Consumo
El Dolphin de 204 CV y batería de 60,4 kWh de capacidad útil tiene un consumo homologado de 15,9 kWh/100 km. Es una cifra que, en ocasiones muy puntuales, es posible conseguir e incluso mejorar (eso sí, si se dan muchas circunstancias favorables y vamos buscando una economía de uso muy alta). Como en otros modelos de BYD, no resulta sencillo conocer el consumo exacto de un trayecto determinado porque el ordenador de viaje solo ofrece dos valores: el acumulado desde la salida de fábrica y el de los últimos 50 kilómetros.
Los datos de autonomía que hemos observado durante la prueba nos hacen pensar que se trata de un coche con un consumo bajo o, como mucho, moderado. En un uso mixto y sin escatimar con el empleo del climatizador y otros consumidores eléctricos (asientos calefactables, por ejemplo), es perfectamente factible recorrer unos 350 kilómetros entre recargas (17,2 kWh/100 km, aproximadamente). Por ciudad y vías de circunvalación despejadas, dicha cifra llega a los casi 400 km (unos 15,0 kWh/100 km) y por autopista a la velocidad máxima de la vía, unos 300 (20,0 kWh/100 km). Todos estos datos los hemos obtenido en invierno, con temperaturas más bien frías (entre 5 y 10 grados, más o menos), es probable que en otras estaciones más cálidas los resultados sean distintos a mejor.
Debido a las peculiaridades comentadas para el ordenador de viaje (uno no reseteable y otro que solo registra 50 km), no podemos dar datos concretos de consumo para nuestro recorrido de consumo habitual por autopista (aquí detallamos todas las características del mismo). No obstante sí que podemos dar una aproximación: partimos con la batería completamente cargada y llegamos al final con el 52 %; es decir, utilizamos un 48 % de la capacidad de la misma. Si tomamos como referencia los 60,4 kWh de capacidad útil declarados por el fabricante, en nuestro recorrido utilizamos aproximadamente 29,0 kWh, que dan como resultado un consumo de 20,1 kWh/100 km.
Recarga
La potencia máxima de recarga en corriente contínua de esta versión del Dolphin (recordemos, con 204 CV y batería de 60,4 kWh) es de 88 kW, mucho menos que sus alternativas: 140 kW en el MG4, 130 kW en el Renault Megane E-TECH y 120 kW en el CUPRA Born y el Volkswagen ID.3. No obstante, los tiempos de carga que hemos observado no han sido especialmente largos porque la potencia media del proceso es más bien elevada, especialmente durante los últimos puntos porcentuales (ahí es donde suele ser más baja en la mayoría de modelos). Para comprobarlo hicimos una recarga del 10 al 100 % en un punto que puede suministrar hasta 130 kW de potencia; estos fueron los resultados:
Como en la mayoría de modelos eléctricos, durante el proceso hay varias fases bien diferenciadas en las que la potencia va disminuyendo. En el Dolphin se aprecian cuatro: la primera nada más enchufar la manguera, que mantiene los 88 kW prometidos por la marca de manera estable, una segunda que disminuye hasta los 65 kW (aproximadamente), una tercera que baja hasta los 35 kW y una última, mucho más breve, en la que la potencia bajó de manera gradual desde los 15 y los 10 kW, que no está nada mal. A modo de resumen, estos fueron los tiempos observados para distintos tramos porcentuales:
- Del 10 al 80 % en 40 minutos
- Del 10 al 90 % en 49 minutos
- Del 80 al 100 % en 26 minutos
- Del 10 al 100 % en 1 hora y 6 minutos
En esta recarga, la energía facturada fue de 61,88 kWh y tuvo un coste de 36,51 € (a 0,59 €/kWh, por tanto). Con estos datos y tomando como referencia un consumo medio de 17,0 kWh/100 km (unos 350 km de autonomía), el coste por cada 100 kilómetros sería de aproximadamente 10,4 €. O lo que es lo mismo, un coste similar al de un coche con motor de combustión que consuma unos 6,3 l/100 km (con el precio del litro de gasolina de 95 octanos a 1,65 €).
No obstante, esas cifras solo son válidas si se hacen recargas en puntos de alta o muy alta potencia, los que se encuentran habitualmente en vías principales de paso (autopistas, por ejemplo). Si se llevan a cabo en puntos de corriente alterna, que suelen llevar aparejada una tarifa mucho más ventajosa, el coste de uso es claramente inferior. Por ejemplo, esos 61,88 kWh mencionados anteriormente tendrían un coste de poco más de 9 euros (a 0,15 €/kWh), es decir, unos 2,65 € por cada 100 km recorridos.
Desde el sistema multimedia es posible programar la carga para que coincida en los momentos en los que el precio del kWh es más bajo (por ejemplo), pero no permite limitar la potencia a la que se lleva a cabo la misma (esto es especialmente útil en puntos de corriente alterna para no sobrecargar la instalación) ni la energía a introducir en la batería (es muy habitual poder hacerlo en tramos porcentuales). Durante la recarga, en la instrumentación se muestran datos relativos a la misma: potencia a la que se está llevando a cabo, porcentaje de carga y el tiempo previsto para su finalización (que además es bastante preciso; imagen). La toma de carga está situada en la aleta delantera derecha, justo por encima del paso de rueda (imagen).