en las versiones más equipadas —«ST-Line» y «Titanium»— además hay un reposabrazos con un cajón muy profundo. La guantera es amplia y permite acomodar sin problemas la documentación del coche y un chaleco de alta visibilidad. Está iluminada, pero carece de refrigeración o cierre con llave. El fondo está tapizado e impide que las cosas que depositemos hagan ruido al moverse de un lado a otro.
El puesto de conducción está bien conseguido, los ajustes del volante y los asientos son amplios y permiten que personas de muy diversa envergadura puedan acomodarse con facilidad. Todos los mandos se sitúan cerca de la mano, aunque muchos de ellos son de un tamaño muy reducido y cuesta acertar a pulsar en ellos cuando estamos circulando. El sistema de navegación «Sony SD» que utiliza Ford tiene un método para escribir direcciones lento. Las flechas para llevar el cursor hasta la letra correcta no es tan práctico como una ruleta que permite avanzar y retroceder más rápido. Además, su posición elevada, lo hace poco cómodo porque requiere mantener el brazo demasiado alto durante todo el tiempo necesario (más información y vídeos de éste sistema de navegación).
Los asientos tienen un mullido firme que impide que el cuerpo se hunda en ellos y proporcionan un agarre lateral bueno cuando circulamos a un ritmo alto por carreteras con muchas curvas. Además, son cómodos incluso en viajes de varias horas, pero no tienen regulación del apoyo lumbar en ninguna de las plazas y van situados en una posición muy alta respecto al suelo, incluso en su posición más baja.
El reposacabezas central de las plazas posteriores no es de serie en ningún nivel de equipamiento —antes lo era en el «Titanium X», que ya no está disponible— pero tiene un precio muy bajo (40 €) como opcional.
El maletero del Fiesta tiene una capacidad de 290 litros y unas formas que permiten aprovechar bien todo el espacio disponible. Tiene ganchos, perchas y cintas elásticas para mantener la carga sujeta. Por tamaño se sitúa en un término medio entre sus principales alternativas; es un volumen similar al de un Opel Corsa (285 l) menor que el de un Dacia Sandero (320 l) o un Škoda Fabia (330 l) y mayor que el de un Mazda2 (280 l) o un Audi A1 (270 l) (listado comparativo de turismos entre 3,9 y 4,1 metros, ordenado por volumen de maletero). Abatiendo los respaldos de los asientos posteriores, el volumen aumenta hasta 974 litros, pero la superficie restante deja un escalón de unos 14 centímetros (imagen). El borde de carga se sitúa a 72 centímetros del suelo, obligando a levantar mucho los objetos que depositemos en el maletero. Bajo la alfombrilla del maletero se encuentra el kit de reparación de pinchazos, aunque en opción puede llevar una rueda de repuesto de un tamaño distinto al resto (100 €; imagen). Hay dos anclajes «Isofix» para sillas infantiles en los asientos de los extremos y otros dos «TopTether» en la parte posterior de los asientos traseros.
La visibilidad es buena hacia todos los ángulos, pero cuesta saber con certeza dónde acaba la carrocería, circunstancia que complica las maniobras en calles o aparcamientos estrechos. La cámara de visión trasera es opcional en los niveles de equipamiento más costosos; proporciona una imágen con una resolución normal y facilita las maniobras de aparcamiento.