Consumo
El consumo del BYD Atto 3 es, en general, moderado o bajo. Tiene un ordenador de viaje que indica el consumo acumulado desde que salió de fábrica. Al inicio de la prueba marcaba 18 kWh/100 km para una distancia total de 1932 kilómetros. Después de la semana de pruebas y con 2805 kilómetros, el consumo era de 17,9 kWh/100 km. Hice un uso normal del vehículo y circulé por todo tipo de carreteras, con una temperatura en el exterior que generalmente era algo calurosa y por ello hice un uso moderado del aire acondicionado. Me parece que esos 18 kWh/100 km son un valor medio bastante realista y fácil de conseguir en un uso mixto en un ambiente que no sea frío.
Un consumo de unos 18 kWh/100 km supone que se podrían hacer unos 320 kilómetros con una recarga completa. En vías urbanas y de periferia con tráfico fluido, el consumo medio puede estar incluso por debajo de 15 kWh/100 km (cerca de 400 kilómetros de autonomía). Igualmente es posible estar en cifras algo superiores a 20 kWh/100 km en autopistas y autovías (menos de 300 kilómetros de autonomía).
En esta ocasión no podemos facilitar el consumo en nuestro habitual recorrido por autovía de 143 kilómetros. El motivo es que el ordenador de viaje sólo da el dato total acumulado que hemos comentado anteriormente y el de los últimos 50 kilómetros.
El sistema de navegación no es útil para planificar rutas. No dice la autonomía (o porcentaje de batería) con que llegaremos al destino. Y, si la carga no es suficiente para llegar, no propone un plan de viaje con las distintas paradas en los puntos de recarga. Lo que ofrece es un listado de cargadores en ruta que se pueden filtrar por distancia, velocidad de carga o tipo de conector. La única ayuda que tiene el conductor para saber el alcance del que dispone es un gráfico que indica a grosso modo hasta dónde es posible llegar con la energía restante en la batería.
Recarga
Uno de los posibles puntos débiles del BYD para viajar es, junto con que la batería no es grande, es que la potencia máxima de recarga es de 88 kW. Esto es un inconveniente si hay puntos de recarga de mayor potencia en las rutas habituales, que no siempre es lo normal. En corriente alterna la potencia máxima de recarga es de 11 kW.
En un punto de recarga ultrarrápido (que puede suministrar hasta 350 kW) la batería pasó del 8 al 100% en 1h y 15 minutos, y la energía facturada fue de 65 kW. La última parte de la batería no se recargó de forma demasiado lenta: al iniciar el 99 %, la potencia que suministraba el punto era de unos 15 kW, que no está nada mal. En el siguiente gráfico aparece la curva de recarga:
Durante el proceso de recarga, la instrumentación informa sobre la carga en la batería, la potencia instantánea y el tiempo previsto para llegar al 100% (o el nivel elegido como tope). Desde la pantalla del sistema multimedia de puede programar la recarga en tramos horarios durante todos los días de la semana
La batería tiene una función de recarga reversible (VTOL o V2L, acrónimo el inglés vehicle to load). Se utiliza conectado directamente a la toma externa del vehículo una cable que por uno de los extremos lleva un conector Mennekes y por el otro una regleta con tomas Schuko.
En el manual de usuario hay varias recomendaciones de uso de la batería, alguna de ellas son distintas a las que se ven en los manuales de coches eléctricos con otra tecnología de baterías:
- Se recomienda cargar completamente el vehículo de forma regular (al menos una vez a la semana) y realizar una carga completa cuando la carga sea baja (menos del 10%) una vez entre tres y seis meses.
- Si el vehículo va a estar inactivo durante más de 7 días, se recomienda mantener el estado de carga al 40-60% para prolongar la vida útil de la batería.
- Si la batería no se usa durante más de tres meses, debe cargarse completamente cada tres meses y luego irse descargar hasta el 40-60%. De lo contario, la batería se podría descargar excesivamente y reducir su rendimiento o incluso dañarse. La garantía no cubre estos daños.