En el Punto, como en prácticamente todos los modelos de su tamaño, es difícil que cinco adultos viajen con comodidad porque hay poco anchura disponible en las plazas traseras. Cuatro sí lo podrán hacer siempre que no sean muy corpulentos. Para personas de talla normal, el espacio disponible es suficiente.
Según nuestras mediciones, el Punto con carrocería de tres puertas no sobresale en ninguna cota interior, salvo la longitud en los asientos delanteros. En éstos, no hay mucho espacio libre al techo. En las plazas traseras, el hueco para las piernas está por encima de la media; la longitud y la anchura son normales —mediciones interiores Fiat Punto (3p)—. En conjunto el espacio interior de este modelo está más o menos en la media de sus competidores. El de cinco puertas tiene prácticamente el mismo espacio interior que el de tres —mediciones interiores Fiat Punto (3p)—.
El techo solar, de serie en las versiones con nivel de equipamiento «Lounge» y no disponible para las demás versiones, resta dos centímetros en altura tanto en las plazas delanteras como traseras que pueden ser la clave para que determinadas personas no rocen con la cabeza en el tapizado. Es un inconveniente que no sea opcional porque si se quiere prescindir de él hay que elegir otro nivel de equipamiento diferente al «Lounge», que implica tener que rechazar también elementos como los faros antiniebla, el retrovisor interior electrocrómico, el climatizador o los elevalunas eléctricos en todas las puertas (ficha comparativa).
La plaza central posterior es mejor que en otros modelos similares porque el mullido de la banqueta y el respaldo no es más duro que en las otras plazas, pero sí sucede, como en muchos de aquellos, que la posición es ligeramente más alta. Esto supone que haya menos espacio libre al techo.
Los asientos son cómodos y tiene un relleno blando, aunque el cuerpo no se hunde mucho. No sujetan bien el cuerpo porque tienen los contornos poco marcados. Los asientos de la versión «Lounge» sujetan más porque tienen una tapicería más adherente.
El puesto de conducción es bueno porque el asiento y el volante tienen regulaciones amplias, aunque el segundo no puede ir muy alto con respecto al salpicadero —el reglaje en altura es hacia abajo—. Todos los mandos quedan cerca del conductor.
En las versiones de cinco puertas, éstas tienen un gran ángulo de apertura por lo que el acceso al habitáculo es cómodo: queda un hueco grande entre la carrocería y la parte interna de la puerta. Como es lógico, entrar atrás en las variantes de cinco puertas es más incómodo.
Materiales y huecos para objetos
El habitáculo está realizado con materiales sencillos. Como en el Panda, el plástico negro brillante de la consola produce brillos y hace que las motas de polvo que se depositan en él se vean nítidamente. Los mandos tienen un tacto normal. Son de menor calidad que los de, por ejemplo, un Peugeot 208 o un Volkswagen Polo. Algunos tienen un tamaño pequeño, como los del equipo de sonido —también se puede manejar desde el volante en las versiones más equipadas— o los que hay por encima de él, junto al botón de las luces de emergencia (imagen).
En la parte alta de la consola, junto a las salidas del sistema de climatización, va colocado el brazo en el que se sujeta el navegador (imagen). Éste, que es opcional, se ve afectado por ciertas vibraciones en determinados casos, como cuando se acelera con decisión. Es como si no fuera firmemente fijado. Esto sucede con motores Diesel y de gasolina. Queda cerca del conductor, por lo que éste no tiene que apartar mucho la vista de la carretera para consultarlo. Es sencillo de utilizar y, salvo algunos textos que son un poco pequeños, muestra indicaciones fáciles de seguir.
Como ya ocurría en el anterior modelo, en el interior del Punto no hay muchos huecos para dejar objetos, y los que hay no son grandes. Es posible dejar las cosas que se suelen llevar encima, como una cartera, unas llaves o un teléfono móvil, en los pequeños huecos de la zona interna de las puertas —las delanteras incluyen un hueco de forma circular para un bote de bebida o una botella de 0,5 litros—, delante de la palanca de cambios o en el interior del reposabrazos que hay entre los asientos delanteros —versiones «Lounge»—.
Detrás de la palanca del cambio de marchas hay un pequeño espacio con goma en el que poder dejar algo pero al no tener bordes es posible que lo que se deposite en él termine bajo alguno de los asientos. Además, como es la zona de la palanca del freno de estacionamiento, el objeto que se deje no puede ser muy alto. La guantera, que está dividida en dos, no es no muy grande.
Como los cambios en el interior con respecto al Punto Evo son pequeños, la información que publicamos en su día sigue siendo válida (impresiones del interior).
Maletero
Tiene una capacidad de 275 litros, tanto en las versiones de tres puertas como en las de cinco puertas. Es un buen dato, aunque no tanto como el de modelos similares: un Dacia Sandero, un Škoda Fabia, un Citroën C3 o un Ford Fiesta tiene más volumen disponible (listado comparativo).
El maletero del Punto tiene formas regulares, lo que facilita la colocación de la carga, pero para depositar ésta en su interior hay que salvar los 25 centímetros de diferencia entre el borde de la carrocería y el piso. Esto puede complicar la operación para dejar objetos pesados. Además, el borde de carga queda alto (mediciones del maletero).
Es posible ampliar la capacidad de carga reclinando los respaldos de los asientos traseros —en una proporción 60/40 en las versiones más equipadas y sin posibilidad de hacerlo por separado en las más asequibles—. Así se obtiene un volumen de 1030 litros. Cuando se abatan los respaldos traseros no queda un fondo de carga plano: hay un escalón entre el piso del maletero y los respaldos, además de éstos quedan en ligera pendiente—. Es posible levantar la banqueta de los asientos posteriores y apoyarla en los respaldos delanteros para que los traseros bajen más y así lograr algo más de capacidad.
Un inconveniente del maletero del punto es que no tiene iluminación, ganchos para colgar bolsas, algún pequeño cajón ni unas argollas en las que poder fijar una red o unas cinchas elásticas con las que asegurar la carga. Una ventaja es que bajo el piso hay una rueda de repuesto del mismo tamaño que las otras cuatro. Es posible aprovechar los espacios que quedan a su alrededor y en su interior para paliar el déficit de pequeños huecos para objetos.
Un detalle de coche barato es que, en las versiones menos equipadas, los respaldos traseros están sin tapizar —queda la chapa a la vista— y que los guarnecidos del maletero son de poca calidad.
El portón del maletero no es pesado y se cierra con facilidad. Se abre presionando levemente en el anagrama de Fiat que hay en el centro, sobre el anagrama «Punto» (imagen).