BMW Serie 7 (2015) | Impresiones de conducción
El BMW es un coche hecho para ser cómodo, algo que BMW ha conseguido sin ninguna duda. Sin embargo, por lo bien que se mueve cuando la carretera deja de tener grandes rectas y, por cómo responde a las órdenes del conductor, parece más ligero y pequeño de lo que realmente es. Al menos esa es la impresión que nos ha dejado el 730Ld que hemos probado, el cual estaba equipado con varias opciones que pueden afectar a las cualidades dinámicas, como las ruedas más anchas posibles y las barras estabilizadoras activas.
De serie, la suspensión es de dureza variable y muelles neumáticos. Puede elevar la carrocería 20 mm por encima del nivel normal cuando se circula por debajo de 35 km/h (muy útil para pasar por rampas pronunciadas de garaje) o bajarla 10 mm a alta velocidad (para reducir la resistencia al avance).
En los modos de conducción más confortables (se eligen desde un grupo de mandos que hay a la izquierda de la palanca de cambios, imagen) el aislamiento que proporciona la suspensión es muy grande frente a casi todo tipo de irregularidades. En el modo más deportivo, el conductor tiene la sensación de conducir un coche mucho más dinámico, que responde con más inmediatez a las órdenes, cuya suspensión no permite que la carrocería tenga movimientos amplios y que se siente bien a través del volante. Los frenos soportan bien un uso descuidado, al menos si se hace de forma puntual. Pero como ocurre en otros muchos BMW, no son capaces de detener el coche en distancias muy cortas.
La opción Executive Drive Pro consta de un sistema de barras estabilizadoras activas y una cámara estereoscópica que «lee» la carretera. Este sistema interviene combinando el funcionamiento de estos dos dispositivos, la suspensión neumática y los amortiguadores (controlados electrónicamente). Gracias a la intervención de las estabilizadoras activas, el balanceo de la carrocería es muy reducido.
En carreteras rápidas, el BMW Serie 7 2016 tiene la marcha suave e imperturbable que distingue a las mejores berlinas de lujo. Es difícil poner pegas a su calidad y seguridad de marcha en carreteras rápidas. Sólo me cabe la duda si es tan poco sensible a las maniobras buscas (una frenada brusca a alta velocidad en una curva en bajada con el firme irregular, o una maniobra de esquiva) como un Mercedes-Benz Clase S 2014, pero las diferencias deben ser pequeñas en todo caso.
Me resulta difícil sentenciar si es más cómodo un BMW Serie 7 2015 o un Mercedes-Benz Clase S, entre otras cosas porque no he probado ninguno de ellos con el equipamiento de serie o con uno que sea más o menos equivalente. Quizá, el Mercedes-Benz Clase S traslada menor ruido de rodadura a sus ocupantes cuando el asfalto es rugoso o está desgastado.
El BMW Serie 7 maniobra bien en términos relativos (para la longitud de su carrocería) tal y como viene serie. La dirección en las cuatro ruedas es una opción que mejora la maniobrabilidad y será de valor para quien habitualmente circule por calles muy estrechas o aparcamientos con poco espacio. Segun BMW, este dispositivo también incrementa la agilidad en curvas (no lo hemos probado).
La dirección en las cuatro ruedas es una opción que, en la generación anterior del Serie 7 (información), estaba reservada a las versiones de tracción trasera (según BMW, porque el engranaje planetario que se utilizaba en la dirección de las ruedas delanteras para conseguir distintas desmultiplicaciones ha sido reemplazado por una cremallera de paso variable).
El motor Diesel de 265 caballos es el de menor potencia disponible para el Serie 7 2015. Nos parece muy apropiado porque tiene la potencia necesaria para circular con gran agilidad y su consumo es muy bajo. También es silencioso (o al menos BMW lo ha aislado muy bien del interior). Desde las plazas delanteras y en frío, se nota que es Diesel y vibra un poco más de la cuenta. Desde las plazas posteriores, su funcionamiento pasa casi completamente desapercibido, especialmente una vez que está caliente. El sistema de arranque y parada automáticos del motor durante las detenciones no funciona bien, pues cuando actúa produce una vibración incómoda. La caja de cambios es automática de ocho relaciones y realiza su función de forma exquisita, con rapidez y sin apenas dejar sentir cuando selecciona una u otra relación.
El BMW Serie 7 2015 que hemos probado en km77.com tenía muchas de las opciones disponibles. En consecuencia, su peso estaría bien alejado de los 1870 kg oficiales que BMW declara. En cualquier caso, el BMW 730Ld ha resultado muy rápido en toda circunstancia. Acelera mucho desde baja velocidad y también una vez que ya circula a una velocidad elevada.
Según nuestras mediciones, ha necesitado 4,3 segundos para cubrir nuestra habitual aceleración máxima desde 80 a 120 kilómetros por hora, exactamente lo mismo que empleó un Audi A8 3.0 TDI de la misma potencia.
El consumo de carburante es bajo. En nuestro recorrido de consumo (de 143,3 kilómetros por una autopista con alguna pendiente fuerte y haciendo una media de 120 km/h) gastó 6,3 litros de media, que es algo menos de lo que consumió el Audi A8 3.0 TDI de 258 caballos. En un uso variado (por todo tipo de vías, a veces circulando despacio y otras veces deprisa) el consumo ha sido 9,0 l/100 km.