Audi presenta este prototipo 30 años después de que lanzara el Audi Sport quattro, un vehículo previsto para participar en el campeonato mundial de Rallys. Está movido por un motor eléctrico y otro de gasolina que en total dan una potencia máxima de 700 caballos. La tracción es en las cuatro ruedas.

El motor de combustión es un V8 de cuatro litros de cilindrada con sobrealimentación que tiene 560 CV. Podría ser el mismo que lleva, por ejemplo, el Audi RS7 Sportback. El motor eléctrico es de 150 CV y está ubicado entre el motor y la transmisión. Aunque Audi no da más detalles, esta disposición podría ser muy parecida a la que utiliza, por ejemplo, el Audi A3 e-tron. La batería es de iones de litio, de 14,1 kWh de capacidad, y está ubicada en la parte posterior del habitáculo. Se puede recargar enchufándola a una toma de corriente.

El Audi Sport quattro concept puede circular hasta 50 kilómetros movido exclusivamente por el motor eléctrico. En en modo de funcionamiento deportivo «boost», el motor eléctrico sirve de apoyo al de gasolina para dar la máxima aceleración posible; funcionando de este modo es cuando este prototipo puede acelerar desde parado hasta 100 kilómetros en 3,7 segundos y alcanzar una velocidad máxima de 305 kilómetros por hora. Como puede circular por sí solo utilizando el motor eléctrico, el consumo de carburante en el ciclo de homologación es muy bajo: 2,5 litros cada cien kilómetros.

La gestión electrónica permite utilizar la energía de la forma más conveniente posible en función de las circunstancias. Por ejemplo, permite reservar parte de la carga de la batería para que el conductor pueda activar un modo de conducción completamente eléctrico en el momento que desee. También tiene en cuenta la información guardada en la cartografía del navegador para que los motores funcionen de la forma más conveniente posible en cada momento.



Mide 4,60 metros de longitud, 1,96 metros de anchura y 1,39 metros de altura. Su distancia entre ejes es 2,78 metros. Es decir, es algo más corto, más ancho y más bajo que un Audi A5 Sportback. La distancia entre ejes también es ligeramente menor que la del A5. Las llantas, de una sola tuerca, son de 20 pulgadas de diámetro y los neumáticos tienen medidas 285/30 R21.

Este prototipo tiene algunos rasgos de diseño de los modelos quattro de Audi de los años ochenta y también tiene soluciones tecnológicas que llevarán futuros modelos de producción. Por ejemplo, los faros son de ledes con una tecnología que le fabricante denomina «matrix LED» y que consiste en que el grupo de diodos que se encuentran en cada faro pueden encenderse o apagarse para variar las características del haz de luz (con el objetivo, por ejemplo, de no deslumbrar o variar la intensidad y longitud del haz de luz). Estos faros los tendrá el próximo Audi A8 (información).

Hay algunos detalles que están construidos con plástico reforzado con fibra de carbono, como el alerón que hay bajo el paragolpes delantero o el difusor aerodinámico que hay en la parte posterior de la carrocería, a la altura de las salidas de escape; también son de este material el techo, el capó y el portón. Otras piezas de la carrocería son de aluminio, como las puertas y los paragolpes.

El interior tiene alguna peculiaridad, como que la estructura del salpicadero es de fibra de carbono con el objeto que reducir el peso y que el volante (imagen) «supone un anticipo del diseño que utilizarán los futuros deportivos de producción de Audi». Hay un sistema de información proyectada en el parabrisas, mientras que la instrumentación —que es una pantalla— puede presentar la información de diversas formas. Los controles del aire acondicionado se han ubicado justo en las salidas de ventilación que hay en la parte central del salpicadero.