Pocos coches se pueden encontrar en el mercado con los que resulte tan seguro adelantar como con el BMW M5. Siempre necesita pocos metros, aunque se elija la quinta marcha para adelantar a ochenta, elección que tiene poco sentido. La tercera se queda casi corta para adelantar a un coche que vaya a cien por hora y obliga a subir mucho de vueltas el motor. A pesar de ello, la maniobra en tercera se hace todavía en menos metros que en cuarta.

La paradoja es que se trata de un coche muy seguro para adelantar, siempre que se infrinja la ley. Hemos realizado nuestras mediciones sin tener en cuenta la limitación que impide sobrepasar en más de 20 km/h la velocidad máxima permitida en la calzada. En una vía de doble sentido y con arcén, la ley impide sobrepasar los 120 km/h, velocidad que un M5 supera hasta en quinta para adelantar a un camión que sólo vaya a ochenta. Queda el recurso, para no delinquir, de levantar el pie del acelerador en mitad de la maniobra.

La caja de cambios de seis marchas permite disponer de una quinta no muy larga, que se puede utilizar para adelantar a los coches que vayan a ochenta, sin quebrar la ley. La maniobra se alarga, aunque tampoco demasiado.

*(Medimos la distancia que necesita el coche probado para sobrepasar a otro automóvil que va a una velocidad fija. Para ello, hacemos partir a los dos con idéntica velocidad. El coche adelantado la mantiene, mientras que el coche de pruebas se acelera al máximo, sin cambiar de marcha, para recorrer lo antes posible 40 metros más que el otro, distancia necesaria para poder rebasarlo (20 antes y 20 después). En ese momento consideramos el adelantamiento concluido. Miramos el tiempo que ha costado, la velocidad a la que va el coche que adelanta y los metros requeridos para realizar la maniobra).