Ebro S800 (2025). Este SUV de siete plazas con el que Ebro vuelve al mercado tiene muy buena relación precio-equipamiento y un sistema propulsor mejorable | Impresiones de conducción

28/02/2025 |Enrique Calle

He conducido el Ebro S800 con el motor de gasolina de 147 caballos, que a día de hoy es la única opción posible hasta la llegada de la versión híbrida enchufable. Las sensaciones han sido muy parecidas a las que experimenté con el Jaecoo 7. No es raro que esto ocurra ya que el motor y la caja de cambios son las mismas en ambos casos, así como también la plataforma (si bien la distancia entre ejes no coincide).

El Ebro S800 me ha parecido silencioso a velocidad más o menos constante, cómodo y muy apto para viajar distancias largas porque aísla muy bien a los ocupantes. Las carreteras de curvas no parecen su entorno ideal puesto que la suspensión es blanda y la dirección no deja apenas sentir la carretera ni el coche (un Skoda Kodiaq, por ejemplo, transmite más información y sensaciones a su conductor, al igual que un Peugeot 5008). Esa falta de conexión con la carretera también ocurre Jaecoo 7 y, sin embargo, alcanzó muy buena nota en las maniobras que habitualmente hacemos en circuito (vídeo de esquiva y de eslalon del Jaecoo 7). Por lo tanto, cuando probemos el S800 con más tiempo podremos dar una valoración más precisa de sus cualidades dinámicas en curva ya que, probablemente, tenga mejor respuesta de lo que a priori parece.

El aspecto menos conseguido del Ebro S800 está relacionado con su consumo de gasolina, que no es bajo (también sucede en el Jaecoo). El gasto medio puede estar sobre los 9,0 l/100 km en un uso mixto: naturalmente puede ser inferior si se conduce a velocidad constante y en carreteras que no sean desfavorables, aunque eso no siempre será lo normal.

El Ebro S800 tiene fuerza suficiente para viajar a un ritmo rápido por autopistas y autovías, porque una vez lanzado mantiene bien la velocidad salvo incluso en pendientes moderadas. En carreteras más complicadas se nota algo perezoso. Cuando se hunde el acelerador la respuesta no es rápida porque la caja de cambios necesita un tiempo para hacer su trabajo. Además, otra cosa que sucede es que el motor se torna algo ruidoso. De alguna forma, el sistema de impulsión que lleva este Ebro S800 recuerda a los coches automáticos de hace algunos años. En el mercado hay un buen número de competidores con sistemas de propulsión mucho más avanzados, si bien la mayor parte de ellos tienen un precio superior a excepción del Peugeot 5008 híbrido de 136 caballos.

En ese coche no hay levas en el volante para elegir marchas de manera secuencial; tampoco se puede hacer desde la palanca selectora de las posiciones de marchas, que en este coche está detrás del volante (imagen). Por lo tanto, la única posibilidad que tiene el conductor para cambiar el comportamiento de la caja de cambios es utilizar los modos de conducción que se eligen con la ruleta selectora que hay entre los asientos (imagen). La diferencia más significativa que he apreciado entre uno y otro es que en el modo Sport la caja de cambios suele utilizar marchas más cortas, por lo que se consigue mayor retención en las bajadas y una respuesta menos lenta (que no rápida) a los movimientos que hace el conductor sobre el acelerador.