Lo interesante de este prototipo con carrocería de cinco puertas (aunque su silueta puede parecer propia de un cupé) es que está preparado para el nivel 4 de conducción autónoma, es decir, se puede guiar sin intervención del conductor en algunas zonas concretas.
Tiene un sistema de propulsión eléctrico de 435 CV y una autonomía de 500 kilómetros. Es una evolución del Audi e-tron Sportback Concept (ambos son idénticos por fuera) que fue presentado en el Salón de automóvil de Shanghái en 2017. Mide 4,9 metros de longitud, 1,98 m de anchura y 1,53 de altura, con lo que tiene unas proporciones parecidas a las de un Audi A7 Sportback.
El sistema de iluminación delantero y trasero es de tipo matricial de ledes y puede reproducir mensajes orientados tanto a otros usuarios de la vía (por ejemplo, indican si el coche circula de forma autónoma) como a los ocupantes del vehículo (por ejemplo, puede mandar mensajes de saludo o despedida).
Audi dice que el sistema de propulsión eléctrico de este prototipo lo usarán sus modelos del futuro. Hay un motor en el eje delantero y dos en el trasero. Puede acelerar desde parado hasta 100 km/h en 4,5 segundos. La batería tiene una capacidad de 95 kWh, lo que da para una autonomía de 500 km según el ciclo de homologación NEDC. Se puede recargar de dos formas: la más rápida es por cable con una toma de corriente de 150 kW o con un sistema de inducción (Audi Wireless Charging).
La conducción autónoma está más evolucionada que en el Audi A8. El Elaine, en autopista, puede cambiar de carril automáticamente para adelantar y regresar al finalizar la maniobra. El conductor puede intervenir en cualquier momento y tomar los mandos. En algunos lugares concretos (AI Zone) puede dirigirse automáticamente (y sin necesidad de que el conductor esté dentro del vehículo) a unas áreas donde hay servicios tales como plazas de aparcamiento, lavaderos de automóviles o tomas de recarga. El conductor puede solicitar al vehículo que esté disponible en una zona prevista a una hora determinada, para así poder continuar su desplazamiento.
También presenta tecnología de inteligencia artificial, que asiste al conductor y lo libera de tareas habituales. Por ejemplo, puede controlar la climatización, la selección de música, el navegador, sugerir un espacio de aparcamiento o una distancia de seguridad respecto al vehículo precedente. El conductor puede borrar o modificar dichos datos si, por ejemplo, hay un cambio en la rutina; esta información personalizada también se puede transferir a otros coches. Mediante un dispositivo colocado en la muñeca del conductor, el sistema toma datos corporales, como la temperatura o la frecuencia cardiaca. Todo ello se puede usar para determinar si el usuario sufre estrés. Para eliminarlo o reducirlo, Audi Fit Driver (así se llama esta tecnología), propone una técnica especial de respiración o indica (a través de mensajes de voz) que el conductor realice una serie de ejercicios.
Dispone de comunicación a tiempo real entre el vehículo y las infraestructuras. Gracias a ello, el coche puede detectar peligros o anticiparse a las circunstancias cuando aún están fuera del alcance de la visión del conductor.