El Audi Le Mans quattro es un prototipo biplaza con bastidor de aluminio, y motor central V10 biturbo de 611 CV. Tiene algunas características en común con el Lamborghini Gallardo, aunque se trata de un coche distinto.
Mide 4,37 m de largo, 1,90 de ancho y 1,25 de alto; su batalla es 2,65 m. Es, por tanto, más largo y más alto que el Gallardo, aunque igual de ancho.
La carrocería está hecha con aluminio en algunas partes y, en otras, con material compuesto de plástico y fibra de carbono. Tiene entradas de aire delanteras para el radiador de agua y traseras para la alimentación del motor, y la refrigeración del aceite, los intercoolers y los frenos.
Está hecho para —a gran velocidad— el efecto suelo provoque apoyo aerodinámico. En parte, esto se consigue con un alerón retráctil que se despliega a 120 km/h y se pliega a 80 km/h, salvo que el conductor lo deje permanentemente fuera. También se despliega al engranar la marcha atrás, porque es ahí donde lleva las luces para esa maniobra.
Todas las luces son de diodos en lugar de lámparas, incluidos los faros. Audi cita como principales ventajas de este sistema que consume menos que una luz convencional, que permiten hacer los faros más pequeños y que es mucho más duradero. Otra ventaja es que, en el futuro, se podrán utilizar diodos para la función de iluminación en curva. Si se conectan diodos adicionales, no es necesario que en el faro haya ninguna parte móvil.
No tiene limpiaparabrisas. El cristal tiene un tratamiento que utiliza nanotecnología para crear una capa que evita que se deposite el agua o la suciedad. También con esta tecnología se cubre el cristal con elementos que filtran la radiación infrarroja y ultravioleta.
Por dentro tiene revestimientos de distintos materiales, como tejido, goma, aluminio y uno sintético de apariencia semejante al Neopreno. Para cada ocupante hay un cinturón de cuatro puntos de tensado automático.
En la instrumentación hay una pantalla con distintas funciones; puede ser un velocímetro digital o también mostrar el tiempo por vuelta en un circuito, a través de un receptor GPS, por ejemplo. En el volante hay cuatro interruptores: uno para desplegar el alerón, otro activa un limitador de velocidad (como los coches de carreras al entrar en el carril de boxes), otro sirve para ajustar la dureza de los amortiguadores y el cuarto sirve para cambiar la función de la pantalla.
El motor se asemeja al del Gallardo en que tiene 10 cilindros en V a 90°, con las muñequillas del cigüeñal decaladas para que tenga la regularidad de funcionamiento normal en un 10 cilindros a 72°. La cilindrada también es 5 litros.
Las culatas, en cambio, son completamente distintas porque el Le Mans quattro tiene inyección directa de gasolina tipo FSI. Tiene cuatro válvulas por cilindro con dos árboles en cada culata, con distribución variable en admisión y en escape.
Lleva dos turbocompresores que dan una presión máxima absoluta de 2 bares. Al ser un motor turboalimentado, no necesita el colector de admisión variable que sí tienen el motor del Gallardo. Da 611 CV (449 kW) de potencia máxima y 750 Nm de par máximo, entre 1.750 y 5.800 rpm.
El cambio es automático con mandos secuenciales en el volante; hay una pequeña palanca, pero sirve sólo para seleccionar el programa del cambio (automático, normal o sport) y la marcha atrás.
Es tracción total permanente con un diferencial central Torsen, como llevan los Audi de motor delantero longitudinal. La distribución continua de par entre los ejes es 40/60 por ciento. Si uno de los dos pierde tracción, la distribución de fuerza puede variar desde 20/80 hasta 70/30.
Tiene una suspensión semejante a la de coches de competición, con paralelogramos deformables en los dos ejes. Delante el paralelogramo lo forman dos triángulos superpuestos; detrás hay un triángulo superior y un trapecio inferior.
Los muelles son helicoidales y tienen amortiguadores de dureza variable mediante un fluido electroviscoso. En lugar del aceite normal en el amortiguador, hay un fluido cuya viscosidad depende de una carga eléctrica; si esa carga hace al fluido menos viscoso, el amortiguador se vuelve más duro (más información sobre este sistema).
Los discos son cerámicos y extremadamente grandes para un coche de este peso (sobre todo si está limitado a 250 km/h): 380 mm los delanteros y 356 los traseros. Delante tiene pinzas fijas de ocho pistones. La dirección es de cremallera con asistencia dependiente de la velocidad. Los neumáticos delanteros son de 255/30 y los traseros de 295/30, siempre en llanta de 20”.
El Le Mans quattro pesa 1.530 kg, con lo que la relación entre peso y potencia es 2,5 kg/CV. Según Audi, puede acelerar de 0 a 100 km/h en 3,7 s, y de 0 a 200 en 10,8. Audi estima una velocidad máxima de 345 km/h, aunque la ha limitado a 250.