El Fiat Idea es un coche de suspensiones y reacciones muy suaves. Este tipo de suspensión da un nivel de comodidad muy alto en cualquier tipo de carretera y absorbe las irregularidades sin transmitir en ningún momento movimientos bruscos a los pasajeros.
A pesar de ser así de blanda, no es de ese tipo de suspensiones que permiten un movimiento descontrolado de la carrocería (con una diferencia apreciable entre la fase de compresión y extensión de los amortiguadores) cuando pasa por encima de ciertas irregularidades como grandes badenes o cambios de rasante (como puede hacer un Opel Meriva).
Como coche para cubrir desplazamientos por carreteras rápidas, me parece una excelente alternativa por que el nivel de comodidad que es capaz de proporcionar es grande. Por carreteras lentas abordadas a un buen ritmo, tiene las reacciones propias de un coche de suspensiones suaves, centro de gravedad alto y neumáticos que no destacan por adherencia (Bridgestone B390 en medidas 195/60 R15 88H).
Sus reacciones son fácilmente predecibles y es fácil anticiparse alsubviraje que aparece cuando el conductor se empeña en conducir rápido por curvas. Al menos en condiciones de adherencia normales (asfalto seco) o normalmente deslizantes (asfalto mojado) es un coche prácticamente insensible a aquellas maniobras que pueden acabar en sobreviraje.
Si lo que se busca es un coche con una carrocería de este tipo, pero con una mayor precisión a cada golpe de volante hay otras alternativas, como un Mercedes Clase A o un Ford Fusion, que consiguen una mayor estabilidad a costa de unas suspensiones claramente menos cómodas. El Mazda2 da un resultado por comodidad muy parecido al Idea y es un poco más ágil en carreteras lentas; a mi me parece que el Opel Meriva es igual de estable y puede parecer más incómodo de suspensión en determinadas circunstancias.