El Z4 es un coche muy deportivo, con lo bueno y lo malo que supone. Lo bueno es que puede ir muy rápido por zonas de curvas; lo malo es que tiene una suspensión incómoda y, en ocasiones, unas reacciones que lo hacen difícil de conducir.
Es muy estable en algunas circunstancias, pero tiene reacciones bruscas en otras. En gran medida, la forma en que este Z4 se desenvuelve por carretera depende principalmente del estado del pavimento. Tanto en recta como en curva, al Z4 le sientan peor de lo habitual los baches e irregularidades del la carretera. De este modo, si hay roderas a lo largo de la carretera, el coche tiende a perder la línea recta. Si pasa por encima de un bache en una curva, la carrocería tiende a desplazarse lateralmente, y con rapidez, hacia el exterior. Da la sensación de que las ruedas rebotan y no siempre mantienen un contacto uniforme con el suelo.
En estas circunstancias, la motricidad se resiente de igual modo. Si coincide una curva bacheada muy lenta (como una horquilla) y una aceleración fuerte, al Z4 le pasa como a otros BMW, pero en mayor medida: el control de tracción no deja acelerar mucho.
En el mismo caso pero con el control de tracción desconectado, las ruedas pueden comenzar a patinar sin que el coche gane prácticamente velocidad. El Z4 Coupé 3.0si no puede tener diferencial autoblocante, que tiene de serie el Z4 M Coupé.
Conduciendo el Z4 por las carreteras habituales, parece que éstas tienen un piso peor de lo que parecía incuso en otros coches de este tipo. La suspensión de serie ya es muy dura (hay otra opcional) y da un confort muy bajo. Puede ser que, en cierta medida, el coche parezca más duro de lo que realmente es porque los ocupantes van sentados prácticamente encima del eje trasero (lo normal en casi todos lo coches es ir sentado entre los dos ejes).
También puede tener gran variedad de ruedas opcionales, más grandes que las de serie y más anchas las traseras que las delanteras. Nuestra unidad de pruebas tenías las ruedas de serie y nos parecen las más adecuadas. Dan buena adherencia cuando el piso está bien; cuando está deteriorado, no cabe esperar que unas más anchas y de menor perfil sean más satisfactorias.
Sobre asfalto perfectamente liso sí mantiene bien la trayectoria, tiene un nivel de adherencia lateral alto y responde con mucha agilidad a las indicaciones del volante. No obstante, me parece que en este coche es más difícil que en otros sentir el límite de adherencia a través del tacto de la dirección.
Sobre asfalto en buen estado la capacidad de tracción me parece buena y no es muy frecuente perder la trayectoria bajo fuerte aceleración.
El control de estabilidad se puede desconectar por completo. También se puede desconectar el de tracción manteniendo el de estabilidad.
No encuentro ningún motivo para desconectar el control de estabilidad porque, cuando este coche pierde la trayectoria, no tiene reacciones suaves. Puede venir bien desconectar el de tracción (no el de estabilidad) para circular con cadenas, o por un terreno muy blando y suelto.
Los frenos parecen tener potencia suficiente para el tipo de coche que es pero, como ocurre en el M3, los del Z4 3.0si no aguantan un trato muy exigente por carretera o circuito sin perder efectividad.
Por su capacidad para ir rápidamente por curvas, el Z4 está mucho más cercano a un Porsche Cayman que a un Audi TT. En relación al Z4, el TT es mucho más cómodo para cualquier uso, menos eficaz en algunas circunstancias, pero menos exigente de aprovechar en casi cualquier caso. Como deportivo, el Cayman me parece superior a los dos.