Audi comercializa dos versiones híbridas enchufables del Q5. Las denomina TFSIe para distinguirlas de las de gasolina TFSI. Tienen 299 CV —50 TFSIe— y 367 CV —55 TFSIe—, ambas con tracción a las cuatro ruedas —quattro ultra— y la misma autonomía eléctrica homologada: 45 kilómetros. Están a la venta desde 59 910 y 66 200 euros, respectivamente (listado de versiones y precios).
Hemos probado el Q5 55 TFSIe. Dinámicamente, además de sus prestaciones (es un coche veloz), destaco el equilibrio de la suspensión: tiene una puesta a punto que vale para todo (o casi), porque no peca ni por blanda ni por dura, es cómoda y sujeta bien la carrocería. Sobre aspectos relacionados con la habitabilidad, acabados y equipamiento hay más información en la prueba de la gama Q5.
La versión con motor de combustión más semejante es la Diesel 50 TDI, que tiene 286 CV y cuesta 66 810 €, 6900 € más que el 50 TFSIe (ficha comparativa). Es una diferencia tan grande que no encuentro motivo alguno para recomendarla sobre la híbrida, salvo para quien el menor tamaño del maletero (395 litros en vez de 500) le suponga un problema insalvable.
El sistema híbrido permite un coste por kilómetro bajo si se hace uso de la batería para circular en modo eléctrico la mayor parte del tiempo. Es decir, hacer recorridos de unos 30-40 kilómetros entre recargas. En estas condiciones, cargando en el domicilio (considerando un precio medio del kWh de 0,10 € —puede ser menor o mayor, en función de la tarifa contratada— el coste de cada 100 kilómetros es de entre 3 y 4 euros.
Las recargas se pueden hacer a un máximo de 7,2 kW, que es la potencia máxima que admite el cargador del coche. A esa potencia, una recarga completa requiere unas dos horas y cuarto. También se puede cargar a menor potencia. Lo habitual en un enchufe de los que suele tenerse en un garaje es 2,3 kW o 3,7 kW. De hacerlo así, los tiempos se incrementan: en el caso del de menor potencia, son seis horas las necesarias. El Q5 TFSIe no admite recarga rápida en corriente continua. En el apartado Consumo y recarga informamos con más detalle de estos aspectos.
La gestión electrónica del coche recibe información del navegador acerca de la ruta por la que se circula, de manera que se anticipa al conductor para emplear los recursos y disminuir el consumo de carburante. A través de la instrumentación y del acelerador, el conductor recibe información y puede ir adaptando su conducción para aprovechar el avance por inercia o para demandar más o menos potencia con antelación. El pedal del acelerador es de tipo háptico, por lo que la resistencia que ofrece al pie no es siempre la misma sino que es variable. Incluso puede crear un «tope virtual» que disuada al conductor de acelerar más de lo necesario.
La oferta de SUV híbridos enchufables de este tamaño y potencia es amplia: BMW X3 xDrive30e, DS 7 Crossback E-Tense, Land Rover Discoverty Sport P300e, Mercedes-Benz GLC 300 e (aún no está a la venta) y Volvo XC60 T6 y T8 Recharge. El Q5 tiene un precio semejante al de la mayoría de ellos, salvo el DS 7 y el Discovery Sport, que se pueden adquirir por mucho menos dinero (listado ordenado por precio).