Aunque no puede tener control de estabilidad, el Chevrolet Aveo es un coche agradable de conducir. No obstante, ni su estabilidad ni su tacto de conducción está al nivel de otros modelos más modernos (como un SEAT Ibiza). Un Mazda2tiene una estabilidad lineal peor que la del Aveo, sobre todo si circulamos con viento racheado.
La suspensión del Aveo es blanda, con una buena capacidad para absorber los baches, por lo que resulta un coche cómodo en casi toda circunstancia. De todas formas, la carrocería tiene movimientos amplios (sobre todo de cabeceo y, en menor medida, de balanceo). Estos movimientos amplios no interfieren a la trayectoria, salvo que circulemos muy rápido por carreteras con curvas muy bacheadas.
La unidad de prueba llevaba unosneumáticos Hankook, modelo Optimo K406, en medida 185/55 R15. Nos han parecido unos neumáticos algo duros que daban un agarre correcto en seco (no lo hemos conducido con firme mojado) y que resultaban algo ruidosos.
La dirección asistida tiene una respuesta y un reglaje adecuado en un coche de este tipo. El cambio de marchas tiene un tacto bueno, pero resulta algo impreciso cuando se quiere cambiar muy rápido.
Respecto a otros modelos semejantes, la capacidad de frenada tampoco es demasiado buena (comparativa).
Algo que no nos ha gustado del Aveo es que el retrovisor exterior del lado del conductor es plano. Esto dificulta la conducción por carreteras de varios carriles por sentido, ya que los coches que se aproximan por el carril contiguo parecen estar más cerca de lo que realmente están.
Aveo 1.4 101 CV.
Hemos conducido brevemente el Kalos con el motor 1.4 de 101 CV. A pesar de los sistemas de admisión y distribución variables con los que cuenta, tiene una respuesta algo decepcionante a bajas revoluciones.
Para una conducción relajada no supone un inconveniente pero, si se quiere sacar provecho de toda su potencia o desenvolverse con agilidad en el tráfico urbano, hay que recurrir con demasiada frecuencia al cambio de marchas porque hasta cerca de 5.000 rpm no empieza a empujar con fuerza. Conducir así, con el motor alto de vueltas, penaliza el consumo y la sonoridad.
Este problema se agudiza por los desarrollos largos de la caja de cambios manual de cinco velocidades: en quinta velocidad, a 120 km/h, el motor gira a unas 3.400 rpm y es necesario reducir una marcha para afrontar una rampa pronunciada sin perder velocidad.
Que el desarrollo sea así de largo tiene dos aspectos positivos. Viajando a velocidad constante -en carreteras abiertas, que no requieran cambiar mucho de marchas- el motor hace menos ruido y los consumos son menores.
Aveo 1.2 84 CV
La versión con el motor menos potente, el 1,2 l de 84 CV, la hemos probado con más profundidad.
Nos parece que este motor responde mejor. Da el par máximo a un menor número de revoluciones, lo que se percibe con claridad al conducirlo porque su respuesta parece más enérgica en todo momento.
No obstante, tampoco es que le sobre la fuerza a un régimen bajo. De hecho, para obtener una respuesta buena al acelerador, hay que mantener el motor a un régimen más bien alto (entre 3.500 y 5.000 rpm).
Según nuestras mediciones tiene una capacidad de aceleración (entre 80 y 120 km/h) algo peor que la de otros modelos semejantes (como un Toyota Yaris 1.3 y un Mazda2 1.3).
Aunque tiene un cambio con desarrollos más bien cortos en terminos absolutos (alcanza la velocidad máxima muy por debajo del régimen de potencia máxima), resultan bastante largos para este motor. Por ello, la capacidad de recuperación en marchas largas no es buena. De hecho, no hemos medido ningún coche de estas características que tarde tanto en pasar de 80 a 120 km/h en 5ª marcha.
Sus prestaciones son peores que el de 101 CV, pero esto sólo lo notarán quienes conduzcan a velocidades elevadas o con el coche muy cargado. En el resto de ocasiones, este motor resulta suficiente y más económico de consumo.
Los dos motores son agradables de conducir en lo que tiene que ver con la suavidad y el ruido: detenido en un semáforo o en carretera a velocidad constante, el sonido procedente del motor es poco intenso y no resulta nada molesto. Si circulamos con el motor a un régimen alto, si resulta algo ruidoso.
El consumo es bastante bueno en carretera abierta. En un recorrido de 240 km por una autovía, con algunos desniveles y con poco tráfico, a una velocidad media real de 123 km/h, gastó 6,5 l/100 km reales.
Este motor de 84 CV tiene 1.206 cm³, culata de 16 válvulas y un sistema que modifica el flujo de aire en la admisión. A cargas parciales, una de las dos tomas de admisión que tiene cada cilindro queda cerrada; la que queda abierta genera una turbulencia que mejora la combustión y, además, trabaja con una tasa de recuperación de gases de escape de hasta el 30%. Respecto al anterior motor, el cambio más importante es la utilización de un segundo árbol de levas.