Las versiones con más potencia y de aspecto más deportivo del BMW X5 son las X5 M y X5 M Competition, con 600 y 625 caballos respectivamente. El X5 M está a la venta por 147 700 euros y el X5 M Competition, por 164 600 euros (ficha comparativa con precios).
Representan hasta qué punto BMW es capaz de conseguir que un coche alto y pesado sea rápido en rectas y en curvas. Puede ser emocionante por el sonido que produce su motor de ocho cilindros, por lo que acelera, porque tiene una dirección muy rápida que permite cambiar de trayectoria con agilidad (y con un movimiento reducido del volante) y porque el sistema de tracción total está ajustado para transmitir más fuerza al eje posterior (al acelerar mucho a fondo a la salida de las curvas lentas, el X5 M tiene tendencia a cerrar la trayectoria). La suspensión es firme incluso en su reglaje más blando.
Algunas de sus alternativas son el Audi RS Q8, el Jeep Grand Cherokee 6.2 Trackhawk, el Porsche Cayenne Turbo S E-Hybrid y el Lamborghini Urus. De ellos, los X5 M tienen un precio intermedio, superior al del Jeep, similar al del Audi e inferior del Porsche y el Lamborghini. En este listado aparecen todos los todoterrenos de gasolina de más de 600 CV.
Además de la suspensión, se puede ajustar la respuesta del sistema de tracción total (no se puede desconectar el eje delantero como, por ejemplo, en un BMW M5), del motor, de la caja de cambios y el tacto de los frenos. Una de las dificultades a las que se enfrenta el conductor que se pone por primera vez a los mandos del X5 M es dar con un reglaje idóneo (para sus gustos) de todos esos elementos. Los ajustes favoritos se pueden memorizar en dos posiciones de acceso rápido a través de unos botones rojos con una M en el volante (imagen).
Las sensaciones en curva que transmite el BMW X5 M no son exactamente las de un deportivo de carrocería berlina o cupé. Como se va sentado en una posición elevada, las fuerzas que afectan al cuerpo son de mayor magnitud a igualdad de velocidad. Eso es mucho más patente si las curvas tienen el firme deformado (porque hay cambios constantes de apoyo), que si está en perfecto estado (ya que el coche se apoya en ellas de una sola vez).
El X5 M es el mejor X5 cuando ir deprisa es la máxima prioridad. Para viajar a buen ritmo y con un buen nivel de comodidad, es preferible un X5 M50d de 400 CV. Este tiene una suspensión que trata mejor a los ocupantes porque, aunque permite que la carrocería se mueva algo más en todas las direcciones, lo hace de forma más suave. La dirección es mucho más lenta (su desmultiplicación es 18,7 a 1 en lugar de 13 a 1) con lo que, a mi juicio, es más fácil hacerse a su manejo.
En definitiva, el X5 M50d responde mejor a la idea de todoterreno de lujo que ofrece buenas sensaciones para viajar rápido por vías amplias. El X5 M es mejor cuando la carretera se estrecha y se quiere mantener un ritmo elevado de marcha. Es posible que el tacto de conducción del X5 M50d se parezca mucho al del M50i de 530 CV, pero no lo puedo afirmar porque no lo he probado (ficha comparativa).
Los cambios que reciben los X5 M y X5 M Competition afectan al aspecto de la carrocería, al chasis y al motor. Este es de gasolina, con ocho cilindros en uve, 4,4 litros de cilindrada y con sobrealimentación por dos turbocompresores. BMW dice que los soportes del motor son «extremadamente rígidos», cualidad que redunda generalmente en una mayor precisión de movimientos de la carrocería porque el par de torsión del motor (750 Nm en ambos casos) produce menos interferencias al transmitir la potencia al eje de transmisión.
El chasis tiene refuerzos para aumentar la rigidez respecto a otras versiones de la gama X5. La suspensión de serie es la denominada adaptativa M, con amortiguadores de dureza regulable y estabilizadoras activas. La dirección es la M Servotronic, más directa que la Servotronic normal pero, al igual que esta, con desmultiplicación variable en función de la velocidad.
Exteriormente, los X5 M y X5 M Competition son reconocibles por unos paragolpes exclusivos, entradas de aire más grandes, branquias en las aletas con el logotipo M, retrovisores específicos, alerón y un faldón posterior con difusor y cuatro salidas de escape. En el X5 M Competition las llantas de serie son de 21 pulgadas de diámetro en el eje delantero y de 22 en el trasero (en el X5 M, son todas de 21 pulgadas).
El habitáculo cuenta con los tradicionales emblemas M, costuras y molduras diseñadas ad hoc, los asientos de serie son los multifunción M y la tapicería es de cuero integral Merino BMW Individual de grano fino. En los X5 M y M Competition es de serie el paquete Live Cockpit Professional con pantalla de instrumentación y asistente de aparcamiento. El resto del equipamiento opcional, en el que se incluyen los asistentes a la conducción, son los que aparecen en esta información de la gama X5.
El X5 M acelera de 0 a 100 km/h en 3,9 segundos y el X5 M competition, en 3,8. Son, por tanto, 0,4 segundos más rápidos en esta maniobra de aceleración máxima que las mismas versiones del modelo precedente.