El interior del Grande Panda tiene un aspecto moderno que, en función del nivel de equipamiento elegido, también puede ser muy colorido. Además hay varios elementos que hacen un evidente «guiño» al Panda original y a otros aspectos de la cultura italiana y de Fiat: la instrumentación y la pantalla del sistema multimedia imitan la forma que tiene la azotea del edificio Lingotto de Turín, donde se halla una pista de pruebas propiedad de la marca, el tapizado de los asientos es muy parecido al que tenían algunas versiones del modelo original, en la cara interna del maletero hay una inscripción que pone Ciao! (hola/adiós en italiano) y en los asientos delanteros de algunas versiones, otra que pone «Panda made with love in Fiat» (Panda hecho con amor en Fiat).

No son detalles que aporten nada significativo a nivel funcional, pero resultan agradables y pueden resultar un reclamo para muchas personas. Diseño aparte, el salpicadero del Grande Panda es funcional y tiene la mayoría de los mandos principales a mano. La configuración del mismo es la habitual hoy en día, con dos pantallas que sirven para la instrumentación (10 pulgadas) y para el sistema multimedia (10,25 pulgadas; la versión de acceso Icon no la lleva). Son dos pantallas sencillas y con pocas posibilidades de personalización, pero que cumplen bien con su cometido en la mayoría de situaciones. La mayor carencia de la de la instrumentación está relacionada con los datos del ordenador de viaje, que son especialmente escasos (no hay un medidor de consumo, por ejemplo).

Bajo la pantalla principal (la del sistema multimedia) se hallan las salidas de aire del sistema de ventilación y justo bajo las mismas, el módulo del climatizador, con botones y mandos físicos (una solución que aplaudimos por su facilidad de uso en marcha). Entre los asientos está el selector del cambio, que es el mismo que utilizan otras marcas del Grupo Stellantis y justo por delante, unas tomas USB de tipo C y unos botones que sirven para desconectar algunos de los asistentes a la conducción (hay uno exclusivo para silenciar la alerta por límite de velocidad que es realmente útil).

Los asientos delanteros están situados un poco más altos de lo normal en un turismo y algo más bajos que en un SUV tradicional. Una posición intermedia que resulta muy adecuada para poder entrar y salir con comodidad, sin tener que agachar mucho el cuerpo. Son unos asientos cómodos que, sin embargo, no sujetan especialmente bien el cuerpo y que, además, tienen el reposacabezas integrado en el respaldo (estos no se pueden ajustar en altura y es posible que no queden bien situados para todo el mundo).

Repartidos por todo el habitáculo del Grande Panda hay muchos huecos portaobjetos, aunque ninguno de ellos es especialmente grande. Según Fiat, todos ellos computan un total de 13 litros de almacenamiento y se encuentran en lugares como las puertas (las cuatro), la repisa y las dos guanteras que hay frente al pasajero delantero (la superior no la tienen todas las versiones) o bajo el reposabrazos que hay entre los asientos delanteros (tampoco lo tienen todas las versiones).

Los materiales que Fiat ha utilizado para el recubrimiento del interior del Grande Panda no son en absoluto lujosos. Todos son duros, pero muchos de ellos tienen un tratamiento superficial que los hace agradables al tacto y como además pueden ser de colores vivos, la sensación es buena. Tampoco los ajustes entre las distintas piezas son especialmente precisos, si bien no difieren mucho con respecto a los de otros modelos de tamaño y precio similar, como el Opel Corsa o el Toyota Yaris. Frente al Citroën C3, que estructuralmente es el mismo coche, el Grande Panda proporciona una sensación de calidad ligeramente superior.

Espacio para los pasajeros y maletero

En las plazas traseras del Grande Panda hemos medido 64 centímetros de espacio en sentido longitudinal, un dato prácticamente idéntico al del mencionado Citroën C3 (63 cm) y claramente superior al del Renault 5 E-TECH (61 cm). Otros modelos, en cambio, son mejores en este sentido: un Opel Corsa tiene 66 cm en esta misma cota y un Dongfeng Box, 72. Además, al menos en la versión eléctrica (por el momento la única que hemos conducido), el piso está muy próximo al piso y eso obliga a los ocupantes a llevar sus rodillas algo más elevadas de lo normal con respecto al tronco (esto ocurre con relativa frecuencia en coches eléctricos debido a la ubicación de la batería).

En esta misma fila, la anchura es muy escasa para llevar a tres personas con comodidad (si son niños no hay tanto problema), aunque es mejor que la de otros modelos de características similares (tiene 133 cm, por 127 del Renault 5 E-TECH y 124 del Opel Corsa). Y lo mismo ocurre con la altura libre al techo: los 94 cm que hemos medido son suficientes para que aquellas personas de hasta 185 cm aproximadamente no rocen con la cabeza contra el techo, y son mejores que los 90 cm medidos en el Renault 5 E-TECH y 91 cm del Opel Corsa. Mediciones del interior.

Donde no tiene rival el Grande Panda es en el maletero. La capacidad de las versiones con motor de gasolina es de 412 litros (incluyendo el hueco que hay bajo el piso), mientras que la del eléctrico es de 361 (también incluyendo el mencionado hueco, que es de menor tamaño que en las versiones con motor de combustión). Es, en cualquier caso, un valor superior al de toda la competencia con carrocería turismo (listado de todas sus alternativas). Si hacemos la comparación con modelos SUV, la versión híbrida reina en su segmento (da igual qué motor lleven los rivales; listado comparativo) y la versión eléctrica entre los eléctricos (listado comparativo).

Los únicos aspectos mejorables en este sentido son la altura a la que está situado el borde de carga (78 centímetros, 9 más que en un Opel Corsa) y la ausencia de accesorios para ordenar la carga (solo hay un par de perchas).