Es un prototipo de un descapotable biplaza con tracción trasera y motor central delantero. Tiene proporciones y algunos rasgos que pueden recordar al Viper, pero con un tamaño más pequeño.
Mide 3.974 mm de largo, 1.736 de ancho y 1.315 mm de largo. Son unas dimensiones parecidas a las de un Mazda MX-5 y, por tanto, es más corto y más estrecho que un Opel GT.
La distancia entre ejes del Demon es 2.429 mm, más bien larga para se un biplaza de esta dimensiones. Entre los biplaza de tracción trasera que miden entre 3,8 y 4,2 m, sólo el BMW Z4 tiene una batalla mayor; el Demon tiene prácticamente la misma que el Mercedes-Benz SLK.
Tiene el motor de cuatro cilindros y 2,4 l de cilindrada que utilizan las marcas de Chrysler, Hyundai y Mitsubishi.
Es el motor llamado «World Engine», en versión de 2,4 l de cilindrada y 174 CV de potencia máxima, colocado en posición central delantera longitudinal. Está unido a una caja de cambios manual de seis velocidades.
En una breve toma de contacto con este motor en un Jeep Compass me pareció satisfactorio para lo que cabe esperar de un motor atmosférico con inyección indirecta. En un Demon, cuyo peso estimado es unos 1.200 kg, las prestaciones podrían ser buenas.
El desarrollo actual de motores de gasolina se basa en técnicas como la reducción de cilindrada para una potencia dada, la inyección directa, la sobrealimentación (en algunas ocasiones las tres cosas unidas) o la distribución con alzada variable; Chrysler no sigue esa tendencia con el motor Word Engine.
Las ruedas delanteras son menores que las traseras, como ocurre en casi todas las versiones del Mercedes-Benz SLK.
El peso del Demon está alrededor de esos 1.200 kg, en parte, porque el equipamiento es reducido. Dodge ha limitado el equipamiento precisamente para que el Demon sea ligero y —eventualmente— poco costoso.
De momento, Dodge no ha manifestado intención de tener a la venta un modelo semejante a este prototipo.