En el Mulsanne, la sensación de lujo que experimentan sus pasajeros viene dada, principalmente, por la calidad de los materiales con los que está recubierto todo el habitáculo y por los precisos ajustes de todas las piezas que lo componen, pero también por el exquisito tacto de todos sus mandos, por el abundante espacio disponible (especialmente en la variante de batalla extendida) y por las numerosas atenciones que ofrece. Incluso el olor, una mezcla entre piel y madera, es diferente al de la mayoría de vehículos que se comercializan actualmente y ayuda a crear esa atmósfera de «coche especial».
La piel es el material más empleado en el habitáculo: cubre casi todo el salpicadero, las puertas y los asientos, pero también lugares menos frecuentes y más escondidos, como las guías de los asientos, la columna de la dirección (imagen), los parasoles (imagen) o incluso el techo. Bentley también utiliza de manera intensiva la madera (salpicadero, guarnecidos de las puertas o consolas delantera y trasera) y el metal (salidas de ventilación (imagen), mando de apertura de de la guantera o tiradores de las puertas). Las alfombrillas de la unidad probada, que eran opcionales, estaban fabricadas con lana de oveja y también tenían un tacto sensacional (imagen).
El número de botones, mandos y ruletas que Bentley ha dispuesto por el salpicadero, las puertas y la consola es muy elevado y, en un principio, puede llegar a resultar abrumador (imagen). No obstante, pasado un corto periodo de aprendizaje, su uso es bastante intuitivo porque están distribuidos de una manera lógica y funcional y resulta sencillo acertar a pulsarlos sin desviar la vista de la carretera mucho tiempo. Los menús que aparecen en la pantalla que hay en el cuadro de instrumentos, así como su manejo desde el volante, recuerdan poderosamente a los que el Grupo Volkswagen utiliza en muchos de sus modelos (Bentley también pertenece a este grupo) y resultan claros y fáciles de consultar (imagen).
El sistema multimedia es una de las novedades que Bentley introdujo en el modelo con su actualización en 2016. Es similar al del Bentayga y, en general, tiene un funcionamiento correcto, si bien no sobresale en ningún aspecto. Se puede manejar mediante pulsaciones en una pantalla de ocho pulgadas situada en la parte superior de la consola (imagen), o bien mediante varios botones y una rueda giratoria que hay justo por delante de la palanca de cambios (imagen). La estructuración de los menús es bastante intuitiva y funciona con fluidez, pero la resolución es claramente inferior a la que BMW o Mercedes-Benz ofrece en todos sus modelos (imagen). Tampoco la imagen que proporcionan las cámaras perimetrales es de una calidad excelente y, aunque ayuda mucho a tener controlados los extremos de la carrocería en lugares estrechos, no es la que se espera de un vehículo de este precio.
El acceso a las plazas posteriores se hace a través de dos puertas de grandes dimensiones que liberan un vano amplio y regular (imagen). Dichas puertas tienen varios puntos de apertura prefijados (en los BMW Serie 7, Mercedes-Benz Clase S o Audi A8 se pueden dejar fijas en cualquier posición) y como son muy grandes y pesadas, se pueden abrir o cerrar con violencia si sopla viento fuerte o el vehículo está detenido en una pendiente (conviene tener cuidado). También tienen un sistema eléctrico que completa el cierre de manera automática.
Nada más acceder a estas plazas, uno de los aspectos que más llama la atención es el espacio disponible para los pasajeros, sobre todo en la variante de batalla extendida. De acuerdo con nuestras mediciones, en esta versión hay 105 centímetros de espacio para las piernas, que es lo máximo que hemos medido en km77.com para esta cota. Con esta distancia, resulta sencillo estirar las piernas casi por completo, incluso para personas de estatura elevada. Si el pasajero de la parte derecha del vehículo lo desea, puede adelantar el asiento del acompañante pulsando un botón (imagen), incrementando aún más el espacio disponible.
Pero además de mucho espacio, los dos pasajeros de estas plazas tienen a su disposición numerosas atenciones. Los asientos, por ejemplo, tienen varios ajustes eléctricos: inclinación del respaldo, longitud de la banqueta o incluso la extensión de la porción que sirve para apoyar las piernas (imagen). También tienen calefacción, ventilación, dos memorias de posición y un programa de masaje (en los Audi A8, Mercedes-Benz Clase S, BMW Serie 7 o Lexus LS, que son más pequeños, tienen varios programas e intensidades). Tras los respaldos de los asientos posteriores puede haber dos tabletas de 10,2 pulgadas con sistema operativo Android desde las que se puede acceder a Internet mediante el punto WIFI que genera el propio vehículo o incluso ver algunas funciones del sistema multimedia (imagen). Se pueden extraer de su emplazamiento y utilizar de manera convencional, con los dedos, o bien de manera remota mediante dos paneles táctiles habilitados a tal fin (imagen).
El Mulsanne también puede tener dos mesitas para cada uno de los pasajeros (una tras los asientos delanteros y otra oculta en la consola central; imagen e imagen), unas cortinillas eléctricas de tela para las ventanillas y la luneta (de una calidad excepcional; imagen), un espejo en cada uno de los pilares posteriores (imagen) e incluso una pequeña nevera con dos copas de cristal entre los dos asientos (imagen). También hay un climatizador de dos zonas independiente del de las plazas delanteras y varias salidas de ventilación en la consola (imagen), bajo los asientos delanteros y en los montantes del pilar central (imagen).
El volumen del maletero contrasta con el del resto del habitáculo. Tiene únicamente 443 litros de capacidad en la variante «estandar» y 446 en la de batalla extendida, que es muy poco habida cuenta de las dimensiones del vehículo (5,57 m y 5,82 m, respectivamente). El aspecto en el que sí sobresale es en calidad de acabados, que es similar a la empleada en el resto del vehículo. La piel y una gruesa moqueta cubren la totalidad del mismo y los ajustes son excelentes (detalle de la funda para guardar los triángulos de señalización). Bajo el piso hay una rueda de repuesto de dimensiones inferiores a las otras cuatro.