Interiormente destaca el cuero teñido y el color negro, propio de la fibra de carbono que recubre gran parte del habitáculo.
Los asientos son bacquets muy parecidos a los que usan los coches de competición. Tienen un cinturón de seguridad convencional, pero en el respaldo tienen guías para añadir uno de tipo arnés. La estructura del asiento es de fibra de carbono y es regulable en altura. Además existe la posibilidad de escoger el asiento en cuatro tallas distintas. El pedalier, compuesto por el acelerador y freno, ha sido desarrollado por OPR y tienen16 puntos distintos de regulación.
El volante tiene varias funciones, algunas de ellas nunca vistas en un coche de calle. Ferrari ha tratado de obtener un volante con un aspecto parecido al de los F-1, donde todos los mandos imprescindibles para la conducción estén integrados en el volante.
Tiene integrados los siguientes mandos: dos que ajustan el display de la instrumentación, el botón que sirve para levantar la parte delantera del coche (para aparcar), otro para engranar la marcha atrás, otro para eliminar el control de tracción (ASR) y el último para seleccionar las modalidad «Race» o «Sport» del cambio. Además, detrás del volante están las levas para cambiar de marcha.
La fibra de carbono está visible en muchas superficies del habitáculo, como el recubrimiento de las puertas, el salpicadero, el volante y los biseles de las puertas.
Los asientos están tapizados en cuero y el salpicadero tiene algunas partes mullidas como su parte inferior (probablemente para no golpear las rodillas contra la fibra de carbono al entrar o salir del habitáculo), los laterales de la consola central y los agarradores de las puertas.
El velocímetro está graduado hasta 400 km/h, con intervalos de 50. El cuentarrevoluciones marca hasta 10.000 rpm pero la zona roja comienza a 8.000.