BMW 318ti Compact (2002) | Un motor magnífico que arrastra mucho peso

13/10/2001 |Juan Manuel Pichardo

El motor de 2 litros de cilindrada y 143 CV que tiene el 318ti tiene un rendimiento muy bueno, pero está colocado en un coche que pesa 1.375 kg, unos 200 kg más que el Audi A3 1.8T de tracción delantera.

En el consumo se aprecia ese rendimiento tan bueno. En un recorrido por carretera de sentido único hay rampas frecuentes y a veces pronunciadas, lo que perjudica especialmente a los coches pesados. Para hacer una media real alta (150 km/h) sólo han sido necesarios 10,7 l/100 km, y eso que, en algunas ocasiones, la densidad del tráfico ha obligado a acelerar a fondo y engranar tercera para recuperar la velocidad de crucero. En uso muy intenso he medido 12,4 l/100 km; en uso normal por carretera y ciudad 10,1. Quien se proponga gastar poco con este coche en viajes por carretera, puede ir relativamente rápido con un consumo de 8 l/100 km, si conduce suavemente.

Todos estos consumos los he medido con gasolina de octano 95; según el manual del coche: «Para repostar, utilice preferentemente esta gasolina a fin de cumplir los valores nominales para las prestaciones y el consumo de gasolina»; en la tapa del depósito pone «91 - 98». No cabe esperar que el costo por kilómetro con gasolina de 98 sea menor, dada la diferencia de precio con la de 95.

En las prestaciones este motor no luce, aunque es de esos que van tan bien, que engañan. Es un motor particularmente elástico, lo que lo hace muy agradable de conducir y compensa en gran medida su elevado peso. No hay una gran diferencia entre la aceleración que da si se apuran las marchas o si no, como ocurre en otros motores.

He hecho nuestra medición de adelantamiento a 80 km/h bien desde segunda velocidad o bien desde tercera. En el primer caso el coche sale a casi a 5.900 rpm y llega a menos de 88 km/h (6.500 rpm) antes de cambiar a tercera; en el segundo, sale en tercera a 3.700 rpm. Es ligeramente más rápido de la primera forma, aunque la diferencia no es grande. Las prestaciones están hechas con gasolina de octano 98.

En todo caso, no es mucha aceleración. Al volante se nota que el coche empuja con mucha fuerza y de manera uniforme, salvo cuando el motor está llegando a la zona de potencia máxima, que pierde algo de ese empuje. A nuestra unidad de pruebas no le deben faltar caballos, porque llega en 5ª a 6.250 rpm, lo que equivale a la velocidad máxima.

Como buen BMW, se mete en la zona roja del cuentavueltas en la marcha más larga. Los desarrollos —tirando a cortos— no son un problema porque el coche gasta y suena poco, y ayudan a compensar el exceso de peso. En todo caso, para quien las prestaciones sean una prioridad, no es el coche más recomendable entre los de su precio, potencia o tamaño.

Una de las causas por las que este motor «engaña» es porque tiene una respuesta muy rápida al acelerador casi siempre. No la tiene siempre porque cuando el cambio de carga es muy grande (por ejemplo, al ir en retención y pisar el acelerador a fondo en una marcha larga) da un leve tironcito. En conducción normal o rápida, hay una reacción del motor casi inmediata al movimiento del acelerador. Es posible que ello se deba al sistema Valvetronic (más información), con el que la carga se ajusta con las válvulas de admisión, no con una mariposa que está más o menos lejos del motor. También me ha parecido que este motor retiene ligeramente menos que otros de gasolina.

Es uno de los motores de gasolina de cuatro cilindros más suaves que he llevado, y no hace mucho ruido. Si en prestaciones hay una diferencia clara con el seis cilindros, en suavidad no la hay tanta.Más información sobre este motor.