Audi ha realizado un nuevo prototipo de vehículo deportivo. Aunque no será comercializado, ni anticipa ningún futuro modelo de serie, la idea de Audi es representar y demostrar de esta manera su potencial tecnológico.
Sin nombre definido, se le reconoce de momento como Proyecto Rosemeyer, que es el nombre de un piloto de carreras de circuitos de los años 30, que corría con coches de la marca Auto Unión, antecesora de Audi. Se trata del estudio de un automóvil de competición, con una llamativa apariencia exterior que tiene influencias del pasado de la marca, pero sin prescindir de una imagen moderna y casi futurista.
El aspecto externo del coche está dominado por tres características básicas: la parrilla delantera en forma de U invertida y con las barras muy marcadas, las enormes ruedas con llantas de 20 pulgadas,
carenadas pero casi fuera de la carrocería y separadas por una larga batalla y el largo capó trasero, preparado para recibir un motor de 16 cilindros en V capaz de superar los 600 CV de potencia.
Completan su exterior el acabado de la carrocería, en aluminio pulido y sin pintar (como los Auto Union de carreras de los años 30), el techo en forma de cúpula, los discos de freno -ventilados y perforados- vistos a través de las llantas y los arcos semicirculares de las ruedas. Los espejos retrovisores se han sustituido por varias cámaras para mejorar el aspecto y la aerodinámica. Dichas cámaras muestran las vistas trasera y laterales en el monitor que se ha situado en el salpicadero.
Mecánicamente, además de la posibilidad de montar un motor de 16 cilindros (no disponible por la marca, actualmente), también se presenta la posibilidad de disponer de la tracción total permanente Quattro.
En el interior, también se sigue la estética actual de los últimos modelos de Audi, con el uso de diversos materiales exclusivos. Aluminio pulido para diversos mandos y palancas, fibra de carbono para recubrir partes del salpicadero e, incluso, materiales resistentes al fuego como el Nomex, que recubre el techo, montantes y zonas del suelo. Los asientos son de tipo bacquet con tapizado en cuero. Sobre el gran túnel central, de aluminio pulido, se encuentra la palanca de cambios, de seis velocidades, que cuenta con una rejilla en doble "H" para los recorridos de las marchas. Detrás de los asientos, este Audi tiene una ventanilla trasera que permite ver el motor desde el interior. En la instrumentación, destaca un gran cuentavueltas, rodeado del resto de instrumentos, de tamaño menor. Los pedales son ajustables en posición y el volante es de cuatro radios en forma de cruz a 90º, inspirado en las formas del volante que utilizó el célebre Rosemeyer en su Auto Union de competición.