El Audi Q3 2019 tiene una carrocería mucho más grande que la del modelo precedente, razón por la cual el habitáculo es notablemente más espacioso. La anchura entre puertas es la cota en la que más ha crecido —9 centímetros más en las plazas delanteras y 7 en las traseras— y sitúa al Q3 a la par o incluso un poco por encima de sus principales rivales, que son entre otros el Volvo XC40, el BMW X1 y el Mercedes-Benz GLA. Tabla comparativa de mediciones del interior.
La segunda fila de asientos está dividida en tres porciones (siguen la proporción 40:20:40), se puede desplazar 15 centímetros a través de un carril y tiene unos respaldos con varios niveles de inclinación (imagen). Con los asientos colocados en su posición más retrasada hay 70 cm de espacio para las piernas, 3 más que en el modelo precedente, pero menos que en un BMW X1 (76 cm), un Jaguar E-PACE (73 cm) y un Mazda CX-5 (72 cm). Tanto el Mercedes-Benz GLA como el Land Rover Range Rover Evoque (modelo-año 2015, el actual no hemos tenido oportunidad de medirlo con la precisión habitual), tienen algo menos de espacio en esta cota, 69 y 67 cm respectivamente.
Los pasajeros de estas plazas tienen a su disposición dos salidas de ventilación entre los dos asientos delanteros (aunque no se puede regular la temperatura o la velocidad del ventilador; imagen), dos tomas USB, una de 12 voltios y varios huecos portaobjetos de diversos tamaños (revisteros tras los asientos delanteros, portabebidas en el reposabrazos central y en cada una de las puertas y dos pequeños receptáculos junto a la banqueta; imagen). Los anclajes Isofix son muy accesibles y facilitan mucho la colocación de sillas infantiles (imagen).
El maletero también crece considerablemente con respecto al Q3 de primera generación. Según datos de Audi, el volumen mínimo es 530 litros (que es un valor muy bueno; listado ordenado por volumen de maletero de todoterrenos de entre 4,4 y 4,55 metros de longitud) y el máximo 675 (con los asientos traseros colocados en su posición más adelantada). Todos los Q3 tienen una tabla divisoria con la que se puede separar el maletero en dos partes diferenciadas y así organizar mejor la carga. Opcionalmente también puede tener una red para sujetar la carga (imagen), así como puntos de luz led en la cara interior del portón, cuya apertura puede ser automática pasando el pie por debajo del paragolpes. El borde de carga está situado a 71 cm del suelo, una distancia similar a la de un BMW X1 (70 cm), pero inferior a la de un Volvo XC40 (76 cm) o un Jaguar E-PACE (75 cm).
La postura al volante del Q3 no es como la de un turismo porque los asientos van colocados más altos, incluso en su posición más baja, y, por lo tanto, las piernas van un poco más flexionadas, pero no resulta en absoluto desagradable. De hecho, gracias a ello, el acceso al habitáculo es muy cómodo, pues no es necesario agacharse para sentarse. Eso sí, aquellas personas que prefieran conducir con las piernas más estiradas, se encontrarán más a gusto en un BMW X1, cuya posición al volante es más parecida a la de un turismo (aunque tampoco idéntica). La visibilidad es buena hacia todos los ángulos, pero se agradece el disponer de sensores de proximidad y de cámaras a la hora de maniobrar en sitios estrechos u oscuros porque la carrocería es voluminosa (eso sí, son elementos opcionales).
El diseño del salpicadero del Q3 es muy similar al de los últimos modelos de Audi, así como el manejo de todos los mandos y la pantalla que da acceso a la mayoría de las funciones del vehículo (imagen). Para el climatizador y algunas funciones habituales, Audi ha mantenido varios botones físicos que facilitan mucho su manejo en marcha (imagen), aunque alguno de ellos queda lejos de la mano del conductor (por ejemplo, el del volumen del equipo de sonido; imagen). El sistema multimedia se maneja a través de una pantalla que, en función del nivel de equipamiento seleccionado, puede ser de 8,8 o de 10,1 pulgadas (imagen de esta última). El funcionamiento de la de mayor tamaño, que es la que tenían todas las unidades de Audi Q3 a las que hemos tenido acceso, es excepcionalmente bueno: tanto por rapidez a la hora de ejecutar funciones como por respuesta a las pulsaciones o resolución, no hay rival que ofrezca un sistema de semejante calidad.
La instrumentación siempre está compuesta por una pantalla a la que Audi denomina «Virtual Cockpit», aunque la hay de dos tamaños: 10,25 pulgadas para la de serie y 12,3 para la opcional, que además tiene una forma adicional de presentar la información denominada «deportiva». Su resolución y visibilidad, como ya es habitual en otras instrumentaciones digitales de Audi, son ejemplares incluso ante condiciones de iluminación desfavorables (cuando el sol incide directamente sobre ella, por ejemplo).
En general, la sensación de calidad que proporciona el habitáculo es alta. Los materiales que Audi ha elegido para recubrir el salpicadero, la consola y la parte superior de las puertas son agradables a la vista y al tacto (son blandos en la mayor parte de casos); en el resto de lugares son plásticos más sencillos, aunque con un tratamiento superficial que les da buen aspecto y muy bien ajustados entre sí. Todos los huecos portaobjetos están forrados de goma o de una especie de terciopelo, de manera que los enseres depositados no hacen ruido al moverse.