El Chrysler 300C Touring es el modelo de carrocería familiar más grande que hay en el mercado. Mide 5.015 mm de largo y 1.880 mm de ancho; no hay ningún otro familiar que pase de cinco metros y el más próximo es el Audi A6, que mide 4.933 mm.
Por dimensiones el Chrysler 300C es muy semejante a modelos como el Audi A8, el BMW Serie 7 o el Mercedes-Benz Clase S, pero ninguno de esos modelos tiene actualmente una carrocería familiar. Por precio, equipamiento y gama de motores, el 300 C Touring es próximo a modelos familiares como el Audi A6 Avant, el BMW Serie 5 Touring, el Mercedes-Benz Clase E, el Saab 9-5 o el Volvo V70.
El maletero no es particularmente amplio para lo grande que es el coche, pero sí en términos absolutos; el dato de volumen que da Chrysler está medido según norma ISO, no es comparable con el VDA, más común. Aunque no tiene una forma regular, puede ser muy práctico por sus proporciones y por las posibilidades que hay para distribuir el espacio. No tiene una forma regular porque las «paredes» no son rectas, como en otros casos; los pasos de rueda sobresalen y, tras ellos, hay dos huecos para dejar cosas pequeñas (imagen de uno de ellos).
El piso del maletero lo forma una bandeja dividida transversalmente en tres que, de una forma sencilla, se pliega hacia atrás o se puede extraer completamente (volverla a colocar es más difícil que sacarla). Bajo esa bandeja hay un accesorio que consiste en una pieza de plástico extraíble (imagen). Esa pieza, además de servir como método para almacenar cosas más bien planas y que no estén a la vista, es útil porque está hecha de un plástico que no da una gran impresión de calidad, pero que parece fácil de limpiar. Es, por tanto, apropiada para dejar cosas sucias o mojadas.
Junto con esa pieza, como equipo de serie, hay una caja dividida longitudinalmente en tres mediante redes elásticas (imagen). Esta caja es extraíble y puede ser útil para que haya cosas pequeñas escondidas o guardadas de forma que no se muevan.
El maletero está cubierto en su parte superior con una bandeja flexible, que no está guiada (sólo enganchada en los extremos) y que no tiene refuerzos para poder dejar sobre ella objetos pesados.
El acceso al maletero es bueno porque el vano que deja el portón es muy extenso. Tiene la ventaja de que se puede abrir aunque el coche tenga la parte trasera casi pegada a una pared. El principal problema para cargarlo es que el borde de carga está alto y es más bien grueso.
Si alguien quiere un coche de carrocería familiar para obtener el hueco más amplio posible con forma de paralelepípedo y con un borde de carga bajo, el 300C Touring no es el más indicado. Para eso, es preferible un Mercedes-Benz Clase E.
El respaldo trasero es abatible (la banqueta es fija). Al abatir el respaldo casi se multiplica por tres el volumen disponible; queda un suelo casi completamente plano y con argollas en los propios respaldos para sujetar una red.
El acabado de casi todo el maletero es un plástico duro, no muy vistoso pero posiblemente más resistente frente a roces que otros tipos de plástico que tienen mejor aspecto (los que están en el habitáculo, por ejemplo).
Como ocurre con el maletero, el espacio para los pasajeros no es grande con relación al tamaño del coche, al menos en todas las dimensiones. Es un coche que se distingue por su anchura, que no es particularmente alto por dentro, y que tiene un espacio para las piernas parecido al del un BMW Serie 5 o un Volvo V70.
La gama de motores del 300C Touring consta de tres de gasolina: dos tienen seis cilindros, bien con 2,7 l de cilindrada o bien con 3,5 l.
El tercero es un ocho cilindros de 5,7 l de cilindrada; este motor tiene la particularidad de que puede funcionar con solo cuatro de sus ocho cilindros cuando el conductor no solicita mucha aceleración ni sostiene una velocidad alta; de esta manera se limita el consumo de combustible. Pese a ello, el consumo medio homologado de este modelo es 11,9 l/100 km, un valor normal para un coche de este tamaño y potencia.
Las cifras de potencia de que disponemos actualmente son aproximadas, ya que no están medidas según las condiciones de homologación en Europa, sino con la norma americana SAE (con la que las cifras de potencia salen algo mayores que aquí, a igualdad de motor). Según ese método de medición, el 2,7 da 193 CV, el 3,5 da 253 CV y el 5,7 da 340 CV
No habrá una versión con motor Diesel hasta finales de 2005, que será un seis cilindros en V de 3,0 l de cilindrada.
Inicialmente todos los 300C Touring tienen tracción trasera y caja de cambios automática. Los de seis cilindros la tienen de cuatro velocidades sin mando para seleccionar machar (sí para eliminarlas), y el ocho cilindros la tiene de cinco velocidades con un mando secuencial el la palanca para seleccionarlas.
Desde marzo de 2005 estarán disponibles versiones con tracción total, que se puede combinar con los dos motores más potentes y mantendrá la caja de cambios que lleva actualmente cada uno.
He conducido brevemente el 3,5 l, y me parece que el 300C con este motor es suave y silencioso; lo que más se oye en marcha desde 120 km/h es el aire.
No parece que dé la aceleración que cabría esperar de un coche con esta potencia, pero posiblemente es más por la caja de cambio que por el motor. A estas alturas, cuando ya hay cajas de cambio de siete marchas (de Mercedes-Benz), que un coche como el 300C tenga solo cuatro es un atraso.
Con cuatro marchas los saltos entre ellas son muy grandes, lo que dificulta que el motor vaya en el régimen adecuado. De hecho, en el recorrido que hemos hecho, con una conducción suave y acelerando mucho sólo en contadas ocasiones para adelantar, el coche iba a menudo en tercera, casi siempre si la carretera era ligeramente cuesta arriba.
La tercera (que es la marcha en la que alcanza la velocidad punta), tiene un desarrollo de 36,6 km/h cada 1.000 rpm. Esto quiere decir que, a igualdad de velocidad, el motor del 300C va más revolucionado que en otros coches semejantes. No es un problema para el confort porque no se oye mucho el ruido del motor (de hecho, casi no se nota por el ruido que cambie de tercera a cuarta), pero sí para el consumo.
No he conducido rápido por curvas, pero da la impresión de que es un coche estable en recta. La suspensión es blanda y casi siempre confortable, pero la carrocería no parece que se mueva excesivamente. Es curioso que, con una suspensión tan suave y unas de ruedas diámetro tan grande (225/60 18", con 2.218 mm de desarrollo), el coche sea más bien seco de suspensión en baches que mueven rápidamente a la rueda, que es lo que le eventualmente le resta confort.
La suspensión trasera tiene un sistema que, una vez en marcha, hace que el nivel de la carrocería sea independiente de la carga. Lo que no tiene es un sistema para variar manualmente la altura (para facilitar la carga, por ejemplo).
El equipamiento de serie es abundante (relación de algunos de los elementos que lleva), hay muy pocas opciones, y le faltan elementos que son ya normales o están disponibles en otros modelos de este tipo (relación de algunos de ellos), no todos ellos me parecen de utilidad.
Un 300C Touring en versión V6 de 3,5 l cuesta 46.790 €. Si buscamos en nuestra base de datos modelos familiares mayores de 4,7 m , con motor de gasolina entre 220 y 280 CV, y con cambio automático (resultado de esa búsqueda), aparece varios modelos menos costosos. Casi todos ello son más pequeños y ninguno tiene más equipamiento de serie que el 300C. Casi todos tiene una calidad de acabado igual o mejor que el Chrysler y, los que son menos potentes, posiblemente no son peores en prestaciones.
El Chrysler 300C no se fabrica en EE.UU. sino en Brampton (Ontario, Canadá) y, desde mediados de 2005, también lo fabricará la empresa Magna Steyr en Graz (Austria).