El Fiat Fullback es un «pick-up» que está disponible con dos tipos de carrocería: Cabina Extendida (cuatro plazas) y Doble Cabina (cinco plazas). Comparte desarrollo y la mayor parte de los elementos mecánicos y estructurales con el Mitsubishi L200. Desde noviembre de 2017 hay, además, una versión con carrocería Doble Cabina denominada Fullback Cross, dotada de aditamentos de carrocería específicos y un equipamiento generoso.
El Fullback Cross cuesta un mínimo de 44 903 euros (sin descuento, ya que aún no nos lo ha comunicado Fiat), está disponible solo con el motor Diesel de 181 caballos y cambio manual o automático, y su equipamiento comprende, entre otros, los siguientes elementos: un color de carrocería exclusivo (Fiat lo llama «motocross especial», creado en colaboración con Garage Italia Customs), barra antivuelco (imagen), parrilla y carcasas de los espejos retrovisores de color negro «texturizado», tiradores de las puertas, pasos de ruedas y llantas de 17 pulgadas de color negro mate, así como estriberas exclusivas. Los faros de serie son bixenon, tiene tapicería de piel, navegador, asientos calefactables y con regulación eléctrica en el del conductor.
La versiones básicas tienen un precio de partida de 24 739 euros con la carrocería de Cabina Extendida (todos los precios) y de 26 433 con la de Doble Cabina (todos los precios). En comparación con esta última variante, que previsiblemente es la más vendida, son precios inferiores a los de la mayoría de sus alternativas, como el Isuzu D-MAX —desde 29 929 euros—, el Nissan NP300 Navara —desde 31 107 euros— o el Ford Ranger —desde 31 823 euros— (ficha técnica comparativa). El Mitsubishi L200 es ligeramente más costoso —27 553 euros— y sólo el Ssangyong Action Sports Pick-up es más barato —23 750 euros— (ficha técnica comparativa).
Los dos tipos de carrocería tienen una batalla idéntica (tres metros) y una longitud muy similar (hay un centímetro de diferencia; ficha comparativa), por lo que la mayor diferencia entre ambos se halla en la capacidad de la caja y en el espacio disponible para los pasajeros de las plazas posteriores. La caja del Fullback de Doble Cabina mide 139 cm de profundidad, 29 cm menos que la de la Fullback de Cabina Extendida. El resto de cotas son iguales en las dos variantes: 105 cm de anchura, 41 cm de altura hasta el borde de la caja y 82 cm desde el suelo hasta el borde de carga.
La caja de las dos versiones puede ir cubierta con diversos accesorios para proteger la carga fabricados por Mopar (una empresa propiedad del Grupo Fiat), como por ejemplo una tapa con cerradura (imagen) o un módulo acristalado que le da al vehículo el aspecto de un todoterreno convencional (imagen).
El Fullback está disponible con dos motores Diesel de 2,4 litros de cilindrada con 154 o 181 CV de potencia (son los mismos que utiliza Mitsubishi en el L200). El más potente, que es el que hemos probado por el momento, mueve con soltura al Fullback y tiene una entrega de potencia muy progresiva, aunque emite un ruido poco refinado y vibra notablemente cuando gira al ralentí o al acelerar con intensidad. El consumo medio homologado de esta versión es 6,4 l/100 km, una cifra muy reducida, únicamente igualada por el Mitsubishi L200 y mejorada ligeramente por el Nissan NP300 Navara (ficha comparativa).
La caja de cambios de serie es manual de seis velocidades, aunque opcionalmente también se puede pedir con una automática de convertidor de par y cinco relaciones. Esta última tiene un funcionamiento generalmente suave y realiza los cambios con suficiente rapidez. Tiene un modo de funcionamiento manual con el que se pueden seleccionar las marchas mediante movimientos longitudinales en la propia palanca de cambios o mediante unas levas que hay tras el aro del volante.
Hay dos tipos de sistemas de tracción total, ambos con reductora. El más sencillo carece de diferencial central —las ruedas delanteras y las traseras giran solidarias—, por lo que no conviene circular en modo 4x4 por superficies con buena adherencia porque se puede dañar la transmisión (es un sistema similar al utilizado por Nissan en el NP 300 Navara o por Ford en el Ranger). El sistema más completo, en cambio, sí que tiene un diferencial central (de tipo Torsen; bloqueable desde un mando selector) que permite circular todo tipo de vías con la tracción total conectada. Opcionalmente, ambos sistemas se pueden completar con un diferencial trasero bloqueable.
Para la suspensión, Fiat ha recurrido a los esquemas más habituales en vehículos de este tipo: independiente de tipo paralelogramo deformable en el eje delantero y eje rígido con ballestas en el trasero. Es una suspensión con un ajuste firme que, sin embargo, proporciona un nivel de comodidad satisfactorio en la mayoría de situaciones, aunque no lo puedo afirmar con total convicción puesto que la unidad que conduje durante la presentación del modelo tenía la caja cargada de troncos de madera. No se trata de un vehículo especialmente ágil, pero las sensaciones que transmite no son desagradables porque la dirección tiene buen tacto y porque la carrocería no tiende a moverse demasiado, incluso al circular con rapidez por carreteras con muchas curvas.
El Fullback es un vehículo que da un buen resultado fuera del asfalto gracias a unos sistemas de tracción total eficaces, una altura libre al suelo de 205 mm y a unos ángulos característicos buenos. De acuerdo con los datos facilitados por Fiat, todas las versiones tienen una capacidad de carga de 1045 kg y una capacidad de remolque de hasta 3100 kg.
El habitáculo del Fullback tiene un diseño prácticamente idéntico al del L200. Está fabricado con plásticos duros que, sin embargo, están ajustados bien entre sí, dan impresión de solidez y no provocan ruidos, incluso al circular por superficies muy rotas. Las plazas posteriores de las versiones de Doble Cabina son notablemente más cómodas que las de la de Cabina Extendida porque el mullido de los asientos es más blando, los respaldos están más tendidos (como en un turismo) y hay mucho más espacio para las piernas. Mediciones del interior.
Hay cuatro niveles de equipamiento disponibles: SX, LX, Opening Edition y Cross. El primero de ellos incluye de serie elementos como el aire acondicionado, un sistema de arranque en pendientes, un control de estabilidad con estabilización del remolque, programador de velocidad y siete airbags (incluido uno para las rodillas del conductor). El nivel LX añade a todo lo anterior los faros anitiniebla, las luces y limpiaparabrisas automáticos, los elevalunas eléctricos, las llantas de aleación y el aviso por cambio involuntario de carril. Opening Edition incluye, además, la conexión Bluetooth para el teléfono móvil, el climatizador o la cámara de visión trasera. El Cross está detallado al principio de este texto por ser el más novedoso.
Hemos introducido los siguientes datos en nuestro comparador de seguros de coches: conductor soltero de 40 años de edad, que reside en Mieres (Asturias), recorre menos de 25 000 km al año, guarda el coche en garaje colectivo y no ha declarado siniestros en los últimos 10 años. Con esta acotación, la mejor póliza a todo riesgo sin franquicia para un Fullback de 181 caballos con nivel de equipamiento LX lo da Mapfre, por 649 euros anuales. Es una póliza de buena calidad (7,02 sobre 10 puntos posibles) y con buena relación entre calidad y precio (7,78 puntos).
El Fullback se fabrica en la planta que Mitsubishi tiene en Tailandia.