Ford Capri (2025) - Un Explorer con más maletero y algún kilómetro más de autonomía | Impresiones de conducción

04/02/2024 |Enrique Calle

El Ford Capri tiene unas cualidades dinámicas prácticamente idénticas a las del Explorer. Se trata, por lo tanto, de un coche cómodo y con un silencio de marcha normal. En las dos unidades que he conducido se sentía un claro ruido aerodinámico a 120 kilómetros por hora, aunque no obligaba a subir el tono de voz para hablar ni me ha resultado molesto. En carretera de curvas tiene un buen desempeño, pues es fácil de conducir y permite mantener un ritmo vivo sin dificultad, aunque probablemente no sea tan ágil de reacciones ni tenga un tacto tan directo como un Ford Mustang Mach-E.

He probado una unidad con ruedas de 19 pulgadas (neumáticos delanteros de medidas 235/55 R19 y traseros 255/50 R19) y otra con las opcionales de 21 (neumáticos 235/45 R21 y 255/40 R21). Las más pequeñas me parecen más apropiadas para un uso cotidiano, ya que ruedan con algo más de suavidad en vías rápidas y aíslan ligeramente más a los ocupantes de la aspereza del asfalto. Las diferencias no son grandes en ningún caso, pero las llantas de 19 me parecen las más adecuadas para un uso familiar del vehículo. Aunque se monten las de 21 pulgadas con neumáticos de menor perfil, el Ford Capri no tiene reacciones deportivas ni se siente decididamente más ágil.

Probablemente lo mejor en el apartado dinámico del Capri sea su gran capacidad de maniobra. La versión de tracción trasera necesita sólo 9,7 metros para dar una vuelta completa (la de tracción total necesita 1,1 metros más) que es muy poco para un coche de su tamaño. Gracias a ello resulta muy fácil maniobrar y circular por calles estrechas en las que haya que realizar giros pronunciados. 

La versión que he conducido, de tracción trasera y 286 caballos, tiene potencia de sobra para que el ritmo de marcha pueda ser alto independientemente de la carga, la orografía o el estado del tráfico. He conducido el Ford Capri sobre suelo seco. Aunque hay mucha potencia en el eje trasero, no implica que la conducción sea delicada o difícil. En la mayor parte de los casos se puede acelerar con intensidad sin que las ruedas traseras patinen, algo que también ocurre en una medida parecida en otros eléctricos potentes de tracción trasera. El Capri de 286 CV acelera de 0 a 100 km/h en 6,4 segundos y alcanza 180 km/h, el de 340 CV acelera con mayor rapidez (0 a 100 km/h en 5,3 s), pero su velocidad punta es la misma. El Capri de 170 caballos alcanza 160 kilómetros por hora. Son los mismos datos del Explorer.

El nivel de retención tiene dos ajustes posibles: el normal y otro más intenso (B) que se selecciona con la palanca del cambio (no hay levas detrás del volante). En ocasiones, por ejemplo cuando se baja un puerto de montaña, en la instrumentación aparece un aviso recomendando usar el modo de marcha B. 

El consumo de electricidad me ha parecido moderado, aunque no puedo dar datos concretos porque el recorrido ha transcurrido por vías distintas a las que utilizamos para probar los coches. En un recorrido de unos 150 kilómetros combinado por autopista, carretera de segundo orden y carreteras de montaña, el consumo final ha sido de 17,8 kWh/100 km conduciendo a un ritmo ágil (aunque muy lejos de lo que permiten los 286 CV) la mayor parte del tiempo. Me parece un consumo razonable teniendo en cuenta, además, que el destino estaba a unos 500 metros más de altitud que el punto de origen.