La primera impresión al entrar en el Sandero es un notable incremento de la calidad percibida. Los plásticos del salpicadero siguen siendo duros, pero la simplicidad del nuevo diseño, la colocación estratégica de unos remates de tejido en el salpicadero y las puertas (solo con el equipamiento Comfort; en el resto todo es de plástico salvo el tapizado de los asientos), unos aireadores con detalles cromados, el aparente buen ajuste de las piezas y el tacto de botones y mandos confluyen en una agradable sensación de calidad. Sigue siendo un coche sencillo, pero el aspecto es bueno.
Los asientos son tirando a duros y junto a la tapicería ofrecen aspecto de solidez. Aparentemente al menos, no es ese tipo de asientos que se deforman por el peso de los ocupantes tras el paso de los kilómetros y que empobrece tanto el aspecto del interior. El volante es regulable en altura (y en profundidad, dependiendo del equipamiento), forrado con piel solo con el acabado Comfort, y el asiento del conductor se puede regular en altura.
El nuevo Sandero tiene una carrocería más ancha que la del modelo anterior. Sin embargo, ese incremento apenas repercute en el espacio interior. Según el dato facilitado por Dacia, el incremento de anchura interior es de 8 mm. Según nuestra medición, la cota sigue siendo la misma que antes.
La batalla de esta plataforma tiene una longitud próxima a la del Sandero anterior (15 mm más; ficha comparativa de las dos generaciones del Sandero). Tampoco hemos medido mejora en el espacio para las piernas detrás (según Dacia hay 4 cm más, que es mucha ganancia): se mantienen los 64 cm de respaldo a respaldo.
No hay diferencias notables en la habitabilidad, pero no por ello el Sandero es un coche pequeño. Tanto delante como detrás hay espacio suficiente para personas que midan algo más de metro noventa.
El volumen del maletero es de 328 litros, 8 más que en el Sandero anterior, una capacidad similar a la de sus rivales. Hay una diferencia de altura grande entre el borde de carga y el piso. Existe la posibilidad de montar una bandeja en el piso del maletero que permite nivelar la superficie con el respaldo de los asientos abatidos para dejar un fondo plano. En este caso, al situar la bandeja más elevada, se crea también un doble fondo. La zona para la carga está iluminada (excepto en el equipamiento Access) mediante un punto de luz en el lateral izquierdo y cuenta con cuatro ganchos de plástico, dos a cada lateral, para colgar unas bolsas o mochilas y que no se desplacen al frenar o girar. Los asientos posteriores son abatibles por partes asimétricas. Las unidades equipadas con GLP no pueden llevar rueda de repuesto porque llevan el depósito de gas; en el resto, tampoco hay rueda porque el Sandero trae un kit de repararación de pinchazos.
En las versiones más sencillas de equipamiento no hay una pantalla central. Como alternativa, el conductor dispone de un alojamiento para colocar horizontalmente su teléfono móvil (imagen), que puede conectarse con el coche a través de un cable o mediante Bluetooth. Una aplicación específica, denominada Dacia Media Control, permite acceder a través de la pantalla del teléfono a aplicaciones específicas del teléfono como navegador o gestor de música y a elementos propios del coche como el ordenador de viaje. Sin teléfono móvil, siempre es posible acceder a la radio y archivos de música a través de los mandos situados tras el volante. Para los amantes del buen sonido, el mayor inconveniente de este sistema es que ofrece únicamente dos altavoces. Este nivel de equipamiento multimedia es el denominado por Dacia como Media Control.