El interior del Audi A8 de 2014 es idéntico al del modelo de 2010 por diseño y colocación de los mandos (aquí están las impresiones del interior del A8 de 2010). Todos los botones y los mandos giratorios funcionan con suavidad y precisión. Hay muchos, pero su disposición hace que su manejo apenas suponga una distracción para el conductor. La regulación de la columna de la dirección es eléctrica de serie.
Un defecto que tenía A8 de 2010 y que mantiene el de 2014, es que los huecos que hay para dejar objetos de uso cotidiano, como las llaves o el móvil, son escasos y de pequeño tamaño.
Los materiales que recubren el habitáculo —plásticos, maderas, metales y cuero— son de muy buena calidad. No puedo afirmar si este nivel de calidad percibida se mantiene en unidades de A8 con equipamiento básico, ya que todas las unidades que he conducido estaban repletas de opciones.
Me resulta difícil decir si la calidad de materiales y ejecución del A8 es superior o no a la de un BMW Serie 7 o un Mercedes-Benz Clase S, ya que en todos ellos es muy alta. Para mí el mayor problema que tiene el BMW Serie 7 es que su habitáculo tiene un diseño poco diferenciado del resto de modelos de la marca, algo que no ocurre en el A8 y mucho menos en el Clase S. Ese punto de diferenciación frente a los otros modelos de cada marca genera en mi caso una percepción superior de exclusividad.
La gama de molduras decorativas y pieles apenas ha variado entre el A8 de 2010 y el de 2014. Hay alguna combinación nueva, así como un nuevo recubrimiento de cuero denominado «Único», del que Audi destaca que su proceso de curtido es más respetuoso con el medio ambiente que el del resto de pieles.
En el A8 con carrocería corta es posible pedir que los dos asientos traseros laterales tengan mandos para regular la inclinación del respaldo, el apoyo lumbar, el desplazamiento longitudinal del asiento y la altura de la banqueta (a esta opción Audi la denomina «Individual seat package rear»). Dichos mandos se ubican en los laterales del reposabrazos (imagen), que hace de respaldo de la plaza central cuando está recogido. El pasajero que ocupa el lado derecho tiene un mando adicional para mover el asiento del acompañante. Puede, por ejemplo, desplazarlo hacia delante y de este modo incrementar el espacio para las piernas.
Esta opción es aparentemente mejor que la banqueta trasera fija (la que viene de serie, imagen) si su propietario quiere utilizar el coche para viajar detrás. A mí, sin embargo, me ha parecido lo contrario. Por varios motivos. Primero, porque con la configuración de asientos traseros regulables el espacio para las piernas y la cabeza es menor (3 y 2 centímetros menos respectivamente; mediciones del interior). La reducción de altura se debe a que la parte de la banqueta que toca con el respaldo va más alta. Es decir, se va sentado más alto y con las caderas casi a la misma altura que las rodillas, como si fuera una silla.
Por otro lado, las regulaciones disponibles tienen poco recorrido y, si se quiere inclinar el respaldo hacia atrás, hay que mover la banqueta hacia delante (dejando consecuentemente menos espacio para las piernas) y en un determinado momento hay también que elevarla para poder seguir reclinando el respaldo. Al final, en la postura más extrema de inclinación del respaldo, la banqueta va muy alta. A mí esta postura me resultaba incómoda, no por el asiento en sí, sino porque veía que mi cuerpo estaba casi a la misma altura del marco inferior de la ventanilla, muy elevado, claramente por encima del resto de las plazas. En cualquier caso, esta es mi opinión sobre algo que atañe a aspectos tan personales como la forma y el gusto de cada uno. Por ello, en caso de tener alguna duda sobre la adquisición o no de esta opción, recomiendo probarla antes de tomar la decisión.
En el A8 con carrocería larga hay dos posibilidades aún más costosas para la segunda fila de asientos: la primera es dejarla en configuración de dos plazas, ambas con regulaciones eléctricas, separadas por una consola rígida central (imagen). La segunda posibilidad es igual que la primera, pero se diferencia principalmente porque la plaza de la derecha tiene una pequeña plataforma para apoyar los pies, que cuando no se utiliza se abate sobre la parte posterior del respaldo del asiento delantero (imagen). No puedo dar una opinión firme sobre estas configuraciones porque apenas he tenido tiempo para probarlas.
El volumen del maletero del Audi A8 de 2014 es 10 litros mayor que el del modelo 2010 (520 litros frente a 510). Esta ganancia se debe a que Audi ha reubicado algunos sistemas electrónicos que estaban entre el habitáculo y el maletero en los laterales de éste. Con ello se han ganado 10 centímetros de profundidad y no se ha perdido altura ni anchura. Los respaldos de los asientos traseros no se pueden abatir, aunque se puede pedir que haya un hueco en el centro de la segunda fila que comunique el habitáculo con el maletero (para transportar, por ejemplo, esquíes). El accionamiento eléctrico de la tapa del maletero es de serie.