El Caterham Project V es un cupé eléctrico en fase de prototipo que está previsto que llegue al mercado a finales de 2025 o principios de 2026 a un precio, para el mercado del Reino Unido, inferior a 80 000 libras (unos 94 000 euros).
Mide 4,23 m de longitud, 1,89 m de anchura y 1,23 m de altura. Es decir, tiene la longitud de un Toyota GR86, la altura de un Mazda MX-5 y es casi tan ancho como un Porsche 911 Turbo. Su distancia entre ejes es de 2,58 m. La estructura está compuesta de fibra de carbono y alumino y las suspensiones son de paralelogramo deformable en ambos ejes.
Tiene un sistema de impulsión compuesto por un motor eléctrico trasero (síncrono y con una tensión nominal de 400 V) de 272 CV que va alimentado por una batería de 55 kWh (imagen de la suspensión y los componentes eléctricos). La autonomía prevista según el ciclo WLTP es de unos 400 kilómetros (el consumo debe ser muy bajo para obtener esa autonomía).
Según Caterham, puede acelerar desde parado hasta 100 kilómetros por hora en menos de 4,5 segundos, que es un buen dato para la potencia disponible. Se explica porque es un coche muy ligero (para ser eléctrico). Caterham espera que su masa en vacío ronde los 1190 kg, que es menos de lo que pesan la mayor parte de los cupés del mercado con motores de combustión, salvo alguno como el Mazda MX-5.
El interior está configurado para tres ocupantes: hay dos asientos delanteros y uno trasero centrado (imagen). Opcionalmente se podrá adquirir una banqueta trasera con dos asientos.
El salpicadero es sencillo. Hay una pantalla que replica las aplicaciones del teléfono móvil; el sistema de climatización así como otras funciones del vehículo están controladas desde mandos físicos (ruletas y palancas).
El Project V ha sido diseñado por Anthony Jannarelly y construído por Italdesign.