Las dos versiones del Contiental Supersports llevan un motor W12 de 630 CV. Tiene 5.998 cm³ y 12 cilindros en W a 72º y 15º.
Este motor es básicamente el mismo que utiliza Volkswagen en el Phaeton, aunque con la diferencia de que va sobrealimentado. Da la potencia máxima a 6.000 rpm y tiene un par máximo de 800 Nm constante entre 1.700 y 5.600 rpm. El bloque y la culata son de aluminio. Tiene distribución variable e inyección indirecta con sobrealimentación mediante un turbocompresor (ficha técnica).
Una de las soluciones para que el motor de las versiones Continental Supersports sea más potente que el que llevan el Continental GT (560 CV) o el Continental GTC Speed (611 CV) es que tiene mayor presión en la sobrealimentación.
Las dos versiones consumen 16,7 l/100 km, que es mucho. En el caso del cupé, es un consumo mayor que el del Jaguar XKR, el BMW M6 o el Aston Martin DBS (ficha comparativa). El Continental Supersports Convertible también gasta más que las versiones descapotables de esos tres modelos (ficha comparativa).
Este motor está preparado para funcionar con E85 (85 por ciento de etanol y 15 de gasolina). Tiene un poder calorífico mucho menor que el de la gasolina, lo que significa que el consumo aumente alrededor de un 30%. Esta desventaja se compensa porque su índice de octano es muy elevado (RON 105), lo que permite, en este caso, adelantar mucho el encendido.
Necesita uilizar un 15% de gasolina para conseguir arrancar el motor en frío con mayor facilidad. El etanol requiere tres veces más calor para evaporarse que la gasolina y, por tanto, en un ambiente muy frío la carburación no es posible porque no se llega a evaporar del todo.
El motor de los Continental Supersports tiene un sensor que identifica el combustible que se está utilizando en cada momento. En función de ello cambia su funcionamiento para que la potencia máxima se mantenga siempre en 630 CV.
Desde el punto de vista de la construcción del motor, un motor que funciona con etanol requiere materiales especiales en todo el sistema de conducción del carburante —depósito, bomba, tuberías y conexiones— pues es corrosivo. Además, también son diferentes las válvulas y sus apoyos —tienen que ser más resistentes— como las bujías.
Cuando se quema gasolina, gasóleo o cualquier otro combustible fósil, se envía a la atmósfera en forma de CO2 una cantidad de carbono que anteriormente estaba en el subsuelo. Cuando se quema E85, la cantidad de dióxido de carbono que se añade a la atmósfera equivale únicamente al 15% de gasolina que contiene.
La combustión de etanol puro no añade CO2 a la atmosfera, precisamente porque ese CO2 procede inicialmente de la atmósfera, que lo absorben las plantas para realizar sus funciones vitales. El etanol (alcohol etílico) es un hidrocarburo que se puede obtener en mayor o menor medida de cualquier materia orgánica. Es el mismo alcohol que se consume en bebidas fermentadas o destiladas. Actualmente, se obtiene sobre todo de la caña de azúcar.