Audi TT Roadster (2019) | Impresiones de conducción

27/08/2019 |Enrique Calle (@QuiqueCalle)

El Audi TT Roadster es mejor descapotable que el Porsche 718 Boxster. La frente y el cabello de sus ocupantes se encuentran mejor protegidos del azote del viento ya que su parabrisas es más alto y envolvente. El Audi TT Roadster se disfruta mucho en carreteras de segundo orden, hasta unos 90 o 100 kilómetros por hora. El BMW Serie 2 Cabrio es ligeramente más cómodo que el Audi TT Roadster a similar velocidad.

El deflector, que se encuentra justo por detrás de la cabeza de los ocupantes (imagen), es indispensable para circular descapotado lo más cómodo posible. Es de serie, su accionamiento es completamente eléctrico y está hecho con una red no demasiado tupida que deja ver bien a su través (imagen). Cuando no se necesita puede ocultarse. Cada asiento puede llevar una salida de aire caliente dirigida hacia la nuca de los ocupantes. No he tenido oportunidad de probar su efectividad ya que la temperatura ambiente durante la prueba siempre ha sido elevada.

La alternativa más parecida al Audi TT Roadster es el BMW Z4 y el Mercedes-Benz SLC (que está al final de su vida comercial). El Audi y el BMW se parecen en que son de dos plazas, tienen un precio parecido y una variante equivalente con carrocería cerrada de dos plazas (el Audi TT Coupé y el Toyota GR Supra). Sin embargo hay cosas que los diferencian mucho, como la posición al volante y las sensaciones que reciben sus respectivos conductores.

En el Audi TT Roadster se va sentado casi entre los ejes (imagen) y, en el BMW Z4, prácticamente sobre el trasero (imagen). El conductor del Audi tiene un control más preciso de dónde empieza la carrocería; el del BMW casi lo tiene que imaginar. En las curvas, no es lo mismo estar sentado cerca del eje vertical sobre el que gira el coche (el cuerpo se mueve describiendo un arco más pequeño) que lejos (el cuerpo describe un arco más grande). No tengo una respuesta sobre qué es mejor, pero las sensaciones son distintas.

Al margen de lo anterior, el Audi TT Roadster se siente mejor a través del volante pues tiene una dirección muy buena: es rápida y se le coge rápidamente la medida. El BMW deja un poco frío porque no da al conductor buen retorno de información. En definitiva, es posible que cueste más coger la medida al Z4 y sentirse cómodo con sus reacciones.

Con todo, la conducción del Audi TT Roadster no es muy especial. Casi parece un coche «normal» con una suspensión dura y unas ruedas anchas. Lo bueno es que tiene un tacto que resulta casi familiar; uno se encuentra cómodo a los pocos minutos de echar a rodar. Lo malo, es que a algunos conductores les parecerá que su conducción es demasiado «vulgar», especialmente si antes han probado un Porsche 718 Boxster.

La unidad del Audi TT Roadster que hemos probado tenía suspensión deportiva (de dureza variable de tipo magnetoreológico; artículo de técnica del sistema Magnetic Ride), tracción en las cuatro ruedas y unos neumáticos 245/35 R19. El confort de marcha no es ejemplar, aunque sí suficiente. El balanceo de la carrocería es reducido incluso cuando se toman curvas cerradas a gran velocidad. Un Audi A3 Cabrio se balancea más, tarda más en apoyarse en las curvas y también es más cómodo de suspensión. Otra de las diferencias entre el TT y el A3 es que el conductor va sentado más cerca del suelo.

En nuestro habitual ejercicio de esquiva en circuito, las reacciones fueron normales. No conseguimos ejecutar correctamente la maniobra entrando a la zona de conos a una velocidad alta. Las reacciones fueron, en ocasiones normales y en ocasiones un poco bruscas. Para conseguir la máxima suavidad de movimientos, es necesario mover el volante lo justo y no demasiado rápido.

El Audi TT Roadster ofrece mejor desempeño cuando el firme está en buen estado que cuando presenta irregularidades. Esto es algo normal en todos los coches, pero especialmente en los descapotables, pues su estructura es menos rígida. En un coche abierto es más fácil que la estructura se deforme ligeramente en los baches. Eso significa que también cambia la posición de las ruedas respecto al piso y, en consecuencia, se pierde precisión. Cuando con el Audi TT Roadster pasa por encima de una curva con asfalto en mal estado, da la impresión de que el apoyo no se realiza rápidamente y de una sola vez, algo que sí ocurre (al menos en mayor medida) en vías perfectamente uniformes.

El TT Roadster con el motor de 245 caballos da muy buenas prestaciones en un margen amplio de velocidad. Como el motor tiene una respuesta inmediata y contundente desde bajo régimen, el conductor siempre siente que hay mucho empuje disponible. Según nuestras mediciones, ha necesitado 4,1 segundos para pasar de 80 a 120 km/h, que es un buen dato para su potencia y para no ser muy ligero. El Alpine A110 (252 CV) fuera claramente más veloz (2,9 segundos), pero es mucho más ligero; el Hyundai i30 N Performance (275 CV) fue igual de rápido, con una potencia mayor y un peso inferior. El consumo de carburante es moderado en un uso tranquilo a velocidad sostenida. En nuestro recorrido de referencia por autovía, que tiene 143 kilómetros, tiene varias cuestas largas y pronunciadas y completamos a una media real de 120 km/h, gastó 8,0 l/100 km.

La tracción a las cuatro ruedas hace que la capacidad de tracción sea excelente: da casi lo mismo acelerar a fondo en recta que a la salida de una curva lenta, pues las ruedas no tienen tendencia a patinar y por lo tanto no se pierde aceleración. Cuanto menor sea la adherencia y más lenta sea la curva, más partido se le sacará a la tracción total. Si se va dar un uso tranquilo al coche, es muy posible que la tracción total pase desapercibida. El Audi TT 45 TFSI se puede elegir con tracción delantera y cambio manual o automático. Si es de tracción a las cuatro ruedas, entonces el cambio de marchas tiene que ser necesariamente automático.

La capacidad de frenada es normal (nuestra unidad frenó desde 120 km/h en 51,2 metros) y el tacto del pedal no es excelente pero sí bueno.