Con los cambios que ya hemos mencionado en el apartado anterior —mayores baterías, mejor aerodinámica y velocidad de recarga aumentada— el Q8 e-tron es un modelo más indicado que el anterior e-tron para viajar.
Gracias a las dos primeras modificaciones, pero en especial al cambio de baterías, ahora la autonomía real sobrepasa muy sobradamente los 300 kilómetros, distancia que en los coches eléctricos parece una frontera entre lo razonable o no si se quiere usar el coche para viajar. Durante los días de la prueba, la autonomía que indicaba el ordenador tras las recargas completas era de entre 370 y 400 kilómetros, cifras que se ajustaban a la realidad (se puede confiar en el ordenador de viaje).
Pero que la autonomía sea elevada no debe hacer olvidar que estamos ante un coche grande, pesado (2585 kg) y de consumo elevado. De hecho, para obtener esa autonomía el gasto eléctrico es de algo más de 25 kWh/100 km (la batería del Q8 55 e-tron es la de 106 kWh útiles).
Cuando lo he usado por ciudad he visto cifras de hasta 30 kWh/100 km y también de 20 kWh/100 km. Lo habitual es un término medio, siempre que se conduzca de manera suave y con anticipación. Si se es un conductor de los que salen de los semáforos como si fuera un gran premio y espera a frenar cuando está ya casi bajo el semáforo en vez de aprovechar la frenada regenerativa, el consumo superará los 30 kWh/100 km con facilidad.
En nuestra prueba en autovía, la que hacemos con todos los coches que probamos y que utilizamos para compararlos, el Q8 55 e-tron ha gastado 24,2 kWh/100 km. Del modelo anterior no tenemos el consumo del 55 e-tron, pero sí del 50 e-tron. Gastó 28,5 kWh/100 km en un día ventoso y lluvioso. Un Jaguar I-Pace 400 gastó 27,3 kWh/100 km, el Mercedes-Benz EQS SUV 580, 24,0 kWh/100 km y el BMW iX xDrive40, 23,9 kWh/100 km.
Carga
Audi también ha mejorado el proceso de carga, aunque solo en las dos versiones más potentes ya que admiten potencias de hasta 170 KW, en vez de los 150 kW anteriores (que es a la que carga la versión 50 e-tron).
Ese aumento de 20 kW es positivo, pero lo importante es que el proceso de carga se hace a una potencia media elevada. De poco sirve una potencia pico muy alta si no se mantiene a lo largo del tiempo. Durante la prueba hemos visto que con la batería al 70% la potencia de carga aún era de casi 145 kW y de 100 kW cuando alcanzó el 80%. Al llegar al 90% había bajado a 61 kW, que sigue siendo un valor alto. Un dato de referencia para quien piense viajar con el Q8 e-tron: en 31 minutos (en el mejor de los casos) se consigue cargar la batería hasta el 80% (desde 0).
La recarga en corriente alterna es a 11 kW con la configuración de serie y al doble con la opción correspondiente. Los tiempos de recarga en estos casos (según datos de Audi) son de 9 horas y 15 minutos o 4 horas y 45 minutos (carga a 11 o 22 kW) si se trata de la batería de 89 kWh y de 11 horas y 30 minutos o seis (carga a 11 o 22 kW) si es la batería grande de 106 kWh.
El puerto de carga está en el lado izquierdo, en la aleta delantera (imagen). Opcionalmente se puede instalar otro en el lado derecho, pero sólo con conexión Mennekes para cargas lentas en corriente alterna. Las portezuelas se abren y cierran automáticamente.
El Q8 e-tron cuenta con la función de identificación y cobro automáticos en los puntos de recarga Plug & Charge (solo en aquellos que sean compatibles con esta tecnología) y tiene un sistema de cobro mensual en vez de puntual llamado Audi charging.
Audi podría haber aprovechado los cambios para mejorar la información que proporciona durante la carga porque solo aparece la autonomía y el tiempo restante para finalizar y se muestra en unos dígitos pequeños difíciles de ver desde el exterior del coche. No hemos podido utilizar la aplicación del móvil de Audi para ver qué datos aparecen ahí.