BMW cataloga al M135i (de 320 CV) como «M Performance». Con esta denominación, hace referencia a sus modelos con aspecto llamativo, elevada potencia y cualidades dinámicas notables, sin llegar al nivel de los modelos «M» (por ejemplo, el «M3» o el «M5»). En la actualidad, el M135i («M Performance») representa el modelo más potente y rápido de la Serie 1 pues ya no está a la venta el 1M Coupé de 340 caballos.
A mi juicio, a BMW le ha salido muy bien este modelo, pues su faceta de vehículo rápido y ágil no está reñida con su operatividad como coche para todo. Salvo por la suspensión, que es firme, el M135i rueda con extraordinaria suavidad debido, sobre todo, a la calidad de funcionamiento de su motor y de su cambio de marchas automático de ocho velocidades (de serie).
Lleva la suspensión que BMW denomina «deportiva M» (una con el mismo nombre es opcional para otros Serie 1). Desde luego, no es adecuada para quien tenga que circular constantemente por carreteras en mal estado, pero tampoco es insufrible. Además, es posible elegir una de dureza variable que no hemos probado.
El cambio automático es similar al que tienen muchos modelos de BMW. Es muy bueno tanto en maniobras a muy baja velocidad como en una conducción ágil. Su funcionamiento compagina suavidad con rapidez. Tiene dos programas («D» y «S») y otro en el que el conductor decide qué marcha llevar en cada momento moviendo la palanca que hay entre los asientos o directamente sobre las levas que hay tras el volante.
El motor además de no transmitir vibraciones apreciables al interior, también puede hacer poco ruido. De hecho, circulando a ritmo suave, parece que ni existe. Si se apura hasta un régimen alto, sí tiene un sonido patente, pero es poco probable que resulte molesto.
En su versión básica (de tres puertas y con tracción a las ruedas posteriores), el M135i está disponible desde 43 900 euros. La versión más cara corresponde a la que tiene tracción total y carrocería de cinco puertas, 49 800 euros (todos los precios). El 135i es el segundo coche del mercado menos costoso con más de 300 caballos de potencia. El primero es el Opel Insignia OPC, mucho más grande que el 135i y 325 kg más pesado, por lo que no se puede considerar una alternativa directa.
Si valoramos el BMW 135i por su capacidad de aceleración, se puede considerar que es hasta barato. En nuestra medición de aceleración máxima, que hacemos entre 80 y 120 km/h (un margen de velocidad muy utilizado en una conducción normal), hemos obtenido datos similares o incluso mejores a los de coches teóricamente superiores y mucho más caros. Por ejemplo, ha sido igual de rápido que un Porsche 911 Carrera Coupé (349 CV) y ligeramente más (aunque eso sí, de forma casi inapreciable) que un BMW M3 de 420 caballos (nos referimos al modelo hecho a partir del Serie 3 de la anterior generación; todavía no se vende el nuevo). En esta tabla se pueden comparar las prestaciones del M135i con los rivales mencionados anteriormente (entre otros muchos) y en ésta con las alternativas que se asemejan más por precio.
Es sorprendente la capacidad de aceleración del 135i porque tiene peor relación entre peso y potencia que los modelos citados (tiene 4,68 kg/CV por 3,94 del BMW y 4,16 kg/CV del Porsche). Si todos los M135i que salen de la línea de montaje van como el M135i que hemos probado en km77.com, entonces no cabe duda de que se trata de un motor excepcional, quizá el mejor del mercado entre los que tienen una potencia semejante.
El motor 135i no solo resulta sobresaliente porque dé mucha aceleración a un régimen alto, sino también por respuesta en casi cualquier circunstancia. Entre muy poco más de 1000 rpm y hasta 7200, hay un empuje intenso e inmediato a cada movimiento con el acelerador. Por la gran facilidad con la que alcanza el régimen del corte de inyección, no parece que la potencia máxima la dé a solo a 5800 rpm.
El consumo es alto en términos absolutos, pero no desmesurado para lo que acelera. En nuestro recorrido habitual, que es de 143,3 km por una autovía con importantes desniveles y buscando una velocidad media de 120 km/h, el gasto real (añadiendo el error que hemos detectado del ordenador, un 5% por defecto) ha sido de 8,7 l/100 km. El Porsche 911 Carrera Coupé consumió algo menos (8,3 l/100 km), pero el resto de modelos probados de similar potencia consumieron más. Por ejemplo, un Nissan 370Z con cambio automático gastó 9,6 l/100 km y un Subaru Impreza WRX STI 11,6 l/100 km.
Teniendo en cuenta que el depósito tiene 52 litros de capacidad, las paradas a repostar no serán muy frecuentes siempre que se conduzca con suavidad (que no lentamente).
Este BMW transmite bien al suelo la potencia: el coche permite acelerar con decisión a la salida de las curvas. Naturalmente, si se pisa el acelerador sin contemplaciones, sin dosificar mínimamente la potencia en función de la adherencia disponible, el control de tracción actúa frecuentemente para evitar que las ruedas patinen. Sin embargo, su ajuste me parece muy bueno porque no corta la aceleración bruscamente.
En algunas ocasiones sí he echado en falta más motricidad (incluso sobre suelo seco). Se ha dado el caso en curvas de horquilla en pendiente fuerte, cuando la rueda interior queda con poco apoyo y, por lo tanto, es incapaz de transmitir mucha fuerza al suelo. Este problema puede ser especialmente acuciante si se conduce sobre firme deslizante. Por lo tanto, para quien circule habitualmente por carreteras lentas, mojadas (o en general con poca adherencia) y quiera aprovechar con facilidad el empuje del motor, quizá deba elegir el 135i con tracción total.
Como no he probado el 135i xDrive, no puedo dar ningún dato relevante sobre sus reacciones frente al modelo equivalente de tracción trasera, pero yo no me compraría un M135i sin saber cómo va un M135i xDrive. Una alternativa a este BMW es el Subaru Impreza STI WRX, que solo se sirve con tracción total; el resto de coches más o menos similares (aunque lo cierto es que son pocos) tienen tracción a un solo eje, como el Opel Astra OPC.
Como en otros BMW, es posible desconectar el control de tracción manteniendo el de estabilidad o desconectar esas dos ayudas electrónicas. Si se hace, este M135i requiere grandes dotes de conducción para aprovechar toda su potencia.
Las ruedas que lleva el M135i son de medidas 225/40 R18 88Y las delanteras y 245/35 R18 Y las posteriores. No es posible elegir otras. La única posibilidad es elegir entre que éstas sean normales o preparadas para rodar sin presión (entonces están diferenciadas con las letras «RSC» y son las que tenía nuestra unidad de pruebas).
Los frenos están por debajo del resto de cualidades dinámicas del coche. No es que las distancias de frenado hayan sido malas (53 metros desde 120 km/h) sino que no son muy resistentes a un uso continuado (si se usan intensamente, después de varias frenadas se nota que el pedal se hunde más de la cuenta) ni su tacto es especialmente bueno.