Subirse al habitáculo del Q5 es, casi, como hacerlo en cualquier otro modelo de Audi, por el aspecto que tiene y la sensación de buena calidad que transmite.

Los elementos relacionados con la conducción están agrupados principalmente en tres zonas: el cuadro de instrumentos, la parte central del salpicadero y la consola.

En el cuadro de instrumentos hay los indicadores normales (no tiene ninguno que advierta del estado del aceite, ya sea presión o temperatura) y una pantalla en la que se muestra la información del ordenador, el programador de velocidad activo, el equipo de sonido o algunas indicaciones del navegador.

En la parte central del salpicadero está ubicada la pantalla principal del navegador (en color), los controles del equipo de sonido, del climatizador y del «Audi Drive Select», si lo tiene y está instalado el MMI, que es el mando giratorio y los pulsadores para manejar el equipo de sonido, el navegador y otras funciones —si no tiene MMI los mandos del «Audi Drive Select» están junto a la palanca del cambio—. Mientras que en la consola se agrupan los relacionados con el sistema MMI, el del freno de estacionamiento o el pulsador de arranque (opcional).

Es fácil encontrar una posición confortable para conducir ya que el volante se regula en altura y profundidad generosamente. El conductor va sentado más erguido que en un A4, algo que puede agradar a algunas personas porque es más fácil entrar y salir del coche, pero no tanto como en un Land Rover Freelander 2 o un Volkswagen Tiguan. En las plazas delanteras no hay problemas de espacio incluso para personas de hasta 2 metros de estatura.

Hay asientos con y sin regulaciones eléctricas —excepto la del apoyo lumbar, que siempre es eléctrica— y con la posibilidad de ampliar hacia delante la superficie de la banqueta. Me han parecido muy cómodos y proporcionan una buena sujeción al cuerpo —lo que disminuye el cansancio si se viaja por carreteras sinuosas—.

En los asientos traseros, si la banqueta está en la posición más retrasada —tiene una regulación longitudinal de 100 mm—, hay espacio suficiente para dos adultos, principalmente por la altura hasta el techo y el espacio para las piernas. Los pasajeros de estas plazas traseras tienen unas salidas de ventilación al final de la consola central, con dos ruletas de regulación: una para el caudal de aire y la otra para variar la temperatura. En el techo hay dos luces de lectura que también hacen las veces de iluminación del habitáculo al abrir una puerta.

Opcionalmente, uno de los dos portabebidas delanteros puede tener un sistema de refrigeración y calefacción —de 3 a 58 ºC—. Por lo que he podido comprobar, más que enfriar sirve para que los refrescos se calienten más lentamente. El sistema de calentamiento no lo he probado.

Entre los materiales disponibles para recubrir ciertas partes del habitáculo están el aluminio, la madera, el cromo, el cuero y el tejido Alcantara.

Maletero

Es amplio (540 litros) y está muy bien presentado, completamente enmoquetado y con buenos ajustes. Además, hay diversos accesorios que son de gran utilidad para transportar el equipaje —unos raíles para acoplar una barra telescópica, una cinta enrollable y redes—. Bajo el piso hay un doble fondo con unos compartimentos donde guardar cosas.

El portón puede tener opcionalmente un sistema de apertura y cierre automáticos. Es un dispositivo que me parece muy útil por lo cómodo que resulta cuando, por ejemplo, se llevan las manos ocupadas: basta pulsar el botón del mando a distancia para que se abra. Además, así también uno evita ensuciarse las manos si la carrocería no está limpia.

Para ocultar el equipaje hay una bandeja rígida de dos piezas: la más próxima a los asientos traseros está fija, la otra se levanta al abrir el portón. Bajo esta segunda pieza hay una red para guardar objetos de poco peso. Audi no ha resuelto un problema que se da al llevar los asientos traseros adelantados: el hueco hasta la bandeja queda descubierto y deja a la vista el equipaje.

Por el habitáculo hay diversos lugares, como las bolsas de las puertas —de gran tamaño las delanteras—, el compartimento bajo el apoyabrazos central delantero, que se desliza longitudinalmente 6,5 cm y se puede ajustar a cuatro alturas, o la guantera, que también sirven para transportar objetos.