El Fiat Punto es un coche que, por la suavidad de suspensión y dirección, resulta agradable de conducir en ciudad y en los trayectos normales por los alrededores. También por causa de esa suspensión blanda, es dinámicamente inferior a otros pequeños Diesel, como el Ford Fiesta, el Renault Clio o el Nissan Micra.
El motor tiene una buena respuesta y la aceleración normal en estos modelos, que es muy semejante en todo caso. En quinta, con el depósito lleno y una persona a bordo, es capaz de mantener una velocidad de 135 km/h en una subida del seis por ciento. No es el que menos consume, pero consume poco y las diferencias con los mejores no son grandes.
El motor es silencioso, pero la carrocería no. A partir de 120 km/h tiene un ruido aerodinámico que hace molesto viajar, si es por encima de esa velocidad. Es amplio y está bien resuelto interiormente desde el punto de vista funcional, salvo algún elemento mejorable, como la tapicería y los reflejos del salpicadero en el parabrisas.
El equipamiento de serie es algo mejor que el de sus competidores y, opcionalmente, puede ser muy rico. No es el más barato; Peugeot, Renault, Opel, Skoda y Nissan tienen en su oferta Diesel con un tamaño y una potencia similares que son más baratos.
Lo que no tienen muchos de estos competidores es antibloqueo de frenos como equipo de serie y la posibilidad de poner opcionalmente control de estabilidad.
Con este motor se puede escoger esta carrocería de cinco puertas o una de tres. Además de cambio manual, puede tener un cambio automático con mando secuencial llamado «Dualogic», que cuesta 600 € y da un buen resultado en ciudad y conducción normal, aunque no es particularmente rápido.