Es un prototipo de cupé 2+2, con bastidor de aluminio y motor V10 biturbo. Mide 4,80 m de largo, 1,92 de ancho y 1,41 de alto. Es, por tanto, algo mayor que un Jaguar XK8 o un Ferrari 456M, y algo menor que un Mercedes CL. Su batalla mide algo menos de 2,9 m; es mayor que la de los tres modelos citados.
Walter de Silva, actual responsable de diseño en Audi, dice de este prototipo que: «indica la dirección que tomará el diseño exterior e interior de Audi. Conocemos la tradición de la marca y continuaremos esta historia de éxitos en fases evolutivas».
Entre los elementos de equipamiento que Audi le ha puesto a este prototipo destaca por su innovación el sistema de alumbrado. En lugar de lámparas, tiene 18 diodos emisores de luz en cada «faro». Las ventajas de este sistema son principalmente dos: que ocupa menos espacio que un faro normal, y que permite variar el haz de luz más que con los sistemas normales. Con estos diodos, por ejemplo, se puede conseguir un sistema de iluminación en curva sin partes móviles, solamente activando los diodos adecuados para cada caso.
Los pilotos traseros son de diodos para las cuatro funciones (posición, intermitente, antiniebla y marcha atrás). Tienen la peculiaridad de que un sistema de infrarrojos detecta el estado del piloto. Si está sucio o húmedo, aumenta automáticamente la intensidad de la luz para compensarlo.
Las puertas no tienen marco para las ventanillas y todos los cristales laterales se pueden bajar, de manera que el techo queda como un arco apoyado en los montantes delanteros y traseros.
Cuando la persona que lleva el mando a distancia se acerca al coche, automáticamente se extienden los tiradores de las puertas, que hasta ese momento están enrasados en la carrocería. Para abrir la guantera hay un detector de la huella digital, con 65.000 electrodos que escanean la huella y la compara con las que tiene memorizadas.
Tiene el mismo sistema de control «MMI» que el A8, freno de estacionamiento automático y una variante del cambio Tiptronic que solo tiene mandos secuenciales en el volante. Su maletero mide 350 litros de volumen.
Tiene dos cámaras en el interior que controlan la posición de los ocupantes. Ese dato es uno de los que sirve para determinar cuánto se tienen que hinchar los airbags frontales.
El motor es un diez cilindros en V; Audi no tiene actualmente ningún motor de este tipo, pero Lamborghini (una de sus marcas) ha presentado uno con el Gallardo. En el prototipo de Audi, tiene cinco litros de cilindrada, inyección directa tipo FSI y dos turbocompresores. Su potencia máxima es 600 CV y su par máximo 750 Nm desde 2.000 rpm.
Audi estima que la aceleración de 0 a 100 km/h es 4,1 s. Es decir, sería más rápido que el Mercedes CL 65 AMG, también de 600 CV. La velocidad máxima está limitada a 250 km/h.
El bastidor es de aluminio y tiene el mismo sistema de fabricación que en el A8 (más información), con piezas extruidas, estampadas o fundidas.
Como el Audi A8, tiene muelles neumáticos y amortiguación variable continua (no en dos o tres fases). La altura libre sobre el suelo es 100 mm (muy poco); puede bajar a 90 si la carretera lo permite y subir a 110 para salvar algún obstáculo o encarar una rampa. Lleva neumáticos de tipo Michelin Pax, con medida 265/720 R 560 (el equivalente a una llanta de 20,6 pulgadas).
El nombre de este prototipo está tomado del piloto italiano Tazio Nuvolari, el último que obtuvo una victoria con un Auto Union (en Belgrado el 3 de septiembre de 1939). En 2003 se cumplen 50 años de la muerte de Nuvolari.