BMW i7 (2022) | Impresiones del interior

31/05/2023 |Enrique Calle

La apertura de las puertas del i7 se puede hacer de la forma tradicional o completamente automática mediante unos motores si se paga la opción, la cual disponía nuestra unidad. Para que las puertas se abran de forma automática es necesario que pulsar unos botones que están junto a los tiradores exteriores. Desde dentro hay cuatro posibilidades: desde unos mandos táctiles dedicados a este fin en la moldura del salpicadero (imagen), desde un menú específico del sistema multimedia, con órdenes vocales y, además, el conductor puede cerrar la suya cuando pisa el freno. Si las puertas encuentran algún obstáculo durante su recorrido, se frenan sin chocar. Un aspecto negativo de estas puertas automáticas es que se cierran de forma algo brusca

Plazas delanteras

El aspecto del salpicadero del i7 tiene muchas semejanzas al de otros BMW eléctricos de reciente aparición. Predomina el diseño de líneas rectas, minimalista y discreto. Hay pocos botones e incluso BMW ha disimulado las salidas de ventilación; no así los mandos para regular la orientación del aire, que son tradicionales (aunque pequeños; uno de ellos se puede ver en esta imagen, abajo y a la derecha de la moldura azulada).

Otro detalle singular del i7 es la barra iluminada que recorre de lado a lado todo el salpicadero y las puertas (imagen e imagen). La BMW Interaction sirve tanto como luz ambiental (imagen), como decoración y también se ilumina de una forma concreta cuando se activan determinadas funciones. Por ejemplo, si hay una llamada telefónica, esta barra avisa creando una escena lumínica; o si viene un coche adelantando justo cuando vamos a salir del vehículo, crea una señal roja de peligro. 

Sobre esa barra BMW ha colocado varios botones táctiles (BMW Touch Command): el de la regulación de caudal de las salidas de ventilación, el que da acceso al menú principal del sistema de iluminación (imagen), el warning (que en nuestra unidad no siempre funcionaba a la primera) o los que sirven para abrir automáticamente las puertas (imagen). 

En el salpicadero hay dos pantallas unidas bajo un mismo cristal curvo (BMW Curved Display). La de la instrumentación tiene 12,3 pulgadas (imagen) y la del sistema multimedia, 14,9" (imagen). Ambas tienen una calidad muy buena, como uno espera de un coche del precio del i7. El sistema operativo bajo el que funciona es el BMW Operating System 8 que estrenó el iX (el BMW i7 M70 xDrive cuenta con uno más evolucionado: el 8.5)

La inmensa mayoría de las funciones del coche se muestran de forma gráfica en esa pantalla. Esa pantalla es tácil, por lo que se puede manejar con los dedos si así se desea, pero eso no siempre es lo mejor porque obliga a retirar mucho la vista de la carretera, especialmente para acceder a aquellas funciones que estén varios submenús por debajo del principal.

Para reducir el número de veces que hay que recurrir a la pantalla táctil hay varias soluciones. Entre los asientos tenemos a disposición el i-Drive (imagen), que consta de una rueda y una serie de botones y atajos que dan acceso directo a funciones como el sistema de sonido, el teléfono, la navegación, los modos de conducción, la altura de la carrocería o a las cámaras de visión periférica. Estos botones están enrasados con el resto de la consola y por ello no siempre se encuentran a la primera, pero al menos llevan directamente a la función que buscamos.

Los botones del i-Drive no son los únicos acceso directos. Por ejemplo, si necesitamos activar el menú completo de los asientos, se puede hacer pulsando el botón táctil que hay en las puertas (en el que aparece un icono de un asiento con tres barras por debajo, imagen). De igual forma, pulsando el botón táctil de la bombilla y las tres barras que se encuentra a la izquierda del volante, aparecen en la pantalla central todas las funciones de iluminación (imagen). 

He encontrado muy convenientes los distintos atajos, y me he acostumbrado a ellos relativamente pronto. Es cierto que no cubren todas las funciones del coche, ni mucho menos, pero sí algunas muy importantes. Una vez que uno se hace a ellos y configura la pantalla de inicio del sistema multimedia según sus necesidades, se pueden controlar muchos aspectos del coche de forma rápida y con pocas distracciones.

No obstante, hay cosas que después de una semana de uso me han seguido pareciendo algo confusas, como el menú de aplicaciones el sistema multimedia, donde aparecen más de 40 iconos de pequeño tamaño (imagen superior izquierda). Lo bueno es que estos iconos se pueden organizar con lo que tendremos más o menos localizados los más importantes.

Puesto de conducción

El puesto de conducción recuerda al de otras berlinas de BMW. Los asientos delanteros pueden ir situados relativamente cerca del piso, por lo que los ocupantes llevan las piernas más bien estiradas. Hay dos clases de asientos en función de las posibilidades de ajuste y tipo de mullido: los de serie y los que BMW llama Multifuncion —con reglaje eléctrico de la anchura del respaldo, de la parte superior del respaldo, y de la altura y profundidad del reposacabezas— que son muy cómodos (son los que tenía nuestra unidad; imagen). En ambos casos se puede disponer de ventilación y de función masaje (realiza muchos tipos). 

El sistema de sonido opcional de Bowers & Wilkins tiene 35 altavoces. Algunos de ellos integrados en los reposacabezas y en los respaldos (a los que BMW denomina excitadores de asientos) y su función es incrementar la percepción de la música mediante vibraciones.

Los sitios para guardar objetos son los habituales. Delante del mando i-Drive hay receptáculos con tapa para transportar bebidas (imagen) y una superficie de carga inalámbrica (imagen). Entre los asientos se encuentra un reposabrazos con sitio para objetos medianos y dispone de dos tomas USB C (imagen).

Plazas traseras

La tarea de acceder a estas plazas es muy sencilla ya que, las puertas son muy grandes y dejan un espacio muy amplio para pasar, mayor que en el EQS cuyo techo limita un poco la altura del vano que dejan las puertas. 

Hay mucho sitio para dos personas: el espacio es holgado para las piernas y se dispone de una generosa altura libre al techo. Hemos medido 81 centímetros de espacio entre el respaldo delantero y el trasero; y 96 centímetros de altura libre al techo. En estas mismas cotas, el Mercedes-Benz EQS tiene dos centímetros menos. Son diferencias pequeñas. Sin embargo, la principal ventaja que tiene el i7 es que la banqueta va más elevada respecto al piso, y eso ayuda a que los ocupantes lleven las rodillas en una posición más natural.

Si en las plazas delanteras hay pocos botones, en las posteriores su ausencia es casi total (aunque sí se encuentran unos mandos físicos para regular la dirección del aire del sistema de climatización, imagen). Eso se debe a que BMW ha concentrado los controles en unas pantallas de 5,5 pulgadas que están junto a los tiradores de cada puerta (imagen). Reaccionan con mucha fluidez y responden con precisión al contacto de los dedos. Desde ahí se puede hacer todo lo que necesitan los ocupantes posteriores, como regular los asientos y activar sus funciones (masajes o calefacción), accionar las cortinillas o ajustar la climatización. Si conectamos el teléfono, tenemos acceso a nuestra agenda telefónica y podemos hacer y recibir llamadas. Si está instalado el sistema de sonido más costoso, hay altavoces en los reposacabezas para que la llamada sea de mayor calidad y la podemos compartir o no con el resto de ocupantes. Con esa pantalla también se pueden controlar las configuraciones (Mymodes) que afectan al ambiente y decoración de todo el habitáculo: Theatre, Relax, Expressive, Digital Art y Personal (imagen). 

Determinados aspectos se pueden controlar sin recurrir a las pantallas. El asistente personal BMW se puede manejar con la voz desde las plazas traseras, que además identifica desde qué plaza (la de un lado u otro) se está realizando la petición. Por ejemplo, con la voz podemos abrir las puertas (si el pasajero trasero derecho dice que «BMW abre la puerta», sólo se abrirá su puerta, al igual que si dice «BMW cierra la cortina», sólo cerrará la de su lado). 

Los asientos traseros pueden tener muchas de las comodidades que los delanteros si se opta por el «paquete Executive»: incluye asientos con ventilación, masajes, regulaciones eléctricas y tapicería natural (Merino). La consola central (que se puede esconder en el respaldo y no anula la posibilidad de llevar a un quinto ocupante) está decorada con una moldura metálica y una superficie de recarga inalámbrica, así como dos tomas de corrientes USB C (imagen e imagen), pero no tiene huecos para depositar objetos.

La característica más destacada del «paquete Executive Lounge» es que el asiento trasero derecho se puede configurar para que el ocupante vaya recostado y con las piernas estiradas. Para ello se inclina el respaldo y se despliega la banqueta (imagen). Para más comodidad, hay un reposapiés que se despliega del asiento delantero (imagen). Para que las piernas quepan bien, el asiento delantero se adelanta.

Otro elemento opcional que llama mucho la atención es la pantalla BMW Theatre Screen (imagen). Al desplegarla, se cierran las persianas laterales (imagen) y traseras para atenuar la luz en el interior y así crear una atmósfera parecida a la de un cine. Es muy grande (31,3 pulgadas) con un formato muy apaisado (32:9) y se puede regular en distancia respecto a los pasajeros. Tiene integrado Fire TV de la plataforma Amazon y permite consultar aplicaciones o redes sociales. Dispone de una conexión HDMI (para por ejemplo conectar una consola) y dos conexiones para auriculares. No la he podido probar porque primero hay que conectarla a internet y, según BMW, estaba desconfigurada.

También es posible instalar el techo panorámico (Sky Lounge) con filamentos luminosos LED, que además de hacer la función de cualquier techo de cristal de grandes dimensiones, puede crear escenas luminosas llamativas.